“La vida ha sido generosa conmigo y yo con ella”, dijo Leonor Benedetto
Antes de presentarse para hacer “Atentamente”, una puesta inspirada en cartas, textos y testimonios de la vida personal y pública de los grandes héroes de todas las épocas, la primera actriz Leonor nos recibió en su camarín. Estaba almorzando, pero se hizo un tiempo para hablar con este Diario. Sencillamente vestida con un suéter de hilo gris, jean y botas y prácticamente a cara lavada, la actriz de una sensualidad no impostada, innata nos atreveríamos a decir, dejó su frugal vianda y distendida comienza hablando de aquella telenovela que luego fuera la primera en ser llevada al cine y que en muchas oportunidades tuvo más rating que “Almorzando con Mirtha Legrand”.
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-¿Cómo llega desde aquellos ochenta donde se hizo popular a la actualidad, manteniendo la misma vigencia?
-¡No sé! Quiero decir, no me paro frente a lo que hago como alguien que tiene que empujar para que las cosas avances. No, se van dando naturalmente y por supuesto lo que hago es elegir y decir sí o no a alguna propuesta de trabajo. Creo que de eso se trata además, de poder ejercer una cierta libertad para llevar el rumbo de lo que llaman carrera, para donde uno quiere. Lo hago pero no con la conciencia permanente de ‘tengo que ir por este lado’. He hecho muchísimas cosas que miradas a lo lejos no debería haber hecho y otras muchísimas que estuvo bien hacer, de modo que hay un poco de libre albedrío y otro poco de suerte en eso.
-Y mucho de talento…
-¡Gracias! (se sonríe)
-Usted se convirtió en “popular” con la telenovela “Rosa de lejos” logrando su éxito como artista ¿Cuál es su mirada desde el presente?
-A Rosa le tengo mucho cariño y respeto además, porque fue hecha por gente muy talentosa, por gente que de verdad puso la inteligencia y el alma en ello como María Herminia Avellaneda, que la dirigió. Fue un trabajo que tiene un lugar muy respetado en mi vida.
-¿Dónde se siente más cómoda? ¿Sobre tablas, en la tele, dirigiendo y escribiendo cine, protagonizándolo, conduciendo?
-Me gusta conducir y mucho el teatro, el contacto con el público. Si hoy me dan a elegir es muy probable que eligiera el teatro.
–Pero está haciendo tele, es integrante de “Los ricos no piden permiso” ¿Cómo se siente con su papel? (N.R. Es Bernarda Cerviño, confidente de sus sobrinos y fiel gobernanta de la casa dividida entre los de arriba y los de abajo).
-¡Rara! Hace un montón de meses que empecé y siento que todavía no calzó en mí en un lugar de pleno goce. Lo estoy buscando.
-¿Y con Amanda Pastorino de Jáuregui en “Padre Coraje”?
-Amanda tenía toda la seducción femenina y la utilizaba con todos los hombres. También era una madre tierna. Por otro lado quería el poder masculino y se mostraba como era, una mujer inescrupulosa. El personaje fue fácil, lo disfruté mucho y también es el recuerdo de un trabajo muy querido para mí.
-Siempre ha sido considerada una talentosa artista y mujer sensual o sex symbol.
(Risas) -¿Eso dicen? lo que pasa por un lado es que soy bastante buena actriz y por el otro natural…
-¿Cómo es Leonor Benedetto bajo las tablas o cuando se termina una escena o en sus momentos libres?
-Es un poco difícil contestar esa pregunta. Disfruto la vida tratando de vivir el presente, no ando con demasiada vuelta, lo que está lo vivo, pero es aprendizaje de tanto año vivido. La voy transcurriendo como viene, no hago demasiada fuerza.
-¿Ha sido generosa la vida con usted?
-¡Sí! Y yo he sido generosa con ella. Tenemos una buena relación.
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