En memoria de Jorge Darío Ortega
Señor Director:
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A un año que Darío falleció, recordamos el domingo 31 de agosto pasado, leyendo el agradecimiento de la familia Bardelli, en cada palabra de ellos nuestros pensamientos, no sólo por el sufrimiento compartido de tan crueles enfermedades sino con el agregado de la burocracia y deshumanización mezquina de muchos y la sensibilidad de unos pocos, pero muy pocos.
Muchas fueron las piedras que tuvimos en el camino, pero sin entrar en detalles, porque dan vergüenza, ciertas actitudes de funcionarios públicos con cargos relacionados a la Fuerza Aérea y principalmente al sistema de salud de dicha institución, quienes enfermaron más a mi marido y llenaron de odio mi corazón.
Pero esta familia afirma y enaltece también a quien estuvo y sigue estando: el señor Lever (comodoro en actividad), puesto que nunca interpuso su tira militar para actuar con la humildad de los grandes y con palabras de fortaleza en los peores momentos vividos.
Y a pesar de la partida dolorosa de Darío, quedaba una familia derrumbada atrás; el comodoro Lever es un ejemplo de dedicación, responsabilidad y compromiso, dentro de un sistema en donde a nadie le importa nada.
Sus actitudes y decisiones es un vivo ejemplo de cómo deberían copiar muchísimas personas para disminuir los inconvenientes innecesarios frente a situaciones tan dolorosas, donde todos deberían ser más humanitarios.
Su señora Claudia y sus hijos Darío y Juan Manuel.
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