Llegó la prótesis y operaron a Juan Tolosa, el hombre que le suplicó a Pami para no morir
“Señores directores de Pami les suplico, no me dejen en silla de ruedas, no me maten a los 56 años”, fue la frase que escribió en su muro de Facebook Juan Tolosa hace una semana. Esas mismas palabras las replicó en diálogo con El Eco de Tandil, en la edición del lunes pasado.
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Es que el tumor que tiene en la columna Juan Tolosa le comió una de las vértebras, la cual estaba a punto de colapsar y dejarlo parapléjico. Desde octubre que Pami lo tenía a las vueltas con la prótesis que necesitaba para reemplazar la vértebra y extraer el tumor. En ese lapso de tiempo, Tolosa sufrió dolores insoportables, perdió masa muscular y dejó de caminar. Ya no podía no siquiera ir al baño o bañarse y por eso, desde su cama, decidió hacer público su dolor, que se hizo eco en la comunidad tandilense que no podía creer que la obra social no se conmoviera ante tanto sufrimiento.
Finalmente, ayer la prótesis llegó a Tandil y Juan Tolosa pasó por el quirófano. Ahora continúa su batalla contra el cáncer, pero con esperanzas renovadas de poder ganarle a esa terrible enfermedad.
Terminó
la espera
Liliana Zaptacosta, la esposa de Juan Tolosa, contó que ayer en horas de la mañana llegó la prótesis a Tandil. “Eran las 8 y todavía no sabíamos si estaba la prótesis”, confió.
Cabe recordar que días atrás desde Johnson y Johnson, el prestador de la prótesis, le habían dicho al cirujano que hasta el 13 no iba a estar el material completo para la operación. Días después, la gente de Johnson, que era el prestador, se comunicó con el cirujano, el doctor Carlos Dapía, para comunicarle que podrían otorgar todo el material necesario para la intervención quirúrgica, pero el problema era que solo habían ganado la licitación de la prótesis, mientras que otras empresas debían proveer el resto de los insumos. No obstante, ofrecieron otorgar todo el material que hacía falta y que después Pami se encargara de pagarles.
“El jueves me llamaron del Hospital, diciéndome que posiblemente el material iba a estar hoy (por el lunes), y así fue. Juan fue a control el viernes y se quedó internado, y ya todo pasó, el material llegó, ya está operado”.
La operación
La mujer explicó que salió bien de la operación y que se encuentra “mucho más relajado. Fue costoso, difícil, pero ya está. El doctor me dijo que lo neurológico está salvado, la parte ósea también, así que vamos bien. Después queda la parte oncológica que hay que hacer rayos y demás, pero eso es el segundo round”.
“Se sacó bastante de la masa tumoral, igual algún resto queda. No se pudo sacar todo porque era muy profundo y hay muchas venitas, trabajaron muy cerca de la aorta y muy cerca también de la médula”, describió.
Además, detalló que se trató de una “operación muy compleja, pero se pudo salir adelante, él está bien. Posiblemente necesite alguna transfusión. Lo operó el doctor Dapía, que salió muy conforme con el trabajo que había logrado hacer, porque en alguna parte pudo ir más profundo de lo que él pensaba”.
Contó que con su esposo “no pude hablar mucho todavía, dos o tres palabritas como para decirme que estaba un poco dolorido pero que se sentía bien”.
Una emoción
grande
Liliana Zaptacosta expresó que “cuando vino la chica a decirnos que ya estaba el material, porque hasta ese momento no teníamos la certeza, fue una emoción grande después de tanta espera y miedo a la vez. Todo se mezcla en ese momento”.
“Entró 10.30 a quirófano y salió como a las 15. Tres o cuatro días mínimo va a estar internado para que se pueda asentar todo. Hay que tener mucho cuidado con las infecciones, que no haya ningún rechazo porque es un cuerpo extraño”, indicó.
El que espera
es el que paga
Finalmente, reflexionó que “con un poco de voluntad realmente se podía” conseguir la prótesis que hacía meses esperaban.
Y recordó que “primero buscaban quién licitaba, quién ponía el primer precio. Eran dos pedidos a la vez, lo de la prótesis por un lado y el resto del material por el otro, todo es a través de licitación y mejor oferta, total el que espera es el que paga las consecuencias”.
“Creo que en muchas obras sociales pasa lo mismo. A nosotros nos tocó con Pami, pero pasa con otras obras sociales también”, sostuvo.
Burocracia
y dolor
Afortunadamente, Juan Tolosa decidió hacer pública su desgarradora súplica para que las autoridades de Pami realizaran lo que deberían haber hecho seis meses atrás, evitando tanto sufrimiento.
No obstante, es imposible no preguntarse qué hubiera sucedido si esta persona no hubiera decidido dar a conocer su situación. Así como también cuántos Juan Tolosa habrá en distintos puntos del país, que siguen esperando la cobertura de una obra social mientras sufren sin que nadie los escuche o se conmueva frente al dolor.
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