La Unión de Colectividades está cumpliendo sus Bodas de Plata
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Desde bien temprano se encontraban en el Centro Cultural Universitario el Intendente paseando por los stands junto a Marcos Nicolini, jefe de Gabinete. Requerimos la palabra de Lunghi, que nunca se pierde esta fiesta, y esto nos decía: “Hace varios años que venimos, me parece muy bueno tener las vivencias de todos los países que llegaron como inmigrantes a Tandil, porque ha sido muy importante para la ciudad así como para otras muchas de la Argentina. Todos los que vinieron han podido vivir en paz, se han podido desarrollar, crecido, formando sus familias dejándonos una enseñanza muy grande”.
Y nos habló de su abuelo: “Nos enseñó la cultura del trabajo, el esfuerzo, el sacrificio, el estudio, la familia. Mi abuelo fue zapatero, mi padre llegó hasta segundo año y nosotros sus hijos fuimos todos universitarios. De modo que nos inculcaron el buen proceder y los valores, el estudio. Y eso es rescatable, porque hoy tenemos una Argentina con mucho facilismo, y por eso es importante recordar todos los años a nuestros inmigrantes. Y por supuesto, en estas fiestas no se olvidan estas cuestiones pero se matizan con música, canciones, atuendos típicos, gastronomía, recordando la lejanía de sus raíces con cariño y un poco de nostalgia”.
De recorrida
Por los pasillos de la feria nos presentaron al ministro Jeancois Joseph, de la embajada de la República de Haití, prestándose a contar sus vivencias en la ciudad: “Es la primera vez que vengo a Tandil y veo que esta fiesta de las colectividades es una actividad de integración de todos los pueblos, ya que los países aportan sus costumbres, cultura y fortalece a la comunidad y el país anfitrión los cobija. Me parece una excelente costumbre que ya lleva 25 años”.
Encontramos a Delinins, un estudiante de administración de empresas que estudia en la Universidad de Buenos Aires, atendiendo el stand de Haití. Hace ocho años que está en Argentina nos dijo: “Es un país hermoso, me encanta vivir acá, la gente es muy buena y aunque extraño me hacen sentir bien los amigos argentinos”. Nos mostró una serie de objetos, libros de autores haitianos, artesanías, monedas, entre otros objetos que engalanan el stand.
Seguimos recorriendo y llegamos al espacio de Tailandia, encontrándonos con la joven que conociera a un tandilense en Australia: “Estoy acá desde hace seis años y me siento una más de la comunidad”. Y así, caminando, mirando y asombrándonos llegamos al stand lituano donde nos recibió Selene, que contó: “Participamos de la fiesta desde 2012. Tenemos en este espacio la información básica del país, los colores que lo caracterizan, el amarillo, el verde y el rojo. Tenemos gastronomía, que es lo que más busca la gente en estas fiestas con dos platos típicos, el cerdo con chucrut y las empanaditas de ricota, papa y carne de cerdo”.
Para entonces la Banda de la Brigada Blinda del Ejército comenzaba con un potpurrí de canciones de distintos países, y los abanderados se aprestaban a subir al escenario para el tradicional desfile y entonación de las estrofas del Himno Nacional Argentino. Sobre tablas, María Inés Mazza y Rodrigo Revillo conducían animadamente la 25ta. Edición de las Colectividades.
Y así, una a una, las banderas iban dando colorido al escenario en el polideportivo del Centro Cultural Universitario para dar paso al discurso formal de Gustavo Czop, presidente (en ejercicio) de la Unión de Colectividades de Tandil, que entre otros términos expresó: “No se trata de una edición más, estamos cumpliendo nuestras Bodas de Plata. Pasó ya un cuarto de siglo desde que comenzó a juntarse un grupo de paisanos provenientes de distintas regiones del mundo, pero radicados en esta querida ciudad y que pudieron completar el sueño de reunirse, festejar y dar a conocer sus costumbres, tradiciones, cantos y danzas. La UCT nace en 1990 con la reunión de representantes vascos, daneses, españoles, árabes, italianos y croatas. En esa oportunidad las instituciones que se juntaron celebraron la Fiesta del Inmigrante durante una semana mostrando sus costumbres, fotos de antaño, atuendos para culminar con un desfile por la diagonal Arturo Illia y luego una cena de camaradería que se llevó a cabo en la Cámara Empresaria”. En los años siguientes se adoptó una modalidad que es ya tradicional: “Fue en El Cielito, donde se instalaron stands con gastronomía y artesanías y sobre el escenario se bailaba y cantaba. El éxito de la fiesta y las colectividades que se fueron agregando hizo que se cambiara el lugar pasando por varios predios como el salón Danés, el gimnasio del Hogar de Varones y la Cámara Empresaria. En el comienzo del nuevo siglo la entidad contaba con 16 colectividades pero además de la tradicional fiesta se propuso incursionar sobre otros aspectos de la cultura, logrando concretar la realización de un festival de coros y danzas y por primera vez en el escenario del Fuerte se lucieron los coloridos vestuarios y fue el lugar apropiado para grupos corales y cantantes solistas…”.
“A lo largo de todos estos años se trabajó mucho -señaló Czop- fuimos creciendo, tomando mayor importancia y hoy en razón de ese esfuerzo por consolidar la unión de todas las colectividades y de completar esta fiesta nos vemos con la obligación y convicción de asumir la responsabilidad de tomar con firmeza el timón y continuar con ese rumbo, marcado por los que nos antecedieron. Por tal motivo insto a los representantes de las colectividades a asumir ese compromiso”.
Entre la nostalgia y el cobijo
Las nuevas generaciones reafirmaron sus raíces y el presidente lo hizo notar: “Siendo descendientes de aquellos inmigrantes y habiendo nacido de varias generaciones de argentinos, eligieron conocer, respetar y mantener vivas sus tradiciones. Con motivo de los 25 años y sintetizando nuestro pensamiento y sentimientos acerca de los valores que se mantienen imperturbables a través del tiempo y convencidos de que está entre nosotros la idea de mantenerlos vivos, hemos elegido como nuestro lema: ´Conservemos nuestras tradiciones para no perder la identidad´.
De este modo, ya con 24 colectividades, la fiesta de la hermandad entre los pueblos quedó inaugurada y los bailes, cantos y comidas típicas serán las vedettes hasta el domingo, cuando se baje el telón hasta el próximo año.
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