Logra dejar de fumar el 40 por ciento de los pacientes del Centro de Vías Respiratorias
En el Centro de Vías Respiratorias (exdispensario), ubicado en calle Alberdi entre Mitre y avenida España, un grupo de profesionales lleva a cabo una importante tarea para que quien lo desee pueda dejar de fumar. En el lugar funciona el Servicio de Neumotisiología que depende de la provincia de Buenos Aires, donde trabajan la neumóloga Catalina Venesio, la psicóloga Marina Pagola, la cardióloga Laura Schoenfeld, la nutricionista Fernanda Brazzola, la trabajadora social Josefina Cereseto y el médico clínico del grupo Mario Bracciale.
El Eco de Tandil se reunió con ellos para conocer un poco más sobre la actividad que desarrollan. Expresaron que “justo este año vamos a cumplir una década que el Servicio de Neumotisiología está funcionando. En cuanto al tratamiento, es prolongado, donde las personas que tienen deseo de dejar de fumar se anotan en mesa de entrada y cuando hay lugar se los invita a iniciar el tratamiento. De esta manera llegan alrededor de diez personas por semana que se incorporan a los distintos grupos que funcionan, que son dos grupos por día de lunes a viernes en el horario de mañana”.
Agregaron que “se les hace una entrevista de admisión y luego se los ubica en un grupo donde vienen semanalmente a realizar el tratamiento”.
Recibí las noticias en tu email
La metodología
Según narraron las profesionales “las personas concurren una vez por semana y lo hacen por espacio de una hora en un espacio grupal. Luego la médica los controla individualmente. El tratamiento incluye grupo terapéutico, medicación y acompañamiento ya sea grupal o individual. El éxito se da porque hay todo un equipo presente durante toda la semana”.
Las profesionales remarcaron que “el tratamiento es gratuito y se trabaja fundamentalmente en lo que es conciencia de la enfermedad, y se va generando a lo largo del proceso de tratamiento que consiste en dos etapas: el inicio y lo que denominamos pre alta”.
Indicaron que “es un tratamiento que ronda los seis meses y está contenido en los distintos ámbitos de lo que es la interdisciplina. El alta es consensuada entre el grupo de profesionales y el paciente que adquirió los conceptos y puede manejarse sin el tratamiento”.
Desde que se puso en marcha este programa que está pronto a cumplir diez años, las estadísticas que se han elaborado indican que “un 40 por ciento son las personas que salen de la enfermedad del tabaco”.
Los grupos
Algo para tener en cuenta es que los grupos que se conforman son de doce personas. “Se confeccionan grupos reducidos, y los días jueves son de admisión, donde se pueden inscribir en el servicio y se los va llamando a medida que van surgiendo lugares. En la actualidad hay lista de espera y ni bien alguien recibe el alta, se convoca a otro paciente”.
En cuanto a si la demanda se incrementó en este último tiempo por el considerable aumento que hubo en el precio de los cigarrillos, señalaron que “hay gente que está motivada y a un paso de dejar de fumar, el aumento los ayuda a decidirse. Hemos atendido a tres pacientes nuevos que dejaron el cigarrillo desde que aumentó. Hay distintas motivaciones, llegan por algo económico y es una manera de entrar, luego reconocen que están enfermos”.
Sostuvieron que “los chicos que tienen más conciencia de lo que es el tabaco estimulan a los padres y a los abuelos a no fumar. El tema de la legislación, que no se puede fumar en lugares cerrados, ayuda también”.
Esta buena propuesta no llega a los barrios debido a que “al depender nosotros de la Provincia hacemos todo acá. El Municipio con sus centros de salud, en algunos de ellos, está haciendo su experiencia con el programa de cesación tabáquica”.
Sin tabaco
El venidero 31 de mayo se celebrará el día del aire puro sin tabaco, por lo que desde el Servicio de Neumotisiología se está transitando por el mes indicado para difundir la tarea que desarrollan.
Sentenciaron que “nosotros hablamos de enfermedad, de dependencia física, psíquica y social. Estas cuestiones hacen que sea complejo salir y que con una pastilla no se resuelve. Se trata de otras miradas por las variables de lo que se entiende lo que es una adicción y la enfermedad. Para eso se necesita el abordaje de distintas disciplinas. El paciente que busca con una pastilla resolver su problema no tiene herramientas como para manejarlo, quizás resuelva la parte física pero no se puede sostener”.
Aseveraron que “acá se le enseña una metodología de acción, el manejo del pensamiento para no llegar a esa acción, involucrarlo al paciente, hacerlo responsable de su toma de decisión. No tiene que ver con la voluntad sino con otras cuestiones como el reconocimiento de la enfermedad y apuntalar el descuido desde la parte física y alimentaria”.
Explicaron que con el paso de las semanas “son los propios pacientes quienes reconocen que tenían naturalizado comer mal y no hacer nada. Siempre la expresión de todo a través de la palabra, que es lo que se hace en el grupo con la corrección y la contención del grupo interdisciplinario. Es expresar todo este tema del duelo y del dolor y ser escuchados, por eso esa contención es importante. Se hace un trabajo psicológico, por más que la persona haya dejado de fumar y se sienta segura, si no trabajó todo eso, puede reincidir. Después se explica lo importante que es la alimentación y la actividad física para bajar el tema de la ansiedad y se refuerzan los beneficios”. u
Este contenido no está abierto a comentarios