En Villa del Parque desnudan preocupación por la inseguridad
Una vecina de la zona de Villa del Parque expresó su preocupación por la inseguridad que se vive en la zona con diversos hechos delictivos que no cesan. “Yo soy porteña y me vine vivir acá buscando tranquilidad y seguridad”, confió Paola Gallia.
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En diálogo con El Eco de Tandil, la frentista contó que “ha habido un par de entraderas complicadas pero de eso no se ha hablado mucho, no sé demasiado de ese tema pero sí se sabe que sucedió, pero lo que sí se vive cotidianamente es una cuestión de raterismo. Dejás cualquier cosa afuera y aun cuando tengas alambrado y todo, se lo llevan. Eso es un clásico”.
No obstante, relató una situación violenta que le tocó vivir dos semanas atrás.
“Yo venía con un remisero y nos venía siguiendo una moto. El chofer se había dado cuenta. Cuando yo me bajé y entré a casa la moto se le acercó al remisero, lo apuntaron con un arma y se llevaron la recaudación y el celular. Yo escuché todo y cuando salí corriendo hacia afuera ya se habían ido, doblaron para el lado de Las Tunitas”.
“Todas las noches
escucho tiros”
Gallia aseguró que “todas las noches escucho tiros, y no soy la única que lo dice, escuchamos tiros en Las Tunitas”.
“La comisión vecinal de Villa del Parque, de la cual yo no soy parte, se ha reunido y dentro de las temáticas importantes que han tocado es la seguridad una de ellas. Casualmente sí se ven más patrulleros, pero cuando están los éstos no pasa nada y los días que no están siempre pasa algo”, sostuvo.
Además, lamentó que vive a pocos metros del Parque Independencia y por la noche no se anima a salir a caminar por miedo.
“Los vecinos de Las Tunitas son los más perjudicados porque yo puedo reponer algunas cosas, ellos no y además los tienen de vecinos. No quiero decir con esto que los ladrones sólo vengan de ahí porque muchas veces se ha visto que vienen hasta de Mar del Plata”, manifestó.
“Vine buscando
tranquilidad”
Y expresó que “Tandil que es una ciudad preciosa, yo soy porteña y me vine vivir acá buscando tranquilidad y seguridad. Cuando llegué ya me decían que la cosa estaba complicada pero ahora voy escuchando cada vez más y ahora ya me pasó a mí”.
“A pesar de que sacaron la policía a la calle y demás algo está pasando que el tema de la seguridad no se está resolviendo como se debería. No nos ha convocado la nueva policía para explicarnos a los vecinos cómo protegernos mejor, qué podemos hacer para ayudarlos a ellos”, criticó.
Y recordó que “la convocatoria que hizo la gente de Villa del Parque en su momento fue de la gente hacia el Municipio, pero hasta ahora, que yo sepa, no ha habido ningún tipo de acercamiento para que podamos resolver algunos de los muchos temas que tenemos en el barrio, como la falta de cloacas, gas”.
Consideró que el tema de la seguridad “es bastante complejo”. Además, sostuvo que “veo en Tandil con gran preocupación, porque como psicóloga lo trabajo, el aumento de la droga, todos sabemos que la violencia viene de la mano de la droga también. Creo que sería un muy buen proyecto para esta nueva época de Lunghi que empieza ahora, como algo pendiente porque es algo que está aumentando”.
Vivir con miedo
“Yo pasé de tener miedo de que me robaran una silla de jardín a que me entren a casa con un caño. Yo me vine a Tandil hace ocho meses de la mano de alguien que vivió toda la vida acá”, contó.
Y sostuvo que “en el transcurso de los ocho meses a dos amigos míos de la zona les robaron cuatro veces, a una de ellas le llevaron los muebles de jardín, después le robaron todas las herramientas a los obreros que estaban trabajando en la casa. Era una persona que vivía sin rejas, ahora está enrejada”.
“Yo siempre estuve súper relajada porque vengo con la cabeza diferente comparada a cómo estaba en Buenos Aires, que es mucho peor. Pero el otro día escuchar el tono de voz de los pibes con el caño asaltando al remisero, que en Capital lo escuchás seguido, vivirlo en Tandil es muy fuerte e inesperado y da más miedo porque realmente no te lo esperás”, admitió.
“Vos en Buenos Aires estás prevenida. Sabés que te pueden afanar la cartera y demás pero acá yo venía subiendo las escaleras de mi casa mirando la sierra, feliz, y de golpe algo irrumpe. Era la voz del delincuente que estaba encañonando al remisero”, explicó.
Y añadió que “la policía tardó 15 o 20 minutos en venir. Hay cámaras pero sabemos que no funcionan. Yo siento como si me hubieran asaltado a mí porque de casualidad yo no estaba en el auto, por cinco segundos. De todas formas aunque no sea a mí, hoy no me toca pero mañana sí”.
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