El Sindicato de Peones de Taxis denunció la falta de controles y la situación irregular de 120 trabajadores
El secretario general del Sindicato de Peones de Taxis y Autos con Taxímetro en la ciudad, Luis Larsen, denunció que en la actualidad 120 trabajadores de la actividad de autos de alquiler con taxímetro se encuentran trabajando “en negro”. Indicó que de 130 altas tempranas presentadas en la AFIP en 2014 este año se presentaron sólo diez. Criticó así la falta de controles y advirtió que los choferes trabajan con miedo.
En diálogo con El Eco de Tandil, explicó en principio que desde el Sindicato vienen trabajando duramente durante los últimos años para beneficiar la actividad y para la inclusión de los derechos. En el marco de esa lucha, subrayó que obtuvieron una ordenanza municipal por la cual el Municipio exige el alta temprana de los peones de taxis.
A raíz de ello señaló que el año pasado se hizo un informe de reempadronamiento de la actividad de taxis con el alta temprana de la AFIP que de 200 licencias de taxi, 130 trabajadores en relación de dependencia la habían presentado. Pese a ello, dijo que se encontraron con “otra brutal realidad”: los trabajadores estaban inscriptos en 18 obras sociales distintas y ninguna presta servicios en la ciudad.
Por lo tanto, relató que desde el gremio se empezó a insistir en ese tema y se empezó a trabajar mucho con la Federación Nacional para poder solucionar este conflicto, trayendo una obra social propia a la ciudad, no sólo para los trabajadores sino que también habían obtenido que los titulares pudieran gozar de la prestación del servicio, dándoles identidad y pertenencia de tener una obra social propia de los taxistas en Tandil.
Pero cuando avanzaron en ese sentido se encontraron “con un informe de la AFIP que decía que de los 130 trabajadores que en marzo teníamos con alta temprana, en la AFIP sólo quedaban diez, al resto le habían dado de baja. Trabajadores de Tandil que siguieron prestando servicios”, y que hoy desarrollan la actividad “en negro”, confirmó.
Mencionó el caso de Marcelo Simonetta, que reclamó en su momento su recibo de sueldo y el titular del vehículo “lo expulsó del trabajo violentamente y nosotros lo hicimos público, a través de denuncias en el Ministerio de Nación, en el Municipio y en los medios”.
Y confirmó que “eso es lo que sucedía, los trabajadores no tenían acceso a recibir el recibo de sueldo porque habían sido dados de baja. Entonces, seguimos pidiendo y reclamando que las autoridades sean coherentes con la ordenanza que se había en su momento votado y que se hicieran los controles. También, en esos controles, les habíamos puesto que se controlaran las ocho horas de las paradas de taxi porque si se fijan, al mediodía, son muy pocos los coches que están en las paradas. Entonces, los controles nunca se realizaron, fueron inexistentes, están fijados en la ordenanza, y en la práctica no”.
Reiteró entonces que “son 120 trabajadores que están en situación en negro, siguen en la actividad, pero están dados de baja en la AFIP. Los otros 80, de una totalidad de 200 licencias, serían titulares, esposos o hijos de los titulares”.
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La Ley 26.940
“El Municipio debe seguir controlando y para poder hacerlo se había dicho que se controlaran las ocho horas de la parada y nunca existieron los controles de nada”, criticó Larsen.
En tanto, desde la órbita gremial valoró que el secretario general, Omar Viviani, se haya encargado de trabajar duramente con la Presidenta de la Nación en la Ley de Promoción del Trabajo Registrado y Prevención del Fraude Laboral 26940, norma que “exime de aportes patronales por un año a los titulares para que registren a sus trabajadores y los eximen un 75 por ciento el segundo año. No tienen excusas ni pretextos de decir: `mi trabajador me cuesta mucho dinero´, porque no les cuesta nada, lo único que tienen que hacer es pagar la ART y la obra social”.
Por lo tanto, consideró que la negativa de los propietarios de taxis de regularizar la situación de sus choferes podría responder a “desinformación, desidia o capricho. Tenemos esas tres posibilidades, ahora, la falta de conciencia de los titulares en dar de alta cada vez que el gremio presiona, al mismo trabajador, o de cambiárselo a los trabajadores de autos y su titularidad, es una inconciencia porque pierden todos los beneficios que esta nueva ley de trabajo les está otorgando”.
Sostuvo así que “no podés tomar a un trabajador, darlo de baja al otro día y cada vez que presiona el gremio darle de alta y a los tres días darle de baja. Porque esta ley se creó para la conservación de la fuente de empleo”.
“Una gran desidia”
Ante esta situación, Larsen dijo que desde la comuna “nos dicen lisa y llanamente que ellos no ejercen el poder de policía del trabajo, que le corresponde al Ministerio de Trabajo de la Nación, pero tampoco hace el control de lo que le exige su propia ordenanza. Cuando acudimos al Ministerio de Trabajo de la Nación nos dicen: `Si no tenemos la colaboración del Municipio, nosotros no vamos a estar corriendo a 200 autos en la ciudad para corroborar que el trabajador realmente está”.
Por lo tanto, advirtió que “es un círculo vicioso que, a todas luces, muestra que hay una gran desidia de los organismos que tienen que controlar, sean los ministerios de Trabajo o el Municipio”, pero advirtió que “mientras tanto somos rehenes los trabajadores de toda esta situación”.
“Imponer el miedo”
“Yo me pongo en el lugar de un trabajador sentado en un auto y le hago una breve reseña de cómo se impuso el miedo. Cuando yo era un simple trabajador y veía que mis derechos eran vulnerados día tras día, surgió entre todos mis compañeros buscar la forma de tener algo que nos defendiera. Uno de esos comentarios fue que teníamos que tener un sindicato”, informó Larsen.
Relató así que “nos fuimos a Buenos Aires y pedimos el respaldo legal para fundar un sindicato. Cuando logramos tener ese nombramiento y el respaldo de la Federación Nacional, me bajan del auto, pero no me despiden. Entonces, ante la falta de definiciones, tuve que iniciar un juicio por discriminación laboral y porque era violatorio a la Ley 23.551 de tutela sindical”.
Confirmó que “es un juicio que hasta el día de hoy persiste, esto fue en 2011. Y con esto quiero que se entienda la desidia que hay de todos los organismos que tienen que ejercer las leyes porque tenemos desde el Ministerio de Trabajo de Nación y de Provincia hasta el Juzgado, que hay una gran desidia donde duermen los archivos y no le importamos los trabajadores”.
Entonces, planteó que los trabajadores tienen miedo y no exigen por temor, y que al hacerlo puedan perder su trabajo. “Los titulares les hacen un juego psicológico, el trabajador se queda aterrado porque dice: `Si voy al Ministerio me rajan, me dejan sin trabajo y tengo que ir a un juicio laboral, y eso fue lo que vino sucediendo todo este año´”. u
“Una gran impotencia”
Sobre la situación real de los choferes, insistió en que “el informe que tenemos al 10 de abril de 2014 nos da el detalle de ese reempadronamiento con el alta temprana en la AFIP, quienes no la tienen y aquellos que están en situación irregular. De ese reempadronamiento tenían que salir sanciones a los que no se acataran a la ordenanza y no salieron sanciones de ningún tipo”.
“Ahora, si después vemos que a los trabajadores al poco tiempo les volvieron a dar de baja, simplemente le dieron el alta para hacer el trámite del reempadronamiento y nada más, entonces, desde el gremio nos sentimos con una gran impotencia y lo único que queda es denunciar la situación porque nosotros no somos quiénes para decir cómo tienen que trabajar los organismos que tienen que controlar”, subrayó.
Recordó también que “los titulares de los taxis son prestatarios del Municipio, no son los tenedores legales, dueños de las licencias, son dueños de los autos, pero no de las licencias. Las licencias les pertenecen al Municipio y nuestros empleadores son prestatarios del Municipio, y quien tiene que regir y controlar la actividad es el Municipio”.
Concluyó entonces que “la reflexión es que los señores del Ministerio de Trabajo, los que tienen que controlar en el Municipio de Tandil, sean conscientes de que acá no es una cuestión de capricho, de hacerle la contra a un secretario general de un sindicato que no queremos, acá se trata de darle los derechos que les corresponden a los trabajadores que están en actividad, pero lo que nosotros estamos planteando son verdades. Entonces, pedimos la reflexión y la colaboración de ellos, que les den a los trabajadores lo que les corresponde y les otorga la ley”.
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