Jorge Newbery estuvo más cerca que nunca
Fue anoche, indudablemente, cuando más cerca se sintió Jorge Newbery de la victoria en lo que va de la temporada del Provincial de Clubes de básquetbol.
El equipo bataraz estuvo arriba en el score durante más de tres cuartos, pero aflojó en el final, para terminar cayendo por 74-67 ante Liniers de Bahía Blanca, por la sexta fecha de la Zona Sur.
La escuadra visitante tuvo mayor temple en el epílogo, tramo en el cual se apoyó en dos de sus figuras, Fernando Larrañaga y Martín Allende, para hacer suyo un juego que le había resultado adverso en buena parte de su desarrollo.
Es que desde el inicio el bataraz impuso condiciones, sostenido en la acertada conducción de Urdampilleta (de impecable partido), la determinación de Roselli e Ida para atacar el canasto y la habitual injerencia de Argüeso en los dos tableros.
Con esos argumentos, más la puntería que ofreció Orellano tras emerger desde el banco, el dueño de casa llegó a disfrutar de una diferencia superior a los diez puntos (23-12), sobre el cierre del cuarto abridor.
Del otro lado de la cancha, Larrañaga comenzaba a dibujar su muy buena noche, cargando sobre sus hombros la ofensiva de su equipo. El ex Estudiantes de Bahía Blanca redondeó una notable primera mitad, anotando más de la mitad de los puntos de su equipo (17 sobre 33), encontrando en el segundo cuarto una interesante colaboración de Sebastián Rodríguez.
Pero Newbery pudo mantenerse arriba, porque su rival se cansó de fallar desde el perímetro (1/12 en la primera mitad), lo que le permitió permanecer en zona, apertrechándose en las inmediaciones de su cristal para capturar el rebote defensivo.
Pero algunas desconcentraciones y su magra eficacia en libres (4/12 en los primeros 20?) propiciaron que los tandilenses lleguen al descanso largo con apenas 5 puntos de luz (38-33).
Tras el paso por vestuarios, Liniers ajustó su defensa, pero perdió consistencia ofensiva dado que Quetí le dio descanso a Larrañaga.
Newbery se sostuvo en base al vertiginoso Urdampilleta, que supo limpiar el camino para abastecer a un Argüeso intratable en sus embates frontales al cesto.
Así fue que el bataraz, liderado por ellos, volvió a distanciarse en los guarismos, pero su pésimo cierre de cuarto, plagado de pérdidas, hizo que su rival vuelva a ?soplarle la nuca? al momento de ingresar al segmento definitorio.
En él, Liniers se desenvolvió mejor. Como le ha ocurrido en otros juegos, Newbery forzó sus ofensivas y recurrió a desprolijos arrestos individuales, que lo llevaron a chocar de manera recurrente.
Los bahienses fueron más lúcidos, tuvieron a un Larrañaga impecable, que en el último cuarto no sólo aportó 8 puntos sino también repartió juego para sus compañeros.
La esperanza local revivió con dos bombazos de Orellano, pero su rival, prolijo en sus ofensivas estacionadas y explosivo en sus esporádicas corridas, terminó de torcerle el brazo.
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