Hoy se repone en Bajosuelo la obra “El hombre de los lobos”
Regresa a las tablas la obra protagonizada por Wenceslao Vulcano Fernández y Nicolás Arizcuren, quien además escribió y dirige la pieza teatral: “La verdad que me sentí muy cómodo dirigiéndola, en este caso fue una experiencia nueva para mí”, nos cuenta Nicolás. La comedia dramática se podrá ver hoy y mañana a las 21 en Bajosuelo, la nueva sala hace poco inaugurada en la ciudad.
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La obra cuenta la historia de un psicólogo de pueblo que, sin quererlo, se encuentra con una persona dentro de su casa que está buscando algo. Los dos quedan encerrados en ese departamento con la policía afuera, con lo cual se ven obligados a compartir un tiempo juntos. Allí comienzan a darse diálogos entre ellos, siempre basados en el tono de la comedia dramática, pero que tratan de reflexionar un poco sobre la visión que tiene cada uno del otro. Para uno de ellos, el psicólogo puntualmente, quien irrumpió en su casa es un bárbaro -por esa cosa de civilización y barbarie que nos viene desde Sarmiento-. Y para el psicólogo, el psicólogo es una persona totalmente acartonada. Cada uno tiene una visión del otro que hace que los diálogos, a medida que avanza la obra, nos hacen dar cuenta de que no están tan distantes uno del otro como ellos creían.
-¿Cuál fue el disparador para escribir la obra?
-Tenía ganas de ver, como espectador, una comedia con contenido, con mensaje, con densidad. De alguna manera, lo escribí para poder leerlo también.
-Se puso en el lugar del espectador.
-Totalmente, porque era como un híbrido bastante raro: una comedia por momentos blanca y por momentos negra donde se tratan temáticas a veces filosóficas, a veces psicológicas… y quería volcarlo de una forma tal que el público lo pudiera recibir con más facilidad.
-La obra tiene un perfil psicológico en el abordaje de los temas. Más allá que uno de los personajes sea un psicólogo. ¿Usted se analiza?
-Sí (risas). Y en esta obra con características especiales jugamos con mucha facilidad con algunas temáticas y otras apenas las tocamos. Como para decir “estiramos un poco el límite y llegamos hasta acá dentro del humor”. Pero creo que siempre depende del contexto. No es usual encontrarse en el ambiente del teatro con temáticas tan específicas y atractivas como la psicología. Argentina es uno de los países con más psicólogos y más psicoanalizados del mundo, entonces la obra es un éxito que ya se veía venir. A pesar de que estrenamos en La Confraternidad en una fecha complicada…
-¿Qué críticas han recibido?
-La gente más especialista en teatro, que se enfoca en cuestiones mucho más escénicas, nos hizo críticas espectaculares para poder mejorar y pulir el producto. Por otro lado al público le encantó. Les cuesta encontrar palabras y eso esta buenísimo. Cuando el público no sabe cómo decirte todo lo que le gustó es porque indudablemente se logró el objetivo.
-¿Los psicólogos le dieron su opinión?
-Sí y debo reconocer que me sorprendió gratamente. Me costó muchísimo encontrar que cada uno de los diálogos y los diagnósticos psicológicos tuvieran un fundamento teórico. No es que el personaje dice “sarasa”. Recibí críticas de psicólogos que me dijeron “qué bueno que lo que dice es verosímil”.
-¿Cómo motiva al público para que vaya esta noche o mañana?
-Contándoles que es una comedia divertida. Se plantea un mundo completamente diferente, no visto, a través de distintas artillerías de humor: humor blanco, humor negro, cinismo, crítica, sátira… Y después, una vez que estás sentado ahí, tenés que estar predispuesto también para el trasfondo de la obra y para verte reflejado, más si vas con tu pareja, en esas problemáticas cotidianas pero complejas. No digo que le cambia la vida a una persona pero la hace pensar…
Ficha técnica
Título: “El hombre de los lobos”
Fecha y hora: Hoy y mañana a las 21.
Lugar: Teatro Bajosuelo (Rodríguez 457)
Tipo de espectáculo: Obra de teatro
Género: Comedia
Actores: Nicolás Arizcuren y Wenceslao Vulcano Fernández.
Autoría y dirección: Nicolás Arizcuren
Sinopsis
Un terapeuta de pueblo ve sorprendida su rutina diaria ante la irrupción de un desconocido en su casa. La dinámica entre dos personas de mundos opuestos que se encuentran encerradas e intentan iniciar un diálogo desde sus preconceptos sobre el otro. El dinero, el amor, la fidelidad, el sexo, la familia, tratados desde dos ópticas diametralmente opuestas y a contrarreloj, por la inminente intervención de las fuerzas policiales. Una comedia donde los roles preestablecidos van mutando, para dar lugar a autodescubrimientos que llevarán a un desenlace inesperado. ¿Quién necesita algo del otro? ¿Quién está ayudando a quién? Entre estos enredos e incertidumbres, hay una sola certeza: A los nenes malos, se los come el lobo…
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