Gendarmería realizó allanamientos en Tandil y Vela por una causa de presunta evasión impositiva
Los mismos fueron desarrollados por Gendarmería Nacional e impulsados por el Juzgado Federal de Azul a cargo del juez Martín Bava. Tanto las fuentes judiciales como de la AFIP, actuaron con total hermetismo en esta causa.
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Según las primeras aproximaciones que trascendieron, las diligencias se realizaron en el marco de una investigación vinculada con evasión impositiva a raíz de una denuncia de la Administración Federal de Ingresos Públicos (AFIP).
Gendarmería durante las primeras horas de la mañana llegó a un domicilio ubicado en Belgrano 1719, lugar de residencia de la contadora Claudia Abraham.
Los vecinos del barrio tampoco tenían conocimiento sobre detalles del operativo y se mostraron sorprendidos ante la llegada de Gendarmería al lugar, quienes fueron los encargados del procedimiento.
En lo que respecta a la causa puntual y el motivo del allanamiento tanto en Tandil como en Vela, las autoridades judiciales no dieron precisiones. A pesar de consultar con la delegación local de la AFIP, con la Fiscalía con asiento en Tandil, como con el Juzgado Federal de Azul, se cerró un gran hermetismo en la investigación que lleva adelante el juez Bava y que vincula tanto a una familia de Tandil como otra de Vela.
Hasta el momento, la investigación seguirá su curso y los detalles de la misma se conocerían al momento en que el juez dicte sentencia sobre este caso.
En Vela
En cuanto a los procedimientos efectuados en María Ignacia Vela, uno se concretó en Avellaneda 590, en la vivienda de Fabio Di Fonzo. El otro allanamiento fue en la oficina de Nicolás Di Fonzo, hermano de Fabio, en Mitre 643.
Ambos operativos demandaron varias horas en las cuales Gendarmería y la AFIP actuaron en el lugar.
“Violentaron la puerta con un fierro como si yo hubiese matado a alguien”
Muy disgustada por lo sucedido, la contadora Claudia Abraham se desvinculó de los hechos de presunta evasión impositiva que desencadenó el allanamiento en su vivienda.
En diálogo con El Eco de Tandil, manifestó que “fue un momento sumamente desagradable porque violentaron mi casa literalmente. Yo no estaba, mis hijas estaban solas y no abrían porque pensaban que era un robo. Entonces violentaron la puerta con un fierro como si yo hubiera matado a alguien”.
“El allanamiento fue porque tengo el domicilio fiscal de un cliente. Hacia él era el procedimiento, que tiene el domicilio fiscal en mi casa. Yo no tengo nada que ver”, remarcó.
Y añadió que “me tomó totalmente de sorpresa, pensé que era un robo. Yo no estaba y no esperaron a que llegara. Cuando llegué tenía la puerta rota”.
En cuanto al procedimiento en sí, indicó que “me pidieron papeles de mi cliente y se los llevaron. Nada más. No se metieron más en mi casa porque no es una cuestión hacia mí”.
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