En dos únicas funciones, Sin TAPujos se presenta en el teatro La Fábrica
Mañana a las 21 y el domingo a las 20 en el teatro La Fábrica, Pinto 367, se llevarán a cabo dos únicas funciones de Sin TAPujos “Que suene lo que callamos” con la autoría y dirección de Angeles Carro, Eugenia Carro y Yanina López. Durante 2016 hicieron ocho funciones y este año es la primera vez que se presentan.
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Sin TAPujos fusiona teatro y tap en una comedia dramática, comprometida y llena de movimiento. Mujeres que se ponen en sus zapatos, y quizás en los de otras, para contar, hacer ruido y que sus verdades, miedos, dolores, conquistas y pasiones resuenen en sus hogares y más allá.
En diálogo con El Eco de Tandil, Yanina López explicó de qué se trata el espectáculo y la importancia de lo que quieren mostrar.
-¿De qué se trata la obra?
-Es un espectáculo de tap teatral donde a través de diferentes escenas o cuadrados vamos contando el lugar que ocupa la mujer ya sea a lo largo de la historia o en alguna situación particular. No es una historia continuada sino que son diferentes escenas y momentos donde se muestra el lugar de la mujer: algunas veces más cómoda, otras menos; más naturalizado o renegado. Hay algunos monólogos que es lo puramente teatral pero además interviene todo lo que tiene que ver con la interpretación a través del tap.
Somos un grupo de 15 mujeres en el que hay niñas, adolescentes y adultos. Además tenemos muchas ganas de estar en La Fábrica porque es una sala muy amplia y como una de las particularidades del espectáculo es el trabajo de tap, en esta sala se luce más así como somos gran cantidad de mujeres en escena, es importante. Sin embargo, en las otras salas lo resolvimos muy bien y estuvo muy lindo.
-Ustedes son las autoras de la obra. ¿Cómo fue ese proceso?
-Sí, nos juntamos con Angeles y Eugenia Carro que son especialistas de tap en Tandil y yo que vendría a ser más del palo del teatro para comenzar este proyecto en el que trabajamos juntas. Empezamos a escribir y pensar las ideas, hasta que luego enlazamos las escenas y cuando nos quisimos acordar, nos faltaba ponerle nombre. Ahora creemos que no puede llamarse de otra forma que Sin TAPujos. Es una obra que escribimos, dirigimos, actuamos y bailamos nosotras junto a otras 12 mujeres más.
Al principio convocamos a todas las personas que quisieran trabajar en un proyecto de tap teatral y llegaron mujeres y se fue decantando. Así fue que probamos algunas cosas teniendo en cuenta que los zapatos de tap tienen las chapas, además de eso buscamos hacer percusión y sonidos con el propio cuerpo; por lo que exploramos objetos con cacerolas, jarritos, cucharones y empezaron a pasar cosas por las que decidimos ir para llegar al espectáculo.
Ya tiene nuestro sello porque no es un discurso sobre la mujer allá lejos sino qué lugares ocupamos nosotras que somos 15 mujeres reales. Hay algo de fantasía, dramatismo, comedia para contar cómo vivimos las diferentes realidades.
-¿Cómo fue dirigir a 15 actrices?
-La verdad que es mi primera experiencia en dirección. Actué y aprendí un montón mirando cómo me dirigen, pero no sabía que me gustaba tanto dirigir. Con las chicas hacemos muy buen equipo pero dirigir 15 es difícil porque es un grupo que tiene mucha potencia, es muy heterogéneo. Tenemos ocupaciones, posibilidades y recorridos distintos, incluso desde el tapeo, y horarios diferentes.
Sin embargo hay mucha entrega y compromiso con esto que queremos decir y que “suene lo que callamos” nosotras, nuestras abuelas, las que no están, mujeres que no tienen ni voz ni voto, entre otras. Tuvimos el pro y la contra de un elenco numeroso pero es genial ver a tantas mujeres juntas haciendo mucho ruido lindo con una energía muy fuerte.
Hoy es más simple hacer unipersonales o elencos de dos, lo cual está muy bien y son otras propuestas, pero la verdad que Sin TAPujos resultó ser algo lindo y con mucha fuerza.
-¿Cuánto hace que empezaron a ensayar?
-Estrenamos el 30 de octubre de 2016 y comenzamos a ensayar en mayo del año pasado porque nos juntábamos generalmente sólo los fines de semana. Eso sumado a coordinar entre todas aunque algunas veces ensayábamos por escena, sólo con algunas, hasta que finalmente unimos todo.
Algunas se largaron a la actuación a partir de esta propuesta y ninguna había tenido la oportunidad de estar en un elenco independiente. La convocatoria fue por el lado de personas que hacían el taller de tap, del cual yo también soy alumna.
Estamos felices porque el público nos acompaña un montón y vuelve, reincide para ver qué pasa y qué aparece.
-¿La idea es seguir presentándose a lo largo del año?
-Sí, tenemos la sensación que recién está arrancando y el objetivo ambicioso es poder movernos las 15 por la zona. Por suerte hay mucha oferta de teatro en Tandil, entonces muchas veces se hace difícil conseguir sala en la fecha que podemos todas ya que debemos ensayar antes porque siempre hay que ajustar algunas cuestiones.
Queremos ir un poco más allá ya que lamentablemente es una temática muy actual. Ojalá nos quede vieja y podamos hacer otro proyecto para hablar de otras cosas; pero seguimos con mujeres que necesitan que les prestemos la voz.
-¿Algo más que quieras agregar?
-Resaltar que nos conmueve justamente que somos mujeres comunes y corrientes diciendo a través de lo artístico algo que pensamos. Es una manera de expresarnos al hacer algo todas juntas y haciendo arte.
Yo trabajo con mi hija en el espectáculo y es muy movilizante porque como mamá y artistas estoy transmitiendo algo. Uno siempre como artistas tiene una posición determinada sobre las cosas, así sea una comedia siempre estás mostrando una postura.
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