Las “Desbocadas” vuelven a escena con un nuevo espectáculo: “Las segundas partes son un desafío”
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“Tiene que salir”. La frase, que tanto escuchó el equipo de “Desbocadas” tras el éxito inesperado -para ellos mismos- de la obra, funcionó como motivación. “Tiene que salir”, le repetían espectadores y colegas. “Tiene que salir”, también, porque hay, todavía, muchas cosas que las “Desbocadas” todavía no dijeron, y quieren compartir.
Así nació “Desbocadas 2”, una nueva comedia donde se dice eso que toda mujer quiere decir. María del Carmen Casanouve, Graciela Traiani, Cecilia Avella, Regina Capristo y Erica Ramos les ponen el cuerpo a estas cinco mujeres ácidas, picantes, inocentes, buenas y malvadas, tímidas y descaradas. En la dirección, David Beratz y Emiliano Fernández ponen el equilibrio, y el equipo funciona. Antes del estreno, hoy a las 21 en El Club de Teatro -Chacabuco 517-, Emiliano Fernández y María Del Carmen Casanouve charlaron con El Eco de Tandil.
-¿Cómo surgió la frase “tiene que salir”?
Emiliano: -Cuando hicimos la primera, en realidad, el éxito que tuvo nos sorprendió. Pasó algo que creo ninguno nosotros esperaba. Fue como un aluvión que se nos montó encima, y tuvimos que aprender haciendo la obra, a manejar todas las herramientas que estaban alrededor del teatro. Si bien con David venimos del palo de la Facultad, teníamos un aprendizaje integral de la cosa: escenografía, música, luces. Descubrimos que iba mucho más allá de eso: la prensa, internet, el público… tuvimos que empezar a hacer malabares con todo eso.
María del Carmen: -No sabíamos todo lo que iba a pasar.
Emiliano: -En “Desbocadas 1” teníamos de cortina musical un tema de Liliana Felipe que se llama “Tiene que salir”, que habla de la constipación femenina. Lo usábamos en una escena que trataba de las dietas, la mujer y el adelgazar. Y desde ahí quedó ese tema. Además, la gente después de ver la obra nos decía “tiene que volver”, “¿cuándo vuelven?, “tiene que salir la 2”, “¿cuándo sale la 2?”. Entonces dijimos: “Desbocadas 2 tiene que salir”. Por un lado la gente que nos empujaba, por otro lado nosotros, que nos habíamos quedado con monólogos en el tintero, queríamos volver.
María del Carmen: -Tiene que salir la propuesta y tiene que salir todo lo que tenemos atragantado. Lo tenemos que decir porque es sano. Y lo queremos compartir.
-¿Condicionó el éxito de la primera a la hora de hacer la segunda parte?
Emiliano: -Para nosotros como directores fue muy duro el hecho de tener sobre las espaldas el peso de la 1. “Tenemos que salir con los tapones de punta”, pensamos.
María del Carmen: -Las segundas partes son desafíos. Nosotros tenemos un público y no queremos defraudarlo, queremos que disfrute otra vez y que ese público con el boca a boca nos lleve otro público nuevo.
Emiliano: -Así que fue sentarnos a pensar y a trabajar realmente. Nosotros siempre decimos que los productos teatrales son un trabajo. La persona que estudió teatro, la que se dedica a esto con el corazón pero también con convicción ayuda a que no falle. También decir, como nos pasó, “quemémonos la cabeza realmente en poner la puesta más novedosa para Tandil”. Cuando acepté el proyecto -David estaba solo y me dijo: “Con cinco mujeres solo ni loco”- le dije “vamos a full. Quinta a fondo. Las medias para los pies. Qué importa si nos conocen, si no nos conocen”. No sabíamos qué iba a salir pero fuimos por el todo. Ahora ya tenemos la uno en la espalda y teníamos que salir sí o sí con la quinta a fondo.
María del Carmen: -Fue un proceso diferente. En la primera nosotros teníamos monólogos escritos por nosotros y los llamamos a ellos. Acá la escritura fue más compartida. Fue distinto.
-¿Cómo es el proceso de armar un espectáculo nuevo?
Emiliano: -El espectáculo funciona porque son cinco mujeres y esta compensado con dos directores. Nosotros le aportamos esa mirada que capaz es un poco más crítica, o le aportamos otro tipo de vivencias. Con David somos mucho de traer cosas de nuestras mamás, de nuestras amigas, hermanas, y las ponemos al servicio de esto.
-Son las situaciones que viven de cerca.
María del Carmen: -Todos siempre lo hemos hecho con el respeto y el humor que nace de reírnos de nosotros mismos. De las situaciones.
Emiliano: -Creo que eso es una gran verdad, algo que a nosotros nos caracteriza: no trabajamos con la mala palabra, no trabajamos con la puteada, no trabajamos con lo chabacano.
María del Carmen: -Y eso que tocamos todos los temas, y nunca hemos sentido que el otro se sintió incómodo.
Emiliano: -Y en esta obra tenemos temas que nos habían quedado pendientes de la uno.
-¿Por ejemplo?
Emiliano: -Las mujeres y la relación con la suegra para nosotros era un tema que había quedado pendiente. Y después vemos todas las aristas de las mujeres. La que miente, la compañera, ¡las compañeras de trabajo! Eso nos parece fabuloso. La relación de las compañeras de trabajo la volvemos a retomar y nos parece fabuloso porque a través de las mujeres podemos vivir incluso lo que le pasa a los hombres. Es mentira que el hombre no se falsea con otro hombre. Es menos pasional, pone menos sentimientos en eso, pero también existe. Y me parece que detrás de todo eso el público se siente totalmente identificado.
-¿Los hombres también?
Emiliano: -Sí. Te voy a decir una cosa que para nosotros está probadísimo: el hombre se divierte más en “Desbocadas” que las mujeres.
María del Carmen: -Se relaja más.
Emiliano: -¡Los codazos que se comen los maridos de las mujeres! “¡Ves que yo te dije!”. En ese sentido se vuelve un espectáculo muy entretenido. Voy a hacer un adelanto: ahora hay música, luces, la puesta es totalmente espectacular para llamarla de alguna manera… entonces el espectador va, aplaude, ríe, habla, contesta. En algún momento el público va a estar sobre el escenario. Constantemente esta esa ruptura de la cuarta pared en donde el público ya no es público y en un momento todos los espectadores van a ser asistentes de una escena. Siempre hay interacción constante con el público.
-¿Las reacciones del público sirvieron como guía para ver qué incluir y qué no?
Emiliano: -Sí, y del público de todos lados. “Desbocadas” nos puso sobre las espaldas una responsabilidad muy grande y estamos a la altura con esta segunda parte. Nos hemos superado mucho en el trabajo artístico. Se ha ensamblado mucho el trabajo de mucha gente. Y nos gusta decir que este producto es tandilense, es DOT, las actrices son de Tandil, ex docentes de acá, trabajadoras de Tandil, madres de Tandil y nosotros alumnos de la facultad de arte de Tandil.
María del Carmen: -Y hay uno de los monólogos que tiene que ver con Tandil. Es muy lindo y pintoresco.
-¿Por qué ir a ver “Desbocadas”?
María del Carmen: -Primero para pasar un lindo momento, para olvidarse si tiene algún problema. Para de pronto encontrar que no es la única persona que ha vivido algo o que sufre algo. Para sentirse identificado.
Emiliano: -Para el artista es muy difícil volverse necesario porque no prestamos un servicio básico. El entretenimiento es con la monedita que le sobra. Pero nosotros tratamos de revertir eso y de decir que somos la medicina que cura un montón de cosas, y está mucho más barata que el paracetamol.
María del Carmen: -¡Y no tiene contraindicaciones!
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