Imprescindibles y cementerio, en tiempos de lunghismo puro
Dosis de lunghismo puro es lo que muchos avizoran desde el interior o los aledaños al gobierno municipal de Miguel Lunghi para el período que se abrirá a partir de diciembre de 2009 con miras a una nueva reelección en 2011, cuando culmine el segundo período del pediatra al frente del Municipio.
Para quienes sostienen esta tesis, los únicos dos referentes del radicalismo, capaces de discutir en fuertes términos políticos con Lunghi, los nombres, acciones y matices del Gobierno con su jefe, Julio Elichiribehety y Carlos Fernández, empiezan a ser parte del pasado.
Ya no juegan o, si lo hacen, no consiguen los resultados que quizás hace seis meses obtenían con escaso esfuerzo desde el centro de la escena.
En la mesa chica del Gobierno, al senador provincial electo se le atribuía el rol de escudero todo terreno, una especie de escudo antimisiles que ofició de frontman ?mediático y despachos adentro- en las batallas más arduas, pero que ya no estará aquí sino que desandará vericuetos platenses.
Al avezado en cuestiones sociales se le asignaba preponderancia en la ingeniería electoral: desde los números de los sondeos, la imagen, los slogans, esa menudencia que se reedita cada dos años, pero en la que siempre hay que laborar para perpetuarse. Tampoco estará en el centro de la escena y menos en los barrios en los que había hecho pie pese a las históricas dificultades, del radicalismo vernáculo, a la hora de ingresar en esos terruños vecinales.
Fuera de escena quienes acaparaban el oráculo L, la nueva primera línea parece ahora diseñada entre los nombres de Mario Civalleri, Matías Civale, Juan Pablo Frolik y Marcos Nicolini.
Pero a ninguno de ellos se le atribuye peso para evitar las dosis de lunghismo puro que imprime el jefe a todo, que podrían marcar el rumbo del Gobierno municipal cuando afronte la culminación del segundo período. Justo cuando la economía no tiene ese viento de cola que casi todo financió, pero que ahora desfinanció desde el gasto público.
Menos aún se los ha visto en los roles que abandonan ahora sus correligionarios. ?El cementerio está lleno de imprescindibles?, sostienen ahora quienes más comulgan con la tesis del lunghismo puro, y hasta en esos términos se atreve a arengar algún concejal ultraoficialista.
De todos modos, el reacomodamiento es incierto y resultará un desafío.*
Recibí las noticias en tu email
Este contenido no está abierto a comentarios