Carta de lectores
El mundial tapa todo
Señor Director:
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Se acerca uno de los acontecimientos culturales y deportivos más significativo del año, y el más esperado por todos los argentinos: el Mundial. Un paréntesis de las diferencias políticas, económicas sociales y de opinión. Aquellas tan anheladas reuniones son amigos, vecinos, familiares y compañeros de trabajo, cubiertos de celeste y blanco se aproximan.
En medio de todas las manifestaciones, protestas y descontentos sociales, aparece un “apaciguador de multitudes”, donde no existen los ricos ni los pobres, los de izquierda, ni los de derecha. Se cumple por un instante la utopía más deseada, aquellas famosa “grieta” se cierra, para generar una ilusión de complementación y unión. Nuestro tiempo se detiene mirando las pantallas encandiladas, enceguecidos por aquella imagen desvirtuada de nuestra realidad. En ese tiempo congelado, el mundo sigue andando, los precios subiendo, las guerras matando, el hambre existiendo y nuestros dirigentes devorándonos.
Fernando Regert
DNI 5.007.382
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No asesinar
Señor Director:
Estuve siguiendo muy de cerca el debate y testimonios a favor y en contra del aborto.
Me parece una pérdida de tiempo absoluta por parte de nuestros gobernantes. Discutan un plan de educación, un plan de integración de escuelas rurales, pero no legalizar un asesinato, es una vida que estamos matando, seamos bien claros, es un asesinato legal, nada más nefasto.
Ayer en un programa de televisión muy popular en nuestro país una de las mujeres entrevistadas a favor del asesinato decía “es algo que pasa, hay que hacer algo, hay que aprobar la ley”. También le cuento a esa mujer con aspiraciones de asesina, que en nuestro país matan gente, roban, violan, “son cosas que están pasando”, quizás también haya que legalizarlo, y cada uno mata legalmente y es la sociedad del más guapo, una locura similar es la que proponen y se debate hoy en día.
Espero pronto se termite este debate estúpido y se empiecen a hablar de cosas importantes, principalmente de educación e integración.
Espero que los gobernantes encuentren la claridad suficiente para nunca sancionar una ley que atente contra el derecho tan fundamental, como la vida.
Alfonso Pereyra Iraola
DNI: 33.403.498
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La unión hace a la fuerza
Señor Director:
Los acontecimientos de las últimas semanas llevaron a pensar que la Argentina tiene grandes posibilidades de salir adelante. Los argentinos no tanto. Todavía, después de 208 años, no logramos hacernos cargo de nuestra responsabilidad colectiva. Estamos convencidos que nuestros deberes cívicos se limitan a nuestra participación en las urnas. En ese preciso momento, delegamos la responsabilidad del futuro del país y asumimos el rol crítico de la gestión del capitán de turno.
El capitán se sube a un barco sin inventario. Con un pequeño porcentaje de la tripulación dispuesto a remar en la dirección propuesta. Otro tanto, parado en la vereda de enfrente, dispuestos a remar, a hacer todo lo posible para que el barco no llegue a destino. De hecho, hace pocos días, un diputado se sinceró diciendo que nadie quiere que al Presidente “le vaya bien”. Un altísimo porcentaje está parado en la vereda de la “indiferencia”, esperando ver que pasa e inclinando el barco para un lado o el otro de acuerdo a sus intereses o expectativas. Y hay un número cada vez más alto que no rema, ni mira, ni espera, solo están aguardando del resto que los saquen de ese lugar, convencidos que en nada son responsables, solo víctimas.
Y en ese juego siniestro perdemos de vista que al barco estamos subidos todos, y que la naufragar todos perdemos. ¿Qué posibilidades tiene este barco de llegar a buen puerto? Quienes construyeron este barco lo hicieron de buena madera, con sacrificio, altruismo y muchas veces ofrendando su vida, nos heredaron una patria sólida, que resiste los embates de esta tripulación mezquina. Pero ¿hasta cuándo?. Trabajamos todos los días con el deseo que los argentinos nos despertemos y dejemos de ser nuestros peores enemigos.
María Cadiboni
DNI 3.116.215
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Que el intendente Lunghi asuma
la crisis y gobierne para todos
Señor Director:
Como no podía ser de otra manera, después de dos años y medio de gobierno de Cambiemos y las medidas antipopulares adoptadas desde el primer día, la crisis golpea nuestra ciudad donde más nos duele: en la mesa de los trabajadores y trabajadoras adonde empieza a faltar el pan. Y mientras tanto qué ha hecho el Intendente Lunghi en todo este tiempo?: básicamente se ha dedicado a mirar para otro lado. Rodeado de un equipo de gobierno que paulatinamente lo ha ido cercando y aislando de la realidad mientras todas las mañanas le escriben su propio “diario de Irigoyen”, el Intendente se muestra impávido e indolente ante una realidad imposible de ignorar por cualquiera que tuviese los pies bien puestos en la tierra.
Inscribiendo hasta el café con leche de la mañana en el marco del “acuerdo del bicentenario”, Lunghi se ha encerrado en un relato que promete augurios de un futuro imaginario mientras la inmensa mayoría de los vecinos y vecinas de nuestra ciudad viven con creciente angustia en la realidad de un presente que no da tregua. Mientras Lunghi habla y habla de un 2023 para el que cada día parece faltar más, los tandilenses se preguntan cómo hacer para pagar las demenciales facturas de gas y de luz (señalados todos los vecinos como culpables por el propio intendente por “derrochones”), los alquileres de un mercado inmobiliario desquiciado o cómo llenar el changuito en el mercado cuando el bolsillo aprieta y el salario alcanza cada día para menos. Mientras Lunghi habla y habla de “mesas de diálogo” donde sólo dialogan entre ellos mismos, cada vez son más las familias que son arrojadas al desempleo y la precariedad laboral.
Con preocupación, podemos afirmar que hoy en Tandil vivimos una realidad bi-dimensional. La dimensión de Lunghi en cuyo imaginario, al igual que sucede con Mauricio Macri y su gobierno, caben sólo las minorías a las cuales su propia realidad económica les permite ignorar la verdadera dimensión social que está tomando la crisis; y la realidad del conjunto de los y las trabajadoras, los jubilados, los jóvenes, los docentes , el comercio minorista y las industrias pymes, donde con cada medida del gobierno de Cambiemos más oscura se convierte la realidad de la mayoría de los y las tandilenses.
La industria metalmecánica donde se inscribe parte de la identidad tandilense ha entrado en una crisis terminal y mientras tanto que ha hecho el Intendente Lunghi? Nada. Si la industria no cabe en su “relato del bicentenario”, mucho menos lo hace en su mirada del presente. Le hemos requerido al gobierno municipal y a la Usina (no olvidemos que supo ser “Municipal y Popular”) que elaboren un esquema de tarifas diferenciadas para afrontar una coyuntura donde la energía se ha multiplicado por cuatro en la estructura de costos del sector industrial local. Pero nada, porque para variar la Usina se ha convertido en un “castillo de cristal” desde donde la crema de su dirigencia también mira otra realidad.
Nos quitaron el tren de pasajeros que prestaba un servicio social elemental para muchísimas familias y estudiantes tandilenses, 14 familias ferroviarias quedaron en la calle y Lunghi eligió deliberadamente mirar para otro lado, privilegiando la sintonía de su relación política con la gobernadora Vidal por sobre los legítimos intereses del conjunto de los vecinos que esperaban de él simplemente que los defienda, que se ponga al frente de un reclamo justo por naturaleza. Pero eso sí, ahora tiene el tupé de incluir la recuperación del ferrocarril en el “acuerdo del bicentenario”.
La empresa Río Paraná ingresó en un círculo vicioso donde a la vez que empeoraba el servicio que prestaba más duras se hacían las condiciones para corregir el rumbo y salir adelante. Le pidió al Intendente Lunghi que intercediera ante la Provincia para recuperar en tiempo y forma las deudas que la gobernación acumulaba con la empresa; le solicitó iniciar gestiones ente el gobierno nacional para lograr algún plan de refinanciación por parte de la AFIP y que adoptase una postura firme ante los “aprietes” de la UTA nacional que, en una entente con los “pulpos” del transporte de larga distancia y parte del poder político de la Nación y la Provincia (también Municipal?), quebraron a la empresa local y dejaron un tendal de trabajadores en la calle. El resultado es que perdimos una empresa de una familia de vecinos de nuestra ciudad a punto de cumplir 100 años y a la cual de última se le podía reclamar por la calidad del servicio, tenemos una empresa foránea a la que poco y nada le importa el desarrollo de la ciudad y que presta un servicio pésimo y cada día hay más y más trabajadores en la calle. Tarde; de nuevo Lunghi miró para otro lado.
La semana pasada finalizó con la triste noticia de 11 trabajadores y trabajadoras despedidas de Radio Tandil que suman un total de 22 familias en la calle desde que un grupo empresario de dudosa procedencia se hizo cargo de la “radio madre” y sometieron a todos desde entonces a un manoseo incesante. Acaso el gobierno municipal no se percató a tiempo de esta situación? Y que hizo desde entonces? Parar variar nada, observó todo como un plateísta desde la tribuna.
Comercios que cierran sus puertas dejando más trabajadores en la calle, empresas locales que no pueden afrontar los tarifazos y se endeudan cada día más mientras sus mercados se retraen conformando una situación industrial degradante. Una inflación que no para y que hace junto a la pérdida constante del poder adquisitivo que aumenten mes a mes las familias de tandilenses que no logran llegar a fin de mes y deben empeorar sus condiciones de vida para subsistir. La mayoría “automática” de Cambiemos en el HCD convalidando el apriete de la gobernadora Vidal para suscribir un vergonzoso Pacto Fiscal que significa pérdida de la autonomía y traslado del ajuste al eslabón más débil que son los municipios. Para donde miremos el cuadro social y económico es gravemente preocupante y sin embargo nos encontramos con un gobierno municipal cuyos funcionarios se pavonean por los pasillos hablando de una realidad paralela que sólo ellos conocen a la par que prometen fantasías inalcanzables en el marco de un “acuerdo del bicentenario” que tienen la cara de anunciar como “el hecho político más importante de Tandil desde la recuperación de la Democracia “(Elichiribety dixit). Sinceramente preocupa la lejanía y el desconocimiento que aparenta mostrar el jefe comunal de los tandilenses en medio de esta grave situación. Situación que no hará más que agravarse indefectiblemente cuando la Argentina acaba de rubricar después de 17 años un nuevo acuerdo con el F.M.I. que, como ya sabemos de memoria, no hará sino traer más preocupación y zozobra en el seno de la inmensa mayoría de nuestras familias.
Necesitamos de manera urgente que el Intendente Lunghi se despabile y asuma que los tiempos de bonanza quedaron atrás y que gobernar es sobre todas las cosas afrontar la realidad tal y como se nos presenta por más dura que pueda resultarnos. Para eso es perentorio que el Intendente y su equipo de colaboradores demuestren que son capaces de hacer a un lado la soberbia que los ha caracterizando el último tiempo, que comprendan que el poder es una circunstancia en sus vidas y no algo que emane de ellos mismos como si fueran la representación viva del poder. Que fueron puestos en ese lugar por los y las tandilenses que es en quienes a fin de cuentas reside el verdadero poder y que no olviden que es siempre a ese pueblo tandilense a quien se deben como gobernantes.
Rogelio Iparraguirre
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