La empresa, paralizada
La jornada del domingo, tercera desde el reinicio de la medida de fuerza, se vivió de forma familiar en la puerta de Loimar. Los trabajadores pasaron un domingo diferente, montando guardias en distintos turnos.
Por la mañana, un grupo había llevado su demanda a la Tandilia, y realizó la prueba caminando, mostrando un pasacalle a lo largo del recorrido.
Por la tarde, incrementaron las presencias en la planta y comenzaron a analizar la estrategia para hoy, día en que endurecerán su postura. ?Decidimos que no entre nadie a trabajar. Es la única manera que tenemos de llamar la atención de la empresa, de que nos escuchen?, comentó Ricardo Luna a este Diario.
En rigor, los operarios ratificaron que ?como han podido ver ustedes, los periodistas que han estado acá, lo nuestro es absolutamente pacífico. Estamos con nuestras mujeres y nuestros chicos, no queremos roces. Sólo intentamos que se haga justicia y se incorpore a los 13 muchachos despedidos. Además, está la policía, que convocó Loimar, y no se han registrado incidentes?.
La aclaración no es un dato menor, sobre todo ante las denuncias de la empresa, que asegura que existe ?amedrentamiento? hacia las personas que quieren cumplir con sus tareas.
?Nos han provocado para que reaccionemos, pero sabemos que no tenemos que entrar en ésa?, repitieron convencidos.
Empero, de acuerdo a la decisión tomada por los operarios, durante la jornada de hoy podría inscribirse el más tenso de los capítulos del conflicto.
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