La primera exploración en el Templo Danés dejó claros indicios sobre los vestigios del Fuerte
El equipo interdisciplinario que investiga los restos y la posibilidad de que existan túneles en las ruinas del Fuerte Independencia culminó los primeros días de exploración sobre un sector del patio del Templo Danés. Con algunos hallazgos interesantes que ya analiza en el laboratorio, programó una nueva visita para el mes próximo y excavará en el jardín de una vivienda ubicada sobre Rodríguez.
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Los arqueólogos, antropólogos, geólogos e historiadores desarrollaron la paciente tarea de excavar con cucharines y pinceles hasta el Día de la Madre. En los primeros seis días, hallaron botones que serían de hueso y que pertenecían a ropa interior, utensilios líticos como parte de una boleadora, además de partes de una pipa de clablin y restos de vasijas.
En diálogo con El Eco de Tandil, Julio Merlo, docente e investigador de la Facultad de Ciencias Sociles de la Unicén y del Incuapa (Instituto de Investigaciones Arqueológicas y Paleontológicas del Cuaternario Pampeano), Unidad Ejecutora del Conicet, dio detalles de los primeros avances de un gran desafío que podría extenderse dos años.
En principio, confirmó el hallazgo de material vinculado al Fuerte, aunque confirmó que aún no hay indicios sobre túneles. “De todos modos, eso se va a ver en otro trabajo que se va a ir haciendo en paralelo, para ver si aparece algo. Hasta el momento y por lo que nosotros conocemos, no creemos en la posibilidad de encontrar túneles relacionados al Fuerte, pero no lo podemos descartar tampoco”, explicó.
El equipo está a cargo de los doctores en arqueología María del Carmen Langiano y Julio Merlo, y lo integran el alumno de la licenciatura en Antropología Augusto Oliván; los estudiantes del Doctorado en Arqueología, el geógrafo Fabricio Penido, quien llegó desde Brasil, y los antropólogos Víctor Martínez y Verónica Lalinde, ambos de Colombia; el doctor en Historia Marcelino Irianni y los licenciados en Historia Carla Dátola y Lucas Bilbao, y el geólogo Horacio Villalba. Además, participará el Ifimat (Instituto de Física de Materiales Tandil), para estudiar en su laboratorio ciertos materiales recuperados.
La exploración
El Fuerte Independencia, de grandes dimensiones, ocupaba cuatro manzanas de la zona céntrica. “Es un trabajo que lleva su tiempo. La primera etapa la calculamos en tres meses, pero por ahí implica un año o dos de trabajo como para tener una visión más completa. Todo dependiendo de cómo aparezca el material y si aparece””, anticipó el doctor en arqueología.
En relación a los primeros días de trabajo, indicó que “vimos que se puede continuar mucho más, todavía, inclusive en profundidad, porque sigue apareciendo material, y a medida que vamos más abajo, el material está menos perturbado con material actual”.
En el Templo Danés abrieron tres cuadrículas. En una alcanzaron los 60 centímetros de profundidad -seguía apareciendo material- y en las dos restantes llegaron hasta los 30. El trabajo es lento y minucioso, sobre estas superficies acotadas.
Los primeros
hallazgos
Tal como informó este Diario, el primer día los investigadores encontraron dos partes de una pipa de cablin que utilizaban los eurocriollos para fumar, que tiene una inscripción en francés. También dieron con partes de gres de vasijas de ginebra.
En los días sucesivos recolectaron otras muestras. “Entre los materiales hay, por ejemplo botones, que aparentemente son de hueso. Los primeros botones que se hicieron de ropa interior o camisetas eran de huesos”, explicó Julio Merlo. Sin embargo, aclaró que es la primera impresión y resta la confirmación en el laboratorio porque “todavía estamos en la etapa de limpieza y no sabemos fehacientemente si son de hueso. Por lo que se ve, lo serían”.
Agregó que “después aparecieron instrumentos líticos, elementos de piedra hechos por los indios, y un fragmento de boleadoras. La roca con la que se hizo la boleadora es la que está en el Centinela, según el geólogo que determinó que es el mismo tipo de roca”.
A priori, estos hallazgos permitieron inferir que “era una zona de intercambio entre los eurocriollos y los indios”.
Seguirán en
una casa
Hasta el momento, el panorama es alentador, y hay que mencionar que el lugar fue bien elegido porque se trata de uno de los edificios más antiguos, donde esa porción del patio no fue alterada por construcciones. El arqueólogo reparó en que “solo abrimos tres cuadríaculas, en las cuales no llegamos a la total profundidad. Se pueden abrir más, inclusive, ver qué está pasando en el resto del patio” del Templo Danés.
Explicó que a 30 centímetros de profundidad está más alterado el material, debido a que en algún momento han punteado el patio y está mezclado lo actual con lo viejo. El trabajo es tan meticuloso, que en los primeros seis días de trabajo no pudieron alcanzar los 60 centímetros en las tres cuadrículas.
“Con este primer relevamiento ya tenemos una visión de cómo está la cartografía, todo el perfil, cómo se fue dando la sedimentación, es decir, cómo se fue rellenando”, sostuvo y adelantó que en el marco de esta etapa, en noviembre continuarán en una casa vecina, ubicada sobre Rodríguez, que es de tipo colonial y tiene un patio grande.
“La idea es empezar para ver qué está sucediendo ahí. Nosotros estamos excavando el lateral, la pared norte, entonces queremos ver qué está pasando más adelante, en la entrada del Fuerte”, puntualizó.
En esa propiedad van a realizar una primera exploración, donde irán determinando la profundidad que se puede alcanzar. Evaluó que podrían abrir una o dos cuadrículas, ya que en este paso intentarán observar cómo se comporta la profundidad.
En el laboratorio
El mismo equipo que desarrolla las excavaciones por estos días se encuentra trabajando en el laboratorio del Incuapa (Instituto de Investigaciones Arqueológicas y Paleontológicas del Cuaternario Pampeano), Unidad Ejecutora del Conicet. Los pasos a seguir son lavar el material, analizarlo y clasificarlo, tareas que también demandan bastante tiempo.
En el laboratorio, ubicado en la Facultad de Ciencias Sociales de la Unicén con sede en Olavarría, cuentan con una pileta especial de lavado, material comparativo para determinar, lupas, y con otros especialistas sobre determinados temas para consultar detalles, además de los gabinetes de investigación para redactar el informe del proyecto.
En paralelo a esta tarea, relevan documentos que les permitirán definir las zonas a excavar y recabar información para la investigación. “Hemos conseguido fotos de la Iglesia Danesa cuando se construyó, de los espacios, y documentos que está analizando María del Carmen Langiano porque, inclusive, algunos están en danés, así que hay que traducirlos. Además, cartografía que indica cómo estaba ubicado el Fuerte y demás, que nos da información para saber dónde cavar y hacer una reconstrucción”, precisó el arqueólogo.
Y valoró que “la comunidad danesa se prestó y nos dio todo para poder trabajar e inclusive, en lo que queda del mes, vamos a volver a ir para relevar más documentos. Nos dieron todo el apoyo, realmente. Nos dejaron la llave para trabajar tranquilos”.
Al mismo tiempo, señaló que “nos queda ver los documentos que tiene el Museo del Fuerte. También notas de diarios, porque tal vez han aparecido cosas y han salido noticias. Todo eso hay que relevarlo para ver cómo continuamos. Inclusive, por el tema de los túneles que se plantea, para ver a dónde se han encontrado”.
Buena recepción
de los tandilenses
Julio Merlo contó que el Día de la Madre los visitó el concejal José Luis Labaroní, impulsor de la propuesta de investigar los vestigios del Fuerte y la posibilidad de que existan túneles. Ahora se va a encargar de gestionar los permisos para excavar en la propiedad privada, ya que planean comenzar durante la primera quincena de noviembre.
Además, vecinos de la zona mostraron su interés por que se investigue en sus viviendas, aportaron datos, relataron que habían encontrado material y dejaron sus datos de contacto. Por eso, los investigadores reconocieron el interés de la comunidad en el tema.
Por otra parte, agradecieron al subsecretario de Coordinación de Jefatura de Gabinete del Municipio Alejo Alguacil y al concejal radical José Luis Labaroní, por el apoyo económico e institucional. También, a la comisión directiva del Museo del Fuerte Independencia -especialmente a Francisco Cincuegrani-, que les permitió ingresar a sus archivos, y a la comunidad Danesa de Tandil.
“Esta participación de los vecinos permite la resignificación del patrimonio histórico y arqueológico de los orígenes de la ciudad de Tandil”, resumió sobre el final.
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