Gran conmoción por el caso del hombre que vivió por un mes con el cadáver de su madre
Diversos diarios y agencias de noticias nacionales reflejaron en las últimas jornadas en sus crónicas la información acerca del hallazgo del cuerpo de una mujer de 88 años que había fallecido hace más de un mes y que permanecía en la vivienda que compartía con su hijo, quien actualmente es sometido a un tratamiento psiquiátrico.
Como se informara, el cuerpo de María Esther Alpires de Fernández fue hallado en su cama en avanzando estado de descomposición, luego de que la policía forzara el acceso a la vivienda de Chacabuco 677.
Las particularidades del caso concitaron la atención de medios nacionales, que lo incluyeron en sus ediciones digitales y lo compararon con otros casos similares que han conmovido a la ciudadanía en otros momentos.
Los estudios médicos realizados en el cuerpo descartaron la existencia de dolo y atribuyeron el deceso a causas naturales.
En tanto, el psicoanalista y referente del Foro de Salud Mental Angel Orbea afirmó que ?evidentemente, cuando la psicosis toma estado público la ciudadanía se conmueve? y acotó que ?en un caso en que el cadáver permanece durante un mes en la misma casa donde está su hijo -que está catalogado como insano- nos lo muestra y debe hacernos reflexionar sobre el alcance y la dimensión pública que tienen las psicosis?.
Mencionó como ejemplo de tales patologías ?una esquizofrenia, un estado de paranoia, una locura psicopatológica, pero no las locuras que uno hace en la vida, sino un estado?, aclaró.
Orbea dijo que en general ?muestra la fijeza, porque creo que se trata de un cuadro de psicosis por la persistencia de un amor filial o -si se quiere- la dependencia del hijo hacia su madre, más allá de los límites de la vida?.
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No es atípico
El profesional indicó que ?no extraña esta situación en la psicosis? y dijo que ?conocí muy de cerca un caso en el que sí había sido un matricidio. Ella estaba muy enferma y el autor la puso en el bañadera y la tapó con cal. Allí la tuvo cuatro meses?.
Si bien ?en este caso no hay un homicidio, es similar por la persistencia de este vínculo que podríamos decir es al infinito entre la madre y el hijo?.
Mientras tanto, el enfermo permanece ?intacto, como si no hubiera ocurrido nada. Por eso decimos que estamos ante una psicosis: no es que haya un homicidio que se quiso ocultar sino que seguramente se hizo dentro de un marco de total ingenuidad como es la locura. No hay intención de ocultar un hecho, dentro de la persona psicótica?.
Según la información que le llegó, el hombre ?no está en condiciones de discernir la responsabilidad y es claramente una persona insana que será tratada, por lo que no se la llevó a la cárcel sino al servicio de salud mental, que es el lugar indicado?.
Al analizar las repercusiones que tuvo la noticia, Orbea dijo que ?eso muestra el alcance público que tienen las patologías en salud mental?
La locura
Durante su análisis, el profesional no dejó de lado que en algún momento el hijo de la mujer era reconocido por la calidad de su trabajo y lo atribuyó a ?lo que se llama psicosis subclínica, latente o pre-psicosis. La persona es psicótica, pero no ha tenido oportunidad de desencadenarse. A partir de algún acontecimiento de la vida, como puede ser el nacimiento de un hijo, la pérdida del trabajo o un cambio abrupto, se desencadena le enfermedad y se corta todo lo que venía haciendo anteriormente, apareciendo la psicosis con sus manifestaciones: delirio, alucinación perseverancia y fijeza?.
Explicó que ?en la psicosis, el otro -en este caso la madre- tiene todas las razones sobre él. Hay casos de personas psicóticas que viven como linyeras en la calle y en pleno verano están envueltos en trapos, con mugre e infecciones. Esa persona -que seguramente es esquizofrénica- toma todo lo que envuelve su cuerpo como una continuidad de éste, por lo que cambiarlos o lavarlos a veces obliga a dormirlos porque era como despellejarlos. La locura es el límite mismo de lo humano?.
Acotó que tales personas ?pueden salir de sus brotes y pueden volver con tratamiento a una vida normal, entre comillas. Hay casos de personas que no tienen antecedentes y el brote se consuma una sola vez, alrededor de un acontecimiento extremo como puede ser un homicidio en el caso de Barreda o esta situación o incluso el suicidio?.
Reiteró que ?estos casos extremos, que tienen una dimensión pública, conmueven a la sociedad?.
Antecedentes y falta
de políticas
Orbea recordó que ?en Tandil hace algunos años una enferma mental mató a su pareja, un ingeniero de la Universidad. Hubo distintos casos que nos muestran que las psicosis y las cuestiones de salud mental trascienden el mero hecho médico y toman una repercusión jurídica?.
El paciente incluso con un hecho así ?hasta puede estabilizarse y puede establecer un límite: mientras esté el cuerpo de la madre allí hasta podría armar su vida. En algunas de las vertientes un hecho concentra toda la locura de una persona y puede que no se considere enferma, lo que demuestra que el caso es bastante grave?.
En otro momento el profesional aclaró que ?no se vuelve psicótico aquel que quiere, ni siquiera cualquiera. Hay cosas muy puntuales que si uno rastrea lo van conduciendo de manera incuestionable hacia el momento del desencadenamiento y la entrada de la persona en la psicosis?, acotó como mensaje tranquilizador para la sociedad.
Orebea recordó que ?siempre llamo la atención de que es necesario en Tandil preparar a los servicios de salud para este tipo de cosas que son inevitables. Pero si tuviéramos un programa de salud mental podríamos decir que hicimos todo lo posible. Hoy la cuestión de la salud mental no está bien atendida en Tandil y en la provincia?, sentenció.
Es que ?los servicios de salud mental son como el furgón de cola de todos los sistemas sanitarios del país. Es el sector más desplazado y carenciado de los sistemas públicos de salud y es un gravísimo error?, sostuvo.
Para el especialista ?si estuviera funcionando en Tandil el hospital de día, serían muchos los traslados a internaciones que se ahorraría el Municipio. En economía sanitaria, tener un programa de salud mental es un ahorro y no un gasto?.
Además de casos como el que trascendió el jueves, ?que es dramático y patético, hay un sinnúmero de situaciones diarias y cotidianas que aparecen bajo la forma de intentos de suicidio. Un profesional nuevo en Tandil está totalmente asombrado por cómo en la guardia se ven intentos como no veía en otros lugares del Gran Buenos Aires?, culminó.*
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