En el Lago del Fuerte se llevó a cabo un encuentro de quince veleros clase Pampero
El Lago del Fuerte fue epicentro de una nueva actividad acuática que reunió durante este fin de semana a quince veleros clase Pampero, que arribaron a la ciudad, puntualmente al club Náutico Tandil, que fue el impulsor y promotor del encuentro realizado.
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Acompañado por un fin de semana espléndido desde lo climático, el espejo de agua de Tandil tuvo la visita de deportistas que llegaron desde distintos lugares simplemente, como lo hacen desde hace cuatro años, a despuntar el vicio y disfrutar de la ciudad.
El gran objetivo por parte de los socios de la institución tandilense es poder lograr incorporar disciplinas deportivas que permitan captar nuevos socios y fortalecer el crecimiento que va en paulatino aumento.
Alejandro Arhex, una de las personas que participó en la organización de este evento, explicó que “lo que llevamos a cabo es un encuentro de veleros clase Pampero, como se la conoce a esta disciplina. Hubo barcos de Quilmes, Necochea, Bahía Blanca, entre otros, más la participación de cuatro barcos de Tandil”.
Agregó que “esto fue a modo preparativo, organizado por el club Náutico, ya que en enero del próximo año se hará en el Lago del Fuerte una fecha del torneo Provincial de la clase Pampero”.
Remarcó que “este es el cuarto encuentro que se lleva a cabo, aunque el objetivo central para nosotros es trabajar para poder hacer en el 2018 la primera fecha del Provincial en Tandil, con la participación de alrededor de 40 embarcaciones”.
Regatas
Arhex contó que “el sábado por la tarde se realizaron cinco regatas y cada uno tuvo un puntaje. Pensábamos hacer otras regatas en la jornada de hoy (por ayer), pero al haber mucho viento y como había peligro de volcar el velero y que se rompiera algo, lo programado quedó suspendido. Así que hicimos la entrega de premios y compartimos con la gente distintos productos regionales”.
Detalló que “hace cuatro años que venimos haciendo estos encuentros. En esta ocasión se juntaron quince barcos. Estamos trabajando junto a Diego Del Nido que es el capitán del club, el encargado de todas estas actividades, porque tiene un barco y es quien los convoca. También está Eduardo Rinaldi. A lo que hay que sumarle los cuatro barcos que se presentaron y que son del club Náutico Tandil, tripulado por tandilenses. Esto es algo diferente y esperemos que ganemos más adeptos para la actividad”.
Turismo
Desde hace un tiempo a esta parte a la ciudad concurren muchos turistas y el deporte, en distintas disciplinas, es uno de los factores que potencia a la industria sin chimeneas. “Es una hermosa actividad que permite esto de combinar lo deportivo y disfrutar de lo que Tandil ofrece. Cuando se haga la fecha del Provincial habrá como cuarenta embarcaciones y será algo beneficioso también para el turismo”, anticipó.
Señaló que “nuestro compromiso es tener las instalaciones del club lo mejor posible y cada año venimos lográndolo y por eso la gente sigue viniendo. La verdad es que se quedan encantados con Tandil, quienes navegan en Pampero son muy familiares, donde las tripulaciones las conforman padre-hijo, madre-hijo, ya que es un barco muy tranquilo para navegarlo”.
La historia
Si bien fue un encuentro y no una fecha programada, cada una de las embarcaciones está registrada en la Asociación Argentina de la Clase Nacional Pampero, que es una asociación civil, sin fines de lucro, integrada por todos aquellos que deseen desarrollar y/o difundir la navegación a vela en embarcaciones de la Clase Nacional Pampero.
La historia cuenta que la Clase Nacional Pampero nació a fines de los años 70, como parte de un programa del servicio náutico deportivo de la Armada Argentina, que bajo el lema “El mar nos une” realizó una serie de cursos de iniciación a la vela en todo el país, entregando estas embarcaciones en comodato, el que se transformó en donación luego de 1983.
En 1986, en la provincia de Tucumán, nació la idea de formar la asociación en la sede del Tucumán Yacht Club, con el objetivo de lograr una institución que nucleara formalmente a todos los pamperistas, y organizar anualmente un Campeonato Argentino de la Clase.
Con una sola excepción, en todos los años a partir de 1986, se realizaron campeonatos argentinos a lo largo y a lo ancho del país, desde Jujuy hasta Río Negro y de San Juan a Buenos Aires.
Sin embargo, no fue sino hasta abril de 2003, en Santiago del Estero, que se inició un registro de socios, se designó un tesorero, y se resolvió encarar firmemente el proceso de obtención de la Personería Jurídica de la asociación, con el desarrollo de una página web como principal herramienta para la difusión.
Es así que en estos últimos años la Aacnp viene creciendo con un gran impulso, el cual solo es posible por el aporte de todos los pamperistas a lo largo y ancho del país.
Esquí
en el Lago
A mitad del año pasado dábamos cuenta de que un grupo de amigos estaba en pleno proceso de prueba buscando incorporar al Lago del Fuerte un deporte acuático. Se trata de utilizar las reglas del wakeboard o esquí acuático, un deporte en el cual se desliza sobre el agua encima de una tabla siendo arrastrado con una cuerda llamada palonier por una lancha, cumpliendo la misma función que una moto acuática.
Al no poder utilizarse motores dentro del tradicional espejo de agua de la ciudad, los deportistas logran el necesario impulso mediante un motor llamado winch, ubicado fuera del agua. Este deporte fue creado por medio de una combinación de esquí, esquí acuático y el snowboard.
En Tandil los deportistas se reunían en la isla del club Náutico, sector privado, donde solo acceden los socios.
Consultado Arhex sobre qué ocurrió finalmente con el winch, señaló que “la verdad que después de aquellas pruebas, hemos hecho bastante poco. La verdad es que hemos ido a navegar a otros lados y tenemos el motor y todo acá guardado en el club”.
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