La causa avanza y la principal hipótesis se mantiene
Casi en paralelo al “ruido” mediático y declaraciones disidentes el curso de la instrucción a la que pocos han tenido acceso, la investigación sigue sumando elementos que fortalecen la hipótesis de una relación sexual consentida que, al considerar la edad de la menor, podría derivar en una eventual imputación por estupro, figura penal compleja de la que también obliga a contar con elementos probatorios sustentables como para arribar a una acusación de ese calibre.
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Por lo pronto, se conoció que mientras desde el centro asistencial marplatense se desmintió categóricamente lo expresado por el abogado Maximiliano Orsini sobre la reacción de la nena una vez recuperada la conciencia, hubo una ampliación del informe del médico policial, quien no hizo más que ratificar aquella primigenia teoría. Que a la luz de las lesiones detectadas no se puede hablar de violación y que las heridas constatadas más allá de lo descripto en sus partes íntimas se corresponden al accidente de tránsito rutero sufrido.
Se cree que más allá de la zona vaginal de haber existido una relación forzada, violenta, debió constatarse otros vestigios de lesiones en partes cercanas a las íntimas, como así extremidades que hagan sospechar de una resistencia. Así también rasguños y/o rastros debajo de las uñas una eventual relación forzada. Nada de ello habla el cuerpo de la menor, al decir del médico legista.
De todas maneras, a partir de la evolución de la paciente, se prevén nuevos peritajes (más allá del aguardo de los resultados del hisopado que oportunamente se realizó) que profundicen los estudios respecto al estado interno de la zona íntima de la menor que permitan más datos sobre las lesiones que motivaron la presunción de un abuso.
Más testigos
En otro orden siempre dentro de la instrucción, se aguarda por el comparendo de más testigos que formaron parte de aquella fiesta de cumpleaños donde se desencadenaron los hechos cruelmente ventilados. Como se informó, hasta aquí del entorno de la menor que declaró aludió a una escena violenta o sospechas de que la víctima era sujeta a una relación forzada.
De todas maneras, vale aclararlo, la causa está en plena instrucción con posibilidad cierta de que aparezcan testimonios que reviertan lo que hasta aquí se cuenta como hilo conductor de lo que sucedió aquella noche de sábado, madrugada de domingo.
Claro está que será fundamental la palabra de la víctima, quien ha sido empujada a una exposición increíble y por quien deberán velar con atención terapéutica para poder transitar lo que suceda, habiendo o no sido abusada.
Dependerá de los psicólogos y psiquiatras intervinientes dar cuenta sobre cuándo la joven estará en condiciones de prestar declaración bajo Cámara Gesell, donde ella podrá contar su verdad.
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