Las cavas de Cerro Leones siguen atrayendo a cientos de personas que disfrutan del balneario prohibido
Cuando el calor comienza a azotar la ciudad, cientos de personas se dirigen hacia Cerro Leones, donde, en el marco de un paisaje imponente, disfrutan de los inmensos espejos de agua cristalina y todas las bellezas que otorga este espacio natural. Sin embargo, estos piletones naturales elegidos por los vecinos de la ciudad y localidades aledañas, continúan siendo un espacio vedado ya que es propiedad privada y no deja de revestir cierta peligrosidad con sectores que poseen profundidades mayores a 25 metros.
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Es por eso que todos aquellos que habitualmente se refrescan en las aguas de las cavas claman por una habilitación que haga del predio un espacio con las medidas de seguridad necesarias para que no ocurran accidentes como el del jueves.
Un lugar “hermoso”
Mariano, uno de los visitantes, expresó que “es la primera semana que venimos con mis amigos y la verdad es que es un lugar hermoso. Nos gustaría que se fomente un balneario, que esto no sea tan ilegal, tan a escondidas, porque es un lugar para aprovechar. Podrían modificarlo, poner algún tipo de seguridad para que toda la gente pueda venir. El agua es hermosa”.
“El peligro está porque mucha gente no tiene conciencia de lo que hace, uno sabe que tiene que meterse en ciertos lugares pero hay muchas personas que se exceden y se tiran de lugares que no son apropiados y pasan cosas como la que ocurrió ayer (por el jueves)”, manifestó.
En tanto, Juan, otro de los jóvenes que se encontraba en la cava, sostuvo que “es un espacio hermoso pero cada uno debe tener conciencia de lo que hace para que no ocurran accidentes”.
A su vez, opinó que sería muy positivo que se considerara la posibilidad de llamar a chicos que estudian en la Escuela de Guardavidas de Ayacucho, que deben hacer prácticas de seis horas de práctica en algún lado. “Seis horas de práctica acá durante los fines de semana no sería mala idea, con la cantidad de gente que viene porque no van a poder evitar que las personas sigan viniendo, nunca pudieron”, planteó.
“Si la Municipalidad quiere hacer algo podría, es una cuestión de voluntad política, nada más”, concluyó.
Un espacio soñado
Santiago, de Bahía Blanca, contó que fue por primera vez ayer a las cavas y “me gustó mucho, es muy lindo el lugar”, mientras que su compañera Florencia, de Tandil, sostuvo que “es precioso. El Municipio debería hacer algo porque no sólo existen las cuatro avenidas en Tandil, las zonas periféricas también existen. Hay que aprovechar la arboleda que hay, los caminitos. Es soñado este espacio y debería estar abierto a toda la comunidad, desde mi punto de vista”.
“Debería haber un guardavidas, indicarse los metros de profundidad en cada zona de la cava, poner trampolines, ver qué zonas son las más óptimas para tirarse”, manifestó.
Por su lado, Mario planteó que “hay muchas familias, es un ambiente de tranquilidad y no hay riesgo si no hacés locuras. Este lugar debería ser explotado turísticamente”. u
Parte médico
Sobre el accidente informado, de acuerdo a lo detallado por el comando de prevención rural, Franco Hernandorena continuaba internado en el servicio de terapia intensiva del Hospital Ramón Santamarina pero los médicos estaban considerando la posibilidad de pasarlo a una sala común porque había evolucionado favorablemente y ya no requería de cuidados intensivos. Si continúa la recuperación, en poco tiempo podría obtener el alta.
No posee lesiones neurológicas ni órganos comprometidos y se encuentra estable hemodinámicamente.
Cabe recordar que el joven de 20 años se había lanzado a las piletas desde una altura de 5 ó 6 metros y al ingresar al agua recibió un fortísimo golpe en el pecho.
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