Imputabilidad, mayores en la industria del delito
Por cada menor judicializado, separado de la sociedad, internado en un instituto o recluido en una cárcel de la Argentina, habrá una decena de adultos punibles por la ley -con inteligencia, compromiso y voluntad desde el Estado- que seguirá viviendo de la industria del delito.
Cada vez que desaparece una moto, un coche, un celular o un estéreo, o se viola la privacidad de un hogar, el adolescente ya fue tentado por el mayor para que cometiera el hecho.
Hay otro adulto dispuesto a proveerle el arma, uno más que manejará el auto, y otro ya dispuesto a colocar lo sustraído en el mercado negro. Habrá otro adulto especializado y dedicado a comercializarlo acá o en otra localidad vecina y, otro más, que posiblemente lo comprará por un valor menor al que ese producto tiene en el mercado formal.
Lo dijo hace unos días el juez en lo Contencioso Administrativo de La Plata Luis Arias, para quien ?si la edad baja a 14 años, las organizaciones delictivas van a \’ocupar\’ menores de 13?.
Arias consideró que ?el de los menores es uno de los aspectos, el menos relevante?, ya que ?son la punta de lanza de las organizaciones delictivas, precisamente porque son baratos e inimputables?.
Se preguntó ?¿qué hace un chico con un auto robado?? a lo que respondió: ?Hay un adulto que lo comercializa, hay autopartes y gente que las compra; si no hubiera demanda no habría robos?.
Evidentemente, hay contradicciones que provienen desde el mismo Estado en las que no interviene menor alguno y que deberían ser resueltas, si se quiere buscar soluciones profundas al problema.
Sucede en un distrito como provincia de Buenos Aires que es, lejos, el más poblado de Argentina y en el que se registra uno de los mayores índices de delincuencia del país; en todo el año 2008 fueron expulsados 579 policías y en el primer semestre de 2009 los destituidos ascienden a 201.
Entre los informes oficiales que funcionarios y voceros del Ministerio de Seguridad hacen circular entre los medios, se destaca el que asegura que la policía de la Provincia de Buenos Aires expulsa por delitos graves a uno de sus integrantes cada 48 horas.
¿Acaso los menores convencen a los mayores, inclusive a aquellos que deben evitar el delito, para que delincan?
Mientras el gobernador Daniel Scioli insiste con bajar la edad de imputabilidad de los menores a 14 años, a los mayores que manejan y digitan la industria del delito no les costará nada bajar la edad de los reclutados.
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