Fueron capturados cuando robaban en una casa y ofrecieron plata a los policías para ser liberados
En una reciente audiencia de proceso de flagrancia, el juez de Garantías José Alberto Moragas resolvió convertir en prisión preventiva la detención de Néstor Eduardo Díaz y de Gonzalo Emanuel Sánchez, por considerarlos prima facie coautores penalmente responsables de los delitos de “Robo agravado por ser cometido mediante efracción y escalamiento en concurso real con cohecho activo reiterado”.
Recibí las noticias en tu email
En efecto, días pasados, en la Sala de Audiencias para el Procedimiento de Flagrancia -con asiento en el Tribunal Oral Criminal 1-, el juez José Alberto Moragas, interinamente a cargo en razón de la feria judicial del Juzgado de Garantías 2; el fiscal Gustavo Andrés Morey y el defensor particular, Luciano Tumini, juntamente con sus defendidos celebraron la audiencia que resolvió la prisión preventiva de ambos por el robo perpetrado en una vivienda y el haber intentado coimear a los policías para que fueran liberados.
Sucesos
Según se desprende del fallo, quedó acreditado que siendo aproximadamente las 23.15 del 24 de diciembre de 2014, los acusados se presentaron en el domicilio de calle 11 de Septiembre 1187, habitado por Carlos Alberto Romero y su grupo familiar. Una vez allí, los dos sindicados con la finalidad de acceder al interior de dicha morada, primeramente aplicaron fuerza sobre la cerradura de la puerta de madera de acceso a esa vivienda, pero al no poder abrirla escalaron el frente de dicha casa accediendo a sus dependencias, principalmente las habitaciones.
Una vez adentro, se apoderaron ilegítimamente de un portafolio de color negro conteniendo dinero por la suma de mil pesos aproximadamente, una máquina de afeitar, un teléfono celular, un reloj pulsera y una linterna de color.
Cohecho
Posteriormente a este hecho, una vez que ambos fueran interceptados y aprehendidos por personal policial, primeramente uno de ellos mientras era trasladado en el móvil policial por el subteniente de la Policía Ricardo Emanuel Torres Harsnich, concretamente le ofreció dinero a cambio de su libertad al expresarle: “te doy cincuenta mil pesos y largame”, proposición reiterada que fue rechazada por el citado funcionario público.
Una vez que ambos aprehendidos se encontraban en las dependencias de la Seccional Segunda, y mientras el oficial Matías Ezequiel Núñez se encontraba efectuando el recibo de pertenencias de los sujetos, ambos le ofrecieron dinero de manera reiterada con el mismo propósito de ser liberados al expresarle: “te doy cien mil pesos y sacame de acá, dejame salir”, siendo también rechazado por el uniformado.
Finalmente, cuando fueron alojados en el sector de calabozos de la Seccional le ofrecieron dinero de manera reiterada al teniente Martín Osmar Alegre con idéntico propósito que no se lleve a cabo el acto funcional de ser aprehendidos y ser liberados al expresarle: “¿loco vos estás a cargo?, dejame ir y mando a llamar a mi mujer que te traiga cien mil pesos y nos dejás ir, arreglamos acá nomás y listo, acá no pasó nada”, lo cual fue desestimado por dicho funcionario policial.
La prueba que sustentaron la calificación legal y la responsabilidad penal de ambos imputados, quedó fundada por los testimonios de una testigo, vecina de la vivienda robada, quien reseñó que el día del hecho escuchó desde su domicilio ruidos producto de golpes, y al mirar a través de la ventana pudo apreciar a un hombre que vestía campera de jeans color clarita que daba golpes con su cuerpo como “topetazos” a la puerta de ingreso a la casa de sus vecinos, y que además hacía palanca a la cerradura con un objeto que no alcanzó a divisar.
Posteriormente, relató haber observado descender del interior de un automóvil marca Fiat Uno color blanco que se hallaba estacionado a pocos metros de distancia de la casa de los damnificados, a un segundo hombre, que se acercó al primero de los sujetos mientras éste seguida aplicando fuerza sobre la puerta, parándose en el umbral de entrada de la vivienda de los damnificados.
Seguidamente expresó que, luego de alertar a su esposo de lo que estaba observando, y que éste a su vez llamara al personal policial, al mirar nuevamente por la ventana, pudo observar al sujeto de campera de jean que antes había visto aplicar fuerza sobre la puerta, que se encontraba parado en el techo de la vivienda de su vecino, siendo posteriormente detenido por el personal policial.
El testimonio se complementó con distintas actas de procedimiento policial; siendo también esta declaración acompañada por los dichos de los policías que intervinieron en la detención.
Este contenido no está abierto a comentarios