Hoy hace dos años que se fue René Lavand
Tres migas y un pocillo, para una lágrima.
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Una lágrima, es la que dejo caer la carta, esa carta que vemos al pie de esta nota y que fue mirada, observada y viralizada en las redes sociales el 7 de febrero de 2015, un día que la magia nos abrazó desde lo más alto, y que la ilusión nos dejo por unos momentos, solo para darle el adiós y un hasta luego, maestro.
No podré evitar la emoción ni la melancolía, pero trataré de ser lo más objetivo posible, para contarles lo que significó René Lavand para la Asociación Cine Tandil y para el Tandil Cortos, nuestro “Padrino” en ambos casos. Es por eso que cuando uno debe despedir a un maestro de la vida, debe hacerlo de la mejor manera o de la que uno cree posible el merezca, y René merece todo. Por tal motivo no podíamos dejar pasar este momento, porque él no estará en la butaca pero seguramente nos estará dando fuerzas y guiando desde el lugar que solos algunos pocos pueden lograr, el de la inmortalidad.
Decir que estuvo presente desde nuestros comienzos, es recordar que el primer corto proyectado en el primer festival del 2004, fue uno de René, filmado en España. En el 2005 fue él mismo quien lo presento en el festival, y contó las anécdotas de ese “Contrapunto”, corto inolvidable, debimos repetirlo debido a la magia que había generado. Ese mismo año a través de la asociación y la videoteca pudimos revisar su trayectoria, y reconocerlo, pero en el 2009 nuevamente lo homenajeamos con el “Ojo de Piedra”. Fue también el año que René decidió apadrinarnos en el nuevo proyecto de “Videoteca” con sede propia, fue así que cuido de nosotros en cada momento, era el primero en pasar todas las mañanas, “hay que juntar más socios y llegar a los 1000” (afirmó en la apertura),” que cada uno traiga a otro” y así miles de anécdotas en cada lugar, en cada nueva sede que tuvo la entidad. Los festivales siguieron y el maestro nunca nos dejó, ni en las buenas ni en las malas, siempre dando el aliento, siempre aconsejando. Es por eso que desde nuestra ONG queremos darles las gracias a Nora, su acompañante de ruta y a sus hijos Graciela, Julia, Lauro y Lorena, sus nietos Abril, Carla, Micaela y Kevin, que nos permitieron darle este pequeño mimo de despedida, Por esto y muchas cosas más, te vamos a extrañar René .
(Luciano Majolo)
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