Los basurales a cielo abierto proliferan en los distintos barrios de la ciudad
Sin embargo, no todas parecen ser flores para el director del área, Lino Fernández, quien no da abasto recorriendo las distintas zonas (incluida la céntrica), para levantar restos de residuos que son sacados fuera de horario y durante los fines de semana, en los que no se realiza recolección y terminan desperdigados en las veredas y calles, y en la periferia, para tratar de desalentar el asentamiento de basurales.
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Basurales a cielo abierto
Sólo basta con recorrer distintos lugares que parecen haber sido elegidos a tal fin y como ejemplo, se pueden citar dos calles. Suárez García, en la zona de Villa Laza y Los Aromos, que casi en forma cíclica, se reanuda un basural poco tiempo después de que es desactivado por la gente de Servicios.
Otro de los lugares elegidos, es la calle Segundo Sombra y Muñiz, en la zona de Villa Gaucho. En ese sitio una y otra vez son arrojados residuos de todo tipo, sin miramiento alguno de parte de los responsables.
Para Rosa, de Muñiz al 500, ?esto parece mentira pero es una realidad. Vienen camiones y descargan cualquier tipo de basura y cosas sueltas, o en bolsas, en lugar de hacerlo en el basural habilitado o llevarlo al corralón, que en ninguno de los lugares les cobran. El otro día mi hija los vio y los denunció pero no sé qué habrá pasado con eso, pero todo el mundo sigue viniendo lo más tranquilo?.
Mientras tanto, en la misma recorrida que este Diario realizó, se encontró con una cuadrilla de hombres del Municipio que trataban de limpiar, una vez más, una de las calles más castigadas: Segundo Sombra. Los trabajadores, protegidos con guantes gruesos, no dejaban de juntar basura y desperdicios de todo tipo: botellas plásticas, de vidrio, ropas, ramas, papeles, residuos domiciliarios y hasta animales muertos.
?Dejamos todo bien limpito, pero la verdad es que no sé para qué lo hacemos porque a los pocos días ya está igual, ni se nota que estuvimos limpiando. Lástima, a los vecinos les dura poco la alegría porque no son ellos los que tiran sino que vienen de otros lados, según dicen. Lástima que no van a l basural que sí está habilitado para eso?, dijo uno de los trabajadores y siguió juntando.
En el centro
Otro de los lugares que deja mucho que desear, sobre todo los primeros días de la semana, es la zona céntrica, que al comenzar la semana amanece a veces con cuadras que son un verdadero ?chiquero?. ?La gente saca la basura a cualquier hora, no le importa nada. La deja colgada de un árbol y le parece que así está bien. Lo hace un sábado y sabe que hasta el lunes no pasan los recolectores. Entonces me pregunto, ¿por qué lo hace? ¿Será que le gusta tener el barrio así? Dejen la bolsa en casa, en el patio y sáquenla cuando esté por pasar el recolector, que hace un trabajo muy bueno y realmente son eficientes?, comentó Zulma, indignada, mientras juntaba restos de una bolsa domiciliaria, que no le pertenecía pero estaba destrozada en su vereda.
Otros, se rascan la cabeza y le echan la culpa a los perros sueltos. ?Lo que pasa es que en Tandil está lleno de perros sueltos que sacan basura de todos lados, la rompen, la destrozan y hay que ver cómo la bajan de los cestos de basura y de los árboles, parece que ya se dan maña?, dijo un vecino, enojado.
Sobre esto, se puede agregar que si bien es cierto que en los distintos barrios de la ciudad hay perros sueltos (para no hablar de los gatos), pero teniendo en cuenta que es una realidad conocida, bueno sería actuar en consecuencia y de esa manera, aportar con un granito de arena y minimizar las consecuencias. Una de las formas es no sacando las bolsas de residuos en horas no permitidas o en días en que los recolectores no pasan.
No será solamente tarea de los trabajadores del Municipio andar corriendo detrás de las bolsas sino que uno de los aspectos principales a tener en cuenta para mantener la ciudad limpia y sana, es que cada uno de los tandilenses haga un mea culpa y recapacite qué hace al respecto y en qué ha colaborado para que zonas o espacios de la ciudad, a veces, parezcan un verdadero basural a cielo abierto.
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