Las películas más esperadas del verano
*El lobo de Wall Street
Una de las duplas director-actor fetiche más interesantes que dio el cine en los últimos años es, sin dudas, la conformada por Martin Scorsese y Leonardo Di Caprio. Pandillas de Nueva York, El aviador, Los infiltrados, La isla siniestra… más allá de que algunas películas sean menos sólidas que otras, lo cierto es que Scorsese saca a relucir lo mejor de DiCaprio (su Billy Costigan de Los infiltrados sigue siendo uno de los puntos más altos de su carrera) y El lobo de Wall Street no parece ser la excepción. Basado en la autobiografía de Jordan Belfort, el film se centra en este joven de veinticuatro años cuya ambición lo lleva a convertirse en uno de los corredores de bolsa más importantes de Wall Street, además de director de una empresa de inversiones. Scorsese se mueve como pez en el agua en temáticas ya conocidas, como la corrupción, el juego sucio y el desborde, con reminiscencias tanto a Buenos muchachos como a Casino, y con un nivel de humor mucho más exacerbado. En ese plano, el realizador se apoya en la versatilidad de Di Caprio y su capacidad para proyectar esa dicotomía entre su imagen de eterno niño y de bon vivant. Asimismo, Jonah Hill vuelve a perfilarse como uno de los sidekicks más irresistibles y en un registro completamente opuesto al de su de Peter Brant de Moneyball. Otros nombres atractivos del film de Scorsese son Matthew Mc Counaghey, Jean Dujardin y el eternamente subvalorado Kyle Chandler.
Frozen: una aventura congelada
Todos los nombres involucrados en Frozen: una aventura congelada no hacen más que generar una enorme confianza respecto a la nueva producción de Disney. En primer lugar, está basada (con algunas libertades en la adaptación) nada menos que en una obra de Hans Christian Andersen, más precisamente en su novela La reina de las nieves. En segundo lugar, la película está co-escritra y co-dirigida por Jennifer Lee, guionista de la sólida producción animada Ralph, el demoledor. En tercer lugar, lo tiene a John Lasseter propulsando el proyecto. La historia se centra en la odisea de Anna (con la voz de Kristen Bell), quien emprende un viaje junto a un hombre de la montaña llamado Kristoff (Jonathan Groff) y a un hombre de la nieve llamado Olaf (Josh Gad) con el propósito de encontrar a su hermana mayor Elsa (la talentosa Idina Menzel, acaso la mejor opción para interpretar a este personaje), la Reina de las Nieves, para romper el hechizo que provocó que todo el reino viva en un perpetuo estado de invierno. Frozen ya cuenta con dos nominaciones para los Globos de Oro, en las categorías Mejor película de animación y Mejor canción original ("Let It Go"), interpretada por Demi Lovato.
FOTO FROZEN
Escándalo americano
De un momento a otro (mejor dicho: de un año a otro), David O. Russell pasó de realizar una de sus películas más personales, sentidas y fidedignas respecto a las enfermedades mentales y los finales felices que todos buscamos (El lado luminoso de la vida) a filmar la génesis y desarrollo de una gran estafa con Escándalo americano. El director pone el foco en los vínculos entre los propios estafadores y los agentes federales, y en el medio se permite contar una historia de amor, con un elenco con talento de sobra para moverse en los bordes de la parodia pero jamás cruzando la línea. Christian Bale se carga al hombro el personaje más corrupto (Irving Rosenfeld); mientras que Bradley Cooper interpreta a Richie DiMaso, un agente del FBI con volátiles propósitos; y Jeremy Renner a Carmine Polito, un político que se ve inmerso en la mencionada estafa. Por otro lado, O. Russell volvió a apostar por Jennifer Lawrence para el papel de Rosalyn, la intempestiva mujer de Irving, rol que inevitablemente recuerda al de Sharon Stone en Casino; y también convocó por segunda vez a Amy Adams (con quien ya había colaborado en El ganador) para el papel de Sydney Prosser, la atormentada amante de Irving. Escándalo americano es otra de esas obras de O. Russell donde el placer mayor proviene de su capacidad para captar las interacciones entre muchos actores en un solo espacio y de sus grandes elecciones para la banda sonora, dos de sus tantas marcas registradas.
Agosto
El riesgo que se corre al adaptar una obra de teatro al cine es, justamente, que el concepto "adaptación" se desvirtúe o, en el peor de los escenarios, que no sea tenido en cuenta. Tomemos como ejemplo el caso de Closer: llevados por el deseo, película que tiene pocos elementos estrictamente cinematográficos (con excepción del plano inicial y de la secuencia final) y que se ciñe tanto a la obra que termina resultando forzada y gélida. La apuesta de Agosto es aún más alta, ya que no sólo se basa en la aclamada pieza de Tracy Letts (además guionista del film) sino que además lo hace con un elenco notable: Meryl Streep, Julia Roberts , Ewan McGregor, Chris Cooper, Margo Martindale, Sam Shepard, Juliette Lewis y Benedict Cumberbatch, entre muchos otros. Agosto toma como disparador la desaparición del patriarca de la familia Weston (Shepard), hecho que propulsa un efecto dominó, sacando a relucir todas las miserias de los integrantes de la familia. El realizador John Wells (el hombre detrás de esa joya televisiva llamada Shameless) tuvo la difícil tarea de dirigir escenas por demás complejas, como aquella de la discusión en la mesa, que dura cerca de media hora y que no tuvo ningún corte y donde radica el atractivo de Agosto: de un comentario inofensivo puede surgir una pelea enorme, y en toda familia hay siempre una bomba a punto de explotar.
Dallas Buyers Club
Conocidas son las transformaciones físicas que tanto Matthew McConaughey como Jared Leto tuvieron que llevar a cabo para interpretar a Ron Woodroof y Rayon, respectivamente, en la película de Jean-Marc Vallée. McConaughey se pone en la piel de Ron Woodroof, quien a mediados de los 80 es diagnosticado con VIH y quien, ante la escasa oferta legal de medicamentos, crea el Dallas Buyers Club, un centro (el primero de muchos) que brindó ayuda a otros pacientes ofreciendo medicamentos alternativos y apoyo monetario para acceder a ellos. Además de mostrar el emprendimiento de Woodroof, el film se centra en la amistad impensada que él entabla con Rayon – el encantador y carismático transexual interpretado por Leto -, amistad que lo obliga a desprenderse de los prejuicios y la homofobia que atravesaron gran parte de su vida (y de su visión de las cosas). La película de Jean-Marc Vallée fue un proyecto independiente – posteriormente distribuido por Focus Features -, filmado en pocas semanas y con dos actores comprometidos con sus papeles no sólo desde los cambios físicos sino también desde la fuerte carga emocional.
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