Falleció el reconocido docente Osvaldo Rubén ?Pocho? Islas
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Islas tuvo una trayectoria de más de cuatro décadas como profesor en distintos establecimientos de la ciudad y fue también vicedirector de la ex Escuela de Comercio en el turno noche, pero es con la Escuela de Educación Técnica 2 “Ingeniero Felipe Senillosa” con la que más se lo identifica, donde también ejerció como regente del turno tarde.
Directivos, docentes, alumnos y ex alumnos despidieron ayer sus restos al paso del cortejo fúnebre por la institución ubicada en Alem y Maipú.
En 2009, cuando ya se le había detectado una grave enfermedad y había dejado el ejercicio docente, se le brindó un merecido un homenaje colocándole su nombre al gimnasio de la escuela.
Rubén Darío Butte, director de la EET 2, recordó cuando “Pocho” fue su profesor y comentó que “aparte del vínculo que teníamos como autoridades, estaba la relación de amistad de tantos años”.
“Fue una persona sumamente comprometida con nuestra escuela, más allá de trabajar en otros establecimientos. No quería jubilarse, llevaba la camiseta de la escuela con mucha pasión.”, valoró Butte.
El director comentó que Islas tenía “una forma de ser muy especial, una llegada muy profunda con los alumnos y con los compañeros también. Es muy difícil desde un cargo jerárquico llegar a los chicos de la manera que él lo hacía. Era una persona que siempre armonizaba y nunca creaba conflictos. Para la escuela es una gran pérdida. La noticia nos cayó muy mal”.
Formador de
formadores
El “Mono” Viana, uno de los profesores de educación física que se desempeña en la EET 2, manifestó que “a Pocho lo tuve como referente no sólo de la escuela, sino como un referente de la vida”.
“Fue mi profesor en cuarto año del colegio San José, en 1980, por eso puedo hablar de él no sólo como colega sino como docente mío”, dijo.
El docente señaló que “yo llegué en el año 89 a la Escuela Técnica como profe y el primero que me recibió fue él. Tengo los mejores recuerdos”.
Viana definió a Islas como “un tipo entrañable, querible. Un formador, recto y emprendedor, siempre con ganas de hacer cosas nuevas”.
“En todos los lugares donde pasó dejó su huella, su impronta. Hacía todo con mucho cariño para dejar algo a los chicos. Fue un formador nato, un profe con todas las letras”, enfatizó.
El profesor de educación física recordó otro capítulo importante en la trayectoria docente de “Pocho”: “Junto a Alberto Alvarez, fue uno de los dos motores del handball a nivel colegial, que hicieron que los equipos de la escuela llegaran a altos niveles, inclusive hasta ganar un campeonato nacional”. u
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