La Plaza Independencia se vistió de celeste y blanco
Concluido el desfile del Bicentenario cerca de las 14, la actividad se trasladó a la plaza del centro con una gran kermesse con actividades deportivas, recreativas, una gran batería lúdica, espectáculos en vivo para servir finalmente el tradicional chocolate con pasteles. Y si bien la tarde estuvo bastante soleada, la temperatura no fue de las más amables de los últimos días haciendo que las numerosas familias que colmaron el espacio verde se ubicaran en los canteros, bancos de la plaza o caminaran, termo en mano, disfrutando del mate calentito. Los que no tenían frío para nada eran los chicos saltando en los castillos inflables o participando de los distintos juegos, algunos deportivos, corriendo o saltando, bajo la supervisión de los profesores de la Dirección de Deportes.
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Cabe destacar que una de las cosas que conservan estas kermesses patrias tandileras -que rotan por los distintos barrios- y que hacen que disfruten tanto los chicos, son esos juegos con los que se entretenían sus papás o sus abuelos. Y está bueno, porque se engancha toda la familia, los pibes los conocen y aprenden a jugarlo. Tal el caso del sapo que estuvo muy difundido tanto en la ciudad como en el campo de una forma notoria y que era muy común encontrarlos en las casas, en especial en las galerías o patios. Y este es uno de los entretenimientos que nunca se terminaron de ir porque todavía se ven, por ejemplo, en lugares rurales o viejos clubes de barrio. Y ayer los chicos lo jugaron en el marco de la fecha patria.
Llamó la atención una larga fila en medio de la plaza ¿Qué esperaban esos niños chillones e hiperactivos con los dedos y caritas pegoteadas por los copos de algodón de azúcar? Nada menos que al microbus del Bicentenario que los llevaba a pasear por la vereda de la plaza, visitando en su recorrido, entre otros frentes de edificios el del ex Banco Hipotecario, el Palacio Municipal, la iglesia matriz, la Escuela General Belgrano. Una muy buena idea fue la de hacer un stand donde se pegaron tarjetas blancas para que grandes y chicos le escribieran a la Argentina en su bicentenario, fueron muchos y muy emotivos los mensajes: Paz, Patria querida. Feliz cumpleaños, Te quiero país, se leyeron en las tarjetas ya escritas por la concurrencia.
Satisfacción
Como de costumbre, en estas fechas, el Intendente con algunos de sus funcionarios se dan una vuelta para charlar con los vecinos. Este Diario le preguntó al doctor Lunghi cómo cree que encuentra posicionada a la ciudad este Bicentenario en relación a la formación artística y cultural de los chicos: “Tenemos una banda musical de niños y estamos empezando con la formación de un coro también. Desde el Municipio les brindamos espectáculos especialmente preparados para ellos, hemos agregado uno más para estas vacaciones de invierno además del Festival de la Payasada.
Y no centralizamos las ofertas sino que las llevamos a los centros comunitarios de los diferentes barrios.
Acercamos a las escuelas y jardines distintos espectáculos de magia, música y color –comentó y prosiguió- Tandil en cuanto a la programación artístico- cultural es muy distinta a otras ciudades ya que muchas veces los espectáculos se superponen y en todos hay público. Tandil tiene más educación y la Universidad le agrega un plus”.
Finalmente expresó que “un niño si se ríe y es feliz, será un adulto feliz. Y acá estamos viendo cómo se divierten acompañados de sus familias y esto nos da mucha satisfacción. Que las familias se lleguen a estos lugares de encuentro para festejar unidos es maravilloso”.
Aplausos por favor
A los pies de la glorieta se había emplazado un escenario por el que desfilaron distintos espectáculos de música y danza como el cantante Franco Ferrer, el Ballet de Tango Municipal, la Banda Juvenil Municipal, la Banda Municipal y la Banda de Música del Comando de la Primera Brigada Blindada. Estos últimos tres grupos tocaron en forma conjunta para el final del encuentro en la plaza.
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