La Policía Aeroportuaria está a cargo de la investigación de la fuga del represor Corres
“La Policía Aeroportuaria está a cargo de la investigación delegada por la Fiscalía donde están evaluando la documentación, libros y soporte informático de la delegación de la Policía Federal Argentina llevados a cabo anoche durante un allanamiento”, señaló Cañón en diálogo Télam.
Según el fiscal, “no existían los libros de las visitas, no había registros ni controles, como así también la cámara de seguridad no funcionaba, por lo que había una suerte de libertad de acción”.
Consultado sobre cómo pudo haberse escapado el ex teniente coronel del Ejército, Cañón expresó que “evidentemente ha salido sin ningún tipo de inconveniente porque había un movimiento libre fuera de los calabozos, ya que tomaba mate con los policías, cocinaba, usaba la heladera y tenía acceso a los baños”.
“Al parecer, y se está tratando de determinar, el propio Corres contaba con un teléfono celular que lo utilizaba en forma habitual desde el interior del calabozo donde se encontraba detenido”, expresó el fiscal.
En ese sentido, Cañón dijo a Télam que “se investigan también si Corres tuvo apoyo logístico desde el exterior, como así también desde la propia delegación policial”.
Además, afirmó que “vías de escape había varias, desde una ventana superior que se podía abrir y subir a los techos, pero el camino más fácil es abrir la puerta que da al patio o salir por el frente directamente, ya que no habían los controles necesarios”.
Para Cañón, “la fuga se advierte aparentemente a las 8.30 de la mañana del sábado y recién se comunica a la Justicia de esta situación pasado el mediodía, por lo que se perdieron muchas horas para efectuar un cerrojo por todo el país a pesar de que se dispusieron todas las medidas en fronteras, aeropuertos y migraciones”.
“Corres formaba una cadena dentro del sistema de inteligencia desde el Estado Mayor del V Cuerpo de Ejército y su jefe que está prófugo es el coronel Aldo Alvarez, así que es una estructura que está dando vueltas que tiene que ver o no con esta situación”, expresó el funcionario judicial.
En otro orden, al hablar sobre la recompensa ofrecida por el Gobierno Nacional para dar con su paradero, consideró que “va a ser el primer caso en que se va a aplicar la Ley de Recompensa que se estableció hace un tiempo, con esta pauta que es novedosa para los crímenes de Lesa Humanidad”.
Además de Corres, permanecen alojados en la delegación de la Policía Federal ubicada en la calle Rondeau 139, los ex jefes del Servicio Penitenciario Andrés Miraglia, Héctor Selaya y el agente Leonardo “El Mono” Núñez, en el marco de la causa por delitos de lesa humanidad durante la última dictadura militar.
“Desde el 25 de junio pasado el juez federal Alcindo Alvarez Canale había ordenado el traslado de estas personas a las unidades penales de Marcos Paz, pero hasta ahora no se habían realizado”, agregó el fiscal general de Bahía Blanca.
Por último, el funcionario judicial afirmó que la fuga de Corres se dio “el día después de la condena a Luciano Benjamín Menéndez en Córdoba, en fin de semana y a comienzos de la feria judicial, por lo que es un panorama muy sospechoso”.
“Lo que uno lamenta es la posición de las víctimas, porque tienen una esperanza limitada en los juicios y cuando se avanza en un camino de no impunidad como es la condena a Menéndez, al día siguiente se produce la fuga de Corres, caminos de impunidad nuevos que se buscan para no lograr la condena de los represores”, dijo Cañón.
Debido a la fuga 11 efectivos de la Policía Federal con asiento en Bahía Blanca fueron relevados de sus cargos y dos de ellos se encuentran detenidos.
Fuentes judiciales informaron a Télam que se “trata del inspector Juan Carlos Lastra, quien estaba en el servicio de custodia, y el cabo primero Pablo Alejandro Carvajal”. Ambos se encontraban “realizando sus funciones el sábado, día en que se escapó el represor”.
“Los dos policías prestarán declaración en las próximas horas ante el fiscal general Cañón y el fiscal Antonio Castaño, quienes llevan adelante la causa”, agregó el vocero consultado.
Corres se desempeñó en el centro clandestino de detención conocido como “La Escuelita” de Bahía Blanca y fue detenido el 3 de abril de este año por personal de INTERPOL con una orden del juez Federal 1 Alcindo Alvarez Canale en momentos en que salía de un edificio ubicado en Uruguay y Córdoba, en la zona de los tribunales porteños.
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