Falleció uno de los trabajadores accidentados en Metalúrgica Tandil
Ayer en horas del mediodía, se conoció la noticia de que Luciano Vargas, de 31 años falleció luego de estar un día internado en el servicio de cuidados intensivos del Hospital Ramón Santamarina. Los otros dos compañeros , en tanto, permanecían anoche con pronóstico reservado en el centro asistencial.
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Mientras tanto, personal de la Seccional Segunda y de la DDI de Tandil allanaron las oficinas de Metalúrgica en busca de distintos documentos.
El titular de la comisaria Segunda, Jorge López, confirmó que a primeras horas de la tarde de ayer, informaron desde el nosocomio local el fallecimiento de Luciano Vargas. “Según pudimos hablar con el médico de policía, nos informó minuciosamente las cuestiones del fallecimiento. Vargas se encontraba en el sector de quirófano ya que estaban haciéndole unas prácticas, pero lamentablemente no pudo sobrepasar y perdió la vida alrededor de las 14”, detalló el titular de la Seccional.
Cabe recordar que Lucas Serén, de 27 años; Luciano Vargas, de 31 años, y Juan Cruz Andrade, de 34, se encontraban realizando las tareas habituales cuando, por causas que se intentan esclarecer, explotó un horno en la planta. Rápidamente fueron trasladados al Hospital Santamarina, con quemaduras extensas secundarias.
Además, en el lugar donde ocurrió la explosión, se encontraba otro trabajador quien afortunadamente no resultó herido y fue el encargado de socorrer, dar aviso a los bomberos y a la policía de lo sucedido; así como también de relatarle a los peritos la crónica del hecho.
Nuevo allanamiento
López relató que en horas de la tarde de ayer, personal de la Seccional cumplió una orden emanada del Juzgado de Garantía, donde se les encomendó el allanamiento de las oficinas de Metalúrgica Tandil y el secuestro de toda la documentación que tenga relación con el mantenimiento del sector de hornos. Así fue que, junto con personal de la Sub DDI local, se acercaron al lugar y dieron cumplimiento de dicha medida, teniendo en su poder, al cierre de esta edición, toda la documentación para remitirla al Poder Judicial a los fines de su análisis.
Por otra parte, personal judicial se acercó el jueves a la planta con el fin de llevar a cabo un relevamiento del lugar con personas idóneas; aunque independientemente de eso, todavía faltan realizar otros tipos de diligencias. “Una de ellas es el análisis de toda la documentación y el historial del mantenimiento de los 7 hornos que posee la firma. En base a lo que se pueda observar, seguramente vendrán diligencias posteriores. Por lo pronto, la carátula cambió y pasó a ser “Muerte por accidente”, aclaró López.
Parte médico
En el último parte médico enviado ayer por la noche desde el nosocomio local, tanto Lucas Serén como Juan Cruz Andrade, los otros dos operarios afectados, se encontraban internados en el Servicio de Terapia Intensiva como consecuencia de las quemaduras sufridas en la madrugada del 9 de enero. Continuaban en estado crítico, bajo sedación farmacológica y asistencia mecánica ventilatoria. u
Detalles del expediente
Según este Diario pudo conocer del expediente sustanciado en fiscalía, arduo y extenso trabajo demandará el peritaje que permita esclarecer las causales de la tragedia.
A priori, y principalmente por los dichos del principal testigo (el operario que por casualidad estaba apartado de la escena y socorrió a sus compañeros) se descartaría la falla humana. Los trabajadores no hicieron más que las tareas habituales encomendadas.
Se supo el respecto que el operario testigo estaba retirado de la escena porque había ido a confeccionar una herramienta tendiente a limpiar precisamente la boca del horno que por un desperfecto mecánico –se presume- terminó detonando. A ciencia cierta se aclaró que no se trató de una explosión, sino se la graficó como la erupción de un volcán. Se trató de una erupción cuya afectación acaparó casi los 15 metros de diámetro como mínimo.
A la hora de explicar la erupción, los especialistas buscarán dilucidar las causales, aunque la primera hipótesis alude a una pérdida de agua de uno de los caños que abrazan una pared refractaria cual cilindro que rodea al horno de fundición. Si bien se aclaró que dichas cañerías al producirse una pérdida es detectado por el sistema eléctrico y automáticamente apaga el funcionamiento de todos los hornos, en este caso la pérdida pudo haberse producido del lado interno del embudo donde se emplaza el horno y allí detonó la ebullición cual lava de volcán.
Cabe consignar que el horno funde a 1.500 grados centígrados y ante la eventual filtración de agua desde una de las bobinas produce semejante fenómeno explosivo.
Si bien las consecuencias ya son lamentables con la vida de uno de los operarios y sus dos compañeros con un delicadísimo cuadro de salud, se dijo que si el accidente hubiera ocurrido un par de horas más tarde, en el cambio de turno, las secuelas hubieran sido aún mayores ante la mayor cantidad de obreros que habitualmente trabajan en ese turno.
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