La Estación fue escenario de un espectacular simulacro de catástrofe para capacitación
La escenografía de la Estación de trenes cambió ayer, minutos antes de las 16, cuando un grupo de voluntarios de la Cruz Roja comenzó a preparar lo que sería un simulacro de catástrofe. Con un importante despliegue de socorristas, actores que representaban a las víctimas y familiares, bomberos y ambulancia se desarrolló exitosamente el montaje de la escena trágica.
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Todo comenzó a las 16 en punto y el simulacro consistió en montar el choque de una locomotora con un colectivo de la línea 504 (verde) repleto de pasajeros. En tanto, un drone captó minuto a minuto la actuación.
El operativo
Los 40 pasajeros con heridas de distinta gravedad fueron rescatados uno a uno por los voluntarios de la Cruz Roja que los iban ubicando en un sector alejado del sector del accidente, debido al riesgo inminente de incendio del colectivo, con explosiones permanentes y gran cantidad de humo.
Momentos después comenzaron a llegar las ambulancias y tres dotaciones de Bomberos, una de Incendios Forestales, otra del Cuartel Central y una de María Ignacia. Los bomberos se sumaron a la tarea de rescatar a las víctimas que quedaban atrapadas en el interior del habitáculo.
Los familiares desesperados querían ingresar a rescatar a sus seres queridos y eran contenidos por el personal de la Cruz Roja.
Media hora después fue rescatada la última tripulante del colectivo, en estado inconsciente y se dio por finalizado el simulacro con un efusivo aplauso.
La evaluación
Al finalizar el simulacro, Sebastián Gregui, coordinador del área de socorro de la Cruz Roja, evaluó que “salió muy bien y después vamos a evaluar todo lo que se observó, todo lo que se estuvo haciendo. Hubo buena predisposición de distintos servicios, como bomberos, Defensa Civil, ambulancias. Los voluntarios están contentos y con toda la ansiedad que genera un simulacro”.
Detalló que participaron 15 socorristas y unas 40 víctimas, además de varias personas que representaban a familiares a los que “había que hacerles la contención psicosocial para mantenerlos resguardados por el tema de las explosiones que se daban en el colectivo”.
En diálogo con El Eco de Tandil, graficó que “se trataba de simular el choque de una locomotora con un colectivo lleno y había víctimas de todo rango etario, chiquitos, grandes y de mediana edad, y de distinta gravedad. Había por ejemplo un muñeco al que había que hacerle RCP. La idea era trabajar en el abanico de las distintas heridas que hay para poder atender a la gente”.
Explicó que luego de esta experiencia lo que se evalúa es “la reacción de los voluntarios, cómo se procede, la organización, si evaluaron la gravedad de cada uno, llevarlos a un área segura, y después en base a las filmaciones que se pidieron y fotografías, aceitamos todo ese sistema de simulacros, para que en el futuro sean mejores y así sucesivamente”.
Una experiencia
“única”
En tanto, señaló que “la idea en el simulacro es que todos podamos aprender y trabajemos en forma mancomunada con los distintos servicios, ambulancia, policía y bomberos”.
“Somos todos voluntarios de la Cruz Roja, la mayoría del área de socorro y hay otras áreas participantes como capacitación y juventud. Cuando venimos a un simulacro, vamos todos como Cruz Roja, después internamente se divide en distintas áreas”, puntualizó.
En cuanto a los simulacros, contó que tratan de hacer uno o dos en el año pero que “realmente llevan mucho tiempo, mucha planificación, coordinar con las otras áreas, los distintos servicios. Convocar gente cuesta un montón, pero la idea es hacer más cada vez para que tengamos un servicio de emergencia inmediato”.
Destacó que es “una experiencia única, es muy importante hacer este tipo de eventos. Nos da después la entereza para entrar en una zona que realmente va a ser peligrosa o riesgosa. Ojalá nunca suceda nada, pero lo importante es estar preparado”.
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