El básquetbol local, en terapia intensiva
Todos somos conscientes de las falencias que adolecen las instituciones deportivas del país por la ausencia de dirigentes, de socios y por lógica consecuencia la falta de recursos para desarrollar un crecimiento de menor a mayor. La Asociación de Básquetbol de Tandil, en una nueva etapa intenta revertir el decaimiento, producto de todo aquello, más la falta de clubes en la práctica de este deporte y una competencia que por más voluntad que se le ponga es de bajo nivel técnico.
No obstante todo ello, la Asociación regularizó a la entidad madre en casi un 80 % y buscó oxigenar la actividad local con eventos en todas sus divisiones pese a que los clubes Independiente, Unión y Progreso, Jorge Newbery y Rivadavia, alegando la falta de competencia, participan en asociaciones vecinas. Con ello, el tiempo para competir en nuestra ciudad es escaso y la falta de estructura agobia más el panorama.
Pese a todo ello, la Asociación programó con mucha seriedad los distintos eventos con la anuencia de los señores delegados que concurren semanalmente a las reuniones del deporte de los cestos. Todo arrancó muy bien y parecía encaminada la actividad de 2008. Ante un clamor de todas las afiliadas se llevó a cabo el torneo de divisiones inferiores ?Juan Martinelli?, pero apenas comenzado volvieron las falencias, producto de anormalidades que han sido una constante en el deporte.
Se llevó a cabo una convocatoria de todas las afiliadas, con sus presidentes y las personas que tienen a su cargo el básquet en sus clubes, para poner en claro que el apoyo para levantar el básquet de la ciudad estaba nuevamente en peligro. Fue una reunión positiva, porque descarnadamente todos aceptaron que el año 2009 debiera ser de cambio para nuestro básquet. Pero la incertidumbre quedó flotante ante situaciones irreductibles, que hacen muy difícil el cambio, por ejemplo: Los clubes seguirían participando en las asociaciones vecinas, alegando que hay menor competencia. Pero también se reconoció que los clubes no tienen la suficiente cantidad de jugadores para cubrir sus divisiones; más si cada entidad presentara dos equipos por categoría, estaríamos en condiciones de hacer un buen torneo en cada división. No hablemos de falta de gente para la enseñanza, estamos hablando de cantidad de jugadores, que es fundamental para el crecimiento del deporte.
Cómo hace la Asociación para el logro de equipo de ciudades de la zona que deseen participar en nuestros torneos, si no contamos con días y horarios adecuados para su programación. Se hicieron intensas gestiones ante los pares de la zona IV para regionalizar los torneos, como una forma de mejorar los eventos y potenciar la capacitación de los jugadores. No hubo respuesta, uno porque cuenta con cantidad de equipos en sus certámenes, otros que están en las mismas condiciones que nosotros no se animan por los gastos y la falta de credibilidad de perder su rol de organizador.
La regionalización es una etapa que tarde o temprano será una realidad, pero quienes tienen la obligación de mejorar el básquetbol siguen aferrados a viejas estructuras, cuando los tiempos son otros y las realidades marcan un cambio para oxigenar al deporte.
Lógicamente faltan técnicos, faltan jueces, faltan dirigentes: pero empecemos por lo más fácil: reclutando chicos que los hay por todas partes, para tener la base de la pirámide y entonces tal vez podamos pensar en cambiar a nuestro básquet, mientras tanto nos debatimos en cuestiones de forma y seguimos viendo el futuro cada vez más lejano.
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