Entregaron dispositivos que detectan la presencia de monóxido de carbono
Este viernes, la Casa de la Cultura y el Bicentenario, de Actis y Muñiz, fue sede de la presentación de una iniciativa impulsada por el Programa de Voluntariado Universitario -que se lleva adelante con un cuerpo de docentes, investigadores y alumnos de la Unmdp- de concientización y prevención de accidentes con monóxido de carbono que se suma al desarrollo de un dispositivo por parte de un grupo de investigadores de Conicet Mar del Plata que permite la detección de fugas y actúa con el corte del suministro.
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Durante el encuentro, que comenzó a las 18.30 en el auditórium del edificio ubicado en barrio Palermo, además del marco teórico y las recomendaciones prácticas, el Municipio recibió dos equipos de medición de monóxido de carbono que serán utilizados en establecimientos educativos y en la vía pública para detectar el nivel de emanación de gases que producen los automóviles durante controles vehiculares.
El encuentro
En los minutos previos a su disertación, el investigador de Conicet, Miguel Ponce, compartió con El Eco de Tandil detalles del proyecto a la vez que brindó información sobre el funcionamiento del dispositivo de seguridad que previene la formación excesiva de monóxido de carbono dentro de la cámara de combustión de los artefactos posibilitando una acción inmediata de corte del gas combustible ante la presencia del gas tóxico.
En primer lugar señaló que la charla parte de la base de un dispositivo diseñado en 2003 por un grupo de investigadores de la Universidad de Mar del Plata que permite ayudar a prevenir las muertes por monóxido de carbono ya que avisa ante una filtración en un ambiente y corta el gas. La presentación cerró con la entrega de dos sistemas detectores de monóxido y metano para la comuna.
A través del Programa de Voluntariado Universitario, de la Secretaría de Políticas Universitarias del Ministerio de Educación de la Nación, se brindó una capacitación al público presente en el marco de una campaña preventiva que recorre distintos espacios.
El proyecto, que tiene por objetivo final la entrega de los dispositivos a organizaciones o áreas municipales para su uso, tiene una duración de un año. En esta oportunidad se dio inicio en septiembre del año pasado ya que hubo que capacitar a los estudiantes del voluntariado, cada uno de los cuales cumple un determinado rol. “Hay algunos de ingeniería electrónica, de química, de bioquímica y de psicología de la Universidad de Mar del Plata y en total se armó un grupo de 17 personas”, a las que sumó un cuerpo docente y de investigadores de Conicet, detalló Ponce.
Sobre el proceso puntualizó que en simultáneo a la formación se avanzó en la conformación de los sistemas detectores “una tecnología que se desarrolla en Mar del Plata, en la Facultad de Ingeniería”.
El funcionamiento
A más datos el investigador de Conicet explicó el funcionamiento del dispositivo que definió como “sistemas actuadores”, es decir que “detectan monóxido de carbono y cortan el suministro de gas ante su presencia y tienen vías alternativas con metano”.
“Los dos gases tóxicos que hay en un hogar son el monóxido de carbono, que es una mala combustión, o el metano, cuando hay una pérdida de gas”, puntualizó. Y para ello existe una termocupla y una válvula magnética que cuando se apaga la llama corta el suministro.
“Pero puede ser que tengas la llama y haya una pérdida simultánea. Entonces el dispositivo cuando detecta monóxido de carbono pone un sistema que corta el ingreso de gas. Está oliendo permanentemente el artefacto que funciona a gas, ya sea un calefón -que es el más peligroso de todos-, horno, cocina, calefactor, etcétera”, describió.
Y agregó que “además tiene una señal visual y acústica y se conecta a la red wifi con un programa desarrollado” que permite el envío de una notificación al teléfono celular o correo electrónico para alertar acerca de una pérdida de gas.
El artefacto, que se instala en la red de gas por un gasista matriculado en una tarea que se completa “en dos minutos”, consta de una pieza estandarizada para todos los sistemas que hay en Argentina, otra metalmecánica y otra electrónica muy pequeña.
El desarrollo
del sistema
El sistema fue desarrollado en 2003 y en 2007 se finalizó el primer prototipo. A partir de allí y durante cinco años se lo defendió a nivel mundial hasta lograr la patente en 2012.
Una vez que se logró el patentamiento en 2014 se da a conocer públicamente y desde ese momento empezó a tomar relevancia “como un artefacto de importancia porque teníamos la solución para evitar las intoxicaciones”.
Ponce realizó especial hincapié en esa circunstancia al señalar que “el artefacto está pensado para las intoxicaciones, porque son casos que no se declaran”.
De allí la importancia del dispositivo ya que “lo primero que hace es evitar una intoxicación y cuando detecta, corta el suministro”.
“Va a pasar un tiempo hasta que se adecue la normativa de gas argentina y hasta que se pueda instalar el sistema en todos los hogares”, enfatizó Ponce.
Aclaró que “no está a la venta” y argumentó en ese sentido que “no podemos sacarlo de la estructura del Estado” y que la tarea la deberá iniciar Conicet, elevarla al Ministerio de Energía y regular a través del Enargas.
El interés para la comuna
En una evaluación sobre la importancia de la charla, el director de Defensa Civil y Asistencia a la Víctima, Pablo Esquivel, recordó que cuando recibieron la iniciativa enseguida despertó interés dado que resulta necesario “trabajar en la prevención específicamente de los accidentes con monóxido de carbono”.
Destacó también la utilización de los dispositivos en las escuelas de la ciudad, dependencias públicas e incluso en el control del medioambiente con los controles de tránsito para medir la emanación de gases en los vehículos.
Finalmente, y tras agradecer la entrega inicial, no descartó gestiones con el Conicet para lograr la entrega de más sistemas para la ciudad en función de su importancia.
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