Las bases se hacen sentir y el campo no descarta endurecer las medidas de fuerza
En un ambiente en el que sobrevuela la posibilidad de endurecer la protesta, los productores agropecuarios del partido de Tandil, al igual que sus pares de todo el país, cumplieron ayer su cuarta jornada de paro, en la que no comercializaron granos y ganado en pie.
La medida, decidida por la Mesa de Enlace nacional, comenzó el viernes último y culminará mañana, con un acto multitudinario en San Pedro y un abrazo simbólico al edificio del Congreso, en la Capital Federal.
En Tandil, el lock out se hizo sentir, ya que no hubo ventas de granos y tampoco movimiento de hacienda, lo que da una pauta del humor de los productores, que se plegaron totalmente a la medida de fuerza.
Sin respuestas concretas por parte del Gobierno nacional, los autoconvocados, los dirigentes de las distintas entidades y, fundamentalmente, las bases comenzaron a barajar alternativas para continuar con la protesta. En este sentido, el apoyo de la sociedad opera como termómetro y es considerado de manera puntual en el análisis.
En las últimas horas, se habló de profundizar las acciones, aunque ?sin molestar a la gente?. Pero ayer, la asamblea llevada a cabo cerca del mediodía en El Paraíso, no descartó volver a los cortes de ruta, en consonancia con lo manifestado por el líder de la Federación Agraria de Entre Ríos, Alfredo De Angeli. Según los cálculos de los productores más optimistas, la sociedad se plegará a la demanda sumando sus problemas sectoriales.
Claudio Ersinger, uno de los máximos referentes de los autoconvocados, le explicó ayer a este Diario cuál es el humor de la gente del campo, que se movilizará mañana hacia San Pedro y la Capital Federal.
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El efecto buscado
-¿Qué análisis hizo la asamblea de la marcha de la medida de fuerza?
-La asamblea evaluó lo que ocurrió con los tres primeros días de paro y definió lo que vamos a hacer de ahora en más. La conclusión fue que el paro causó el efecto deseado, que era básicamente reinstalar el tema en la sociedad. Por otro lado, el ingreso en el Mercado de Liniers de hoy fue muy bajo, ciento treinta y pico animales, vacas muy flacas, seguramente provenientes de la zona de sequía. En Tandil no se emitieron guías de traslado, con destino a ventas, no hubo ningún movimiento, con lo que podemos decir que la respuesta del sector agropecuario al paro fue masiva.
-Pero la presencia en las rutas no fue la de otras veces. ¿Eso podría hablar de un desgaste de los productores?
-Es verdad, pero puede estar relacionado a que desde la misma convocatoria, el paro fue planteado como más tranquilo, nada que ver con lo que fue durante los 120 días. De acuerdo a lo que chequeamos, la presencia en las rutas fue menor, pero por las características de la convocatoria.
La idea era reinstalar el tema en la sociedad, en los medios, que se sepa que el problema del campo no se solucionó con la caída de la 125.
-En las últimas horas se habló de barajar alternativas de acción para luego de concluida esta etapa de la protesta. ¿Qué se dijo en la asamblea sobre eso?
-Mire, la gente, en general, está un poco a la expectativa de la respuesta que venga de parte del Gobierno. Se está hablando de posibles anuncios, dirigidos al pequeño y mediano productor, pero si no hay anuncios de medidas de fondo, creo que la gente de base va a reclamar a la Comisión de Enlace acciones más duras. Eso es lo que surge de las asambleas locales, pero también de otras de localidades vecinas.
Las rutas, en la mira
-Alfredo De Angeli ya advirtió sobre la posibilidad de que las bases corten nuevamente rutas…
-Creo que está relacionado al sentir de los productores. La gente acá también está sugiriendo invitar a otros sectores de la sociedad con serios problemas. La vez pasada era el campo el que paraba y el resto de la sociedad acompañó, pero ahora hay muchos sectores de la sociedad que está muy mal y reclama sin éxito. La inflación come sin piedad los salarios, y si es el campo el que tiene que salir a hacer punta, no sé si a las rutas o a las ciudades, con alguna movilización a Capital, pedimos que los otros sectores acompañen.
-¿Cómo ve el humor social respecto al reclamo del campo? Porque se ha podido relevar cierto cansancio, al menos, por lo prolongado de la medida, y porque muchos creían que el conflicto se había solucionado con la caída de la 125…
-Antes pasó más o menos lo mismo. La opinión pública, al principio, nos apoyaba en baja proporción. Después, gracias a la labor de la prensa y a la docencia que se hizo de parte de los dirigentes, fuimos conquistando a la opinión pública. También hay que reconocer que contribuyó mucho el Gobierno, que es muy prepotente, muy autoritario, que despertó mucho rechazo. Ahora me parece que puede pasar lo mismo, porque la gente tiene enormes problemas para llegar a fin de mes. La realidad es que la economía se ha enfriado muchísimo y, si la población entiende el mensaje que pretendemos instalar, se va a sumar, no va a ir en contra de un reclamo que es de todo el interior, que vive esencialmente de la producción agropecuaria.
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