Hoy se celebra el Día del Ingeniero Agrónomo y del Médico Veterinario
La entidad que agrupa a los ingenieros agrónomos de Tandil es el Círculo de Ingenieros Agrónomos de Tandil y su actual presidenta, ingeniera agrónoma Natali Lázzaro, destacó que la institución tiene una historia de medio siglo.
Explicó que “me sumé en el último tiempo y venimos trabajando para generar espacios de difusión y transferencia de tecnología, estamos íntimamente ligados al Inta y celebraremos nuestro día junto a los profesionales veterinarios”.
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Junto a su colega y vocal de la entidad Fanny Martens, explicaron que a lo largo del año se ha participado de varias capacitaciones. “En esta gestión se evidencia una mayor integración con el resto de las instituciones, ya que estamos vinculados no solo con Inta sino que nos hemos sumado a Asagir, Aapresid, Crea, los nodos, municipios y otras instituciones. Tratamos de participar de todo lo que se pueda en forma articulada y creo que esa es la estrategia distintiva”.
Ello surge “de la necesidad de agruparnos por algunas temáticas específicas que las distintas instituciones veníamos trabajando por separado, por lo que se generó el espacio para unir y responder a la demanda de los profesionales técnicos a través del conjunto de las instituciones. Eso genera un beneficio grandísimo para los esfuerzos y poder intercambiar entre los colegas”.
Servicios a los asociados
Actualmente el Círculo cuenta con 60 asociados, aunque “llegó a tener más de 150 en algún momento de su historia”, dijo Lázzaro.
Añadió que en su gestión “decidimos hacer un fuerte hincapié en buscar beneficios para nuestros socios y hay muy buenas propuestas”.
Ejemplificó que “en materia de jornadas técnicas, tanto locales como regionales, nuestros socios tienen acceso gratuito o con un importante descuento. Hace más de dos años que nos reunimos con asociaciones o centros de ingenieros agrónomos del sur de la provincia para generar este acuerdo”.
Adelantó también que se trabaja “en un proyecto de cursos inglés técnico para los profesionales, probablemente gratuitos, ya que gran parte de la información que tenemos que leer está en ese idioma”.
Otra de las demandas recibidas tiene que ver con la posibilidad de contar con alternativas en materia de obra social.
Una profesión en movimiento
Las referentes se entusiasmaron al analizar la evolución permanente a la que está sometida la actividad profesional y al aporte que realizan los ingenieros.
En tal sentido, Fanny Martens afirmó que “la profesión es sumamente amplia” y ejemplificó que “quienes tienen mi edad y cursaron en la zona lo hicieron cuando el cultivo más importante actual en superficie -la soja- prácticamente no existía. En la carrera apenas se daba una mirada sobre la soja”.
Añadió que “permanentemente se nos están agregando cosas: problemáticas y cultivos nuevos, y nuestras incumbencias van cambiando”. Entre los problemas más acuciantes del momento mencionó a las malezas. “Recuerdo que cuando entré en el Círculo lo era el Mal de Río Cuarto, al que las nuevas generaciones no lo vivieron”.
Alimentos y sustentabilidad
La evolución hace que la actualización permanente sea una demanda central. Natali Lázzaro explicó que “como profesionales tenemos una función que es primordial, como es la producción de alimentos. Tenemos que cumplirla con responsabilidad, por lo que no hay otra forma que estar actualizado y con toda la información”.
Destacó que “en la última década se ha tomado mucha conciencia sobre la sustentabilidad ambiental y la necesidad de cuidar un recurso que tenemos que dejar para nuestros nietos. Por eso es fundamental que todas las técnicas que apliquemos sean amigables con el ambiente y que -además- nos permitan producir en base a la demanda que tenemos de alimentos”.
Enfatizó que “la población mundial sigue creciendo y se van a necesitar alimentos. Tenemos el desafío de responder y cuidar el ambiente”.
Recalcó que “una de las funciones del Círculo es tener esa información accesible tanto para nuestros colegas como para productores. Es así que organizamos jornadas no solo para asesores técnicos sino también para productores y que a lo largo de la historia del Círculo se han hecho algunas abiertas para la comunidad”.
Por su parte, Fanny Martens explicó que “para trabajar en la sustentabilidad tenemos una herramienta, las Buenas Prácticas Agrícolas (BPA), como marco para el uso de las tecnologías tanto de insumos como de procesos, para producir algo que sea rentable, socialmente aceptable y adecuado al ambiente”.
Entre las acciones propias del Círculo de Ingenieros Agrónomos de Tandil en tal sentido se recordó que las acciones sobre el tratamiento de envases vacíos fue uno de los acercamientos más claros con la problemática ambiental.
“Comenzamos a trabajarlo en 2002, pensando que era una cosa sencilla de resolver. Hace un par de meses nos visitó gente de la Sigen porque está en su etapa final la Ley de Envases. Veíamos un punto y es algo que pasa en general en la agronomía. En realidad los envases están relacionados a como se dosificó, a la máquina y a un montón de cosas más. Jocosamente se dice que la agronomía es ‘la ciencia del depende’, que todo depende de todo”.
Una entidad abierta
Se indicó que desde el Círculo de Ingenieros Agrónomos se trabaja “tomando las demandas de los socios y de los no socios, ya que el CIAT está abierto a la comunidad ante cualquier duda que tenga con respecto a la agronomía. Esas demandas se tratan en las reuniones quincenales de comisión directiva y tratamos de brindar respuestas en los temas técnicos, legales y otros que infieran en el desarrollo de la profesión”.
Asimismo, la comunicación ocupa un lugar importante ya que “toda información que recibimos tratamos de difundirla entre los asociados”.
Otro gran eje de trabajo el que “nos estamos adentrando en el apoyo a la generación de trabajo para los jóvenes profesionales. Se trata de impulsar desde el año pasado la inserción laboral de los recién recibidos”, recalcó Lázzaro, mientras que su colega acotó que es “la deuda pendiente que tenemos desde las facultades”. u
El panorama agrícola actual
Al analizar la situación general de la agricultura en la zona, la presidenta del Círculo de Ingenieros Agrónomos de Tandil dijo que “venimos saliendo de una campaña húmeda, complicada para la cosecha de soja, pero se avanzó mucho, al igual que con la siembra de cultivos de invierno (cebada y trigo)”.
Si bien “el productor está con buen ánimo para la siembra a raíz de todos los cambios que se han dado, comparado con otros años el proceso va atrasado. Se está empezando a sembrar trigo y se debió cambiar por variedades de ciclo corto. Hay gente que desistió de hacer fina y se pasó a un cultivo de verano en gruesa”.
Consultada acerca del nivel de adopción de tecnologías comentó que el avance “va de la mano de hacer eficiente el uso de insumos. Hay una buena adopción siempre y cuando se tengan resueltas otras cuestiones, como por ejemplo manejo de personal, manejo y acondicionamiento de herramientas. La agricultura de precisión incluye entre otras cuestiones dosificaciones variables y siembras por ambiente, con el objetivo principal de hacer eficiente el uso de ese insumo, ya sea herbicidas, semillas, fertilizantes”.
Fanny Martens especificó que “hay un gradiente de uso. Hay mucha tecnología disponible y muchas novedades tecnológicas. Resta un trabajo grande en el tema de la adopción, ya que tiene que generarse una ventaja para adoptarlo” y se entusiasmó al señalar que “se justifica mucho ser ingeniero agrónomo porque todavía hay mucho por hacer”.
Recordó que en un reciente congreso se planteó que “la zona núcleo triguera tiene un atraso de cantidad de muestras por hectáreas comparado con Brasil en algo básico como es el muestreo de suelo. En tanto en el congreso sobre pulverizaciones se dijo que ha ido bajando la venta de tarjetas hidrosensibles utilizadas para medir la cantidad de gotas que caen por centímetro cuadrado. Es decir, hay mucho por hacer. Hacer muestreo de suelos y usar esas tarjetas, mejora muchísimo todo”.
La presidente de los ingenieros agrónomos de Tandil fue contundente al marcar que “si no están esas cuestiones básicas resultas, uno puede adoptar una tecnología de precisión pero no va a tener el máximo resultado”.
Con perfume
de mujer
Natali Lázzaro es la primera mujer que preside al Círculo de Ingenieros Agrónomos de Tandil y lo ha tomado como “un desafío grande”.
Admitió que cuando el año pasado se lo querían proponer decía “ni loca, básicamente por una cuestión de experiencia”.
Pero al madurarse la idea sus compañeros convencieron a esta inquieta profesional tandilense de 30 años de edad, egresada de la Facultad de Ciencias Agrarias de la Universidad Nacional de Mar del Plata.
“La realidad es que lo acepté porque hay un grupo muy bueno atrás, que no me deja sola y me apoya en todo. Para mí es un orgullo porque confiaron en mí, a la vez que es un desafío trabajar en mi ciudad, defender mi profesión. Lo puedo hacer porque están ellos atrás, se trabaja en conjunto”, concluyó.
La celebración
Natali Lázzaro recordó que la celebración del Día del Ingeniero Agrónomo se realizará con un almuerzo a servirse hoy, organizado en conjunto con los profesionales de las Ciencias Veterinarias. “Decidimos hacerlo en nuestra querida Escuela Agrotécnica, la Granja, donde gran parte de los ingenieros agrónomos y veterinarios de Tandil hicimos la escuela secundaria y a la que tenemos bastante amor. Es un modo de colaborar con la escuela y de sentir que volvemos a ella”.
Añadió que resulta muy particular también este año, ya que el establecimiento está celebrando su centenario.
Fanny Martens, en tanto, acotó que “encontrarnos socialmente es sumamente importante para nosotros, ya que nos genera la expectativa de ir sumando más colegas al grupo de trabajo, más allá de lo social”.
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