Los operarios de Loimar responden a denuncias y ratifican que la empresa planea un vaciamiento
Los trabajadores de Loimar SA, en conflicto desde el 18 de octubre pasado, decidieron salir a responder a la gerencia de la empresa, que en los últimos días los acusó de llevar a cabo ?prácticas patoteriles?. Asimismo, ratificaron que la firma avanza hacia un vaciamiento de la planta, con la intención de cerrar temporalmente.
En el mismo sentido, niegan la existencia de una crisis, y sostienen que los 48 despidos obedecen a ?represalias? por pretender ejercer la libertad sindical.
En la Redacción de El Eco de Tandil, Alberto Algañaraz, José Goñi y Fernando Espíndola se presentan como ?simples operarios?, con 17, 25 y 5 años de antigüedad en la fábrica, respectivamente. Anuncian la intención de hacer oír sus voces, y explican que ?sólo pretenden seguir trabajando?, aunque con el derecho a elegir su representación gremial.
Como se ha informado, el conflicto entre la empresa y los trabajadores se inició cuando éstos renunciaron de manera masiva al Sindicato Obreros Ladrilleros a Máquina y Anexos (Solma). Tras cartón, comenzaron los despidos, que motivaron una medida de fuerza de los operarios, y el consiguiente dictado de la conciliación obligatoria por parte del Ministerio de Trabajo, que vence el próximo viernes.
Para hoy, en esa dependencia, está programado un nuevo encuentro entre las partes, aunque el diálogo está virtualmente cortado. Los despedidos, de permanecer en esa condición, advierten que continuarán con las medidas de fuerza y harán trascender el conflicto fuera de las fronteras de la ciudad.
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La voz de los operarios
-¿Cómo está hoy la situación, luego de los despidos, la medida de fuerza y la intervención del Ministerio de Trabajo?
Algañaraz: -Estamos atravesando la conciliación obligatoria, que retrotrajo todo al 18 de octubre y vence el 20. Solma es supuestamente quien nos defiende, es en ese sindicato en el que tenemos que confiar y no confiamos. A nosotros nos defiende el enemigo, pero es lo único que nos queda, porque por el encuadre sindical es el único que puede hablar con la empresa.
-Ustedes quieren hacer escuchar su campana, desde la génesis del conflicto. Esto, si mal no recuerdo, se inició con la desafiliación masiva al Solma…
Espíndola: -La desafiliación masiva fue porque no teníamos porqué estar pagando de nuestro bolsillo a quien no nos representaba ni nos defendía. Desde abril juntamos firmas para renunciar, y a partir del despido de tres compañeros, el 19 de septiembre renunciamos en masa, 60 de una planta de unos 85 trabajadores.
-¿Es a partir de esa decisión que surge lo que ustedes califican como ?represalias? por parte de la empresa?
Espíndola: -Nosotros sabíamos que íbamos a tener problemas con la desafiliación. Lo que queremos que la gente sepa es que los despidos fueron a partir del 18 de octubre. Nosotros estuvimos un mes sin sindicato, y no quisimos meter a otro. Esto no es un ?problema entre gremios?, como dice Loimar.
La cuestión gremial
-Pero la intervención de Focra fue real, el mismo día en que comenzaron con la medida de fuerza en la puerta de la planta…
Algañaraz: -Sí, porque cuando no nos dejaron ingresar, empezamos a buscar ayuda. Nosotros no somos sindicalistas, por eso los fuimos a buscar. Ellos no se metieron, vinieron desinteresadamente, como el concejal (Raúl) Escudero, al que le agradecemos.
Goñi: -En ningún momento quisimos pertenecer a un gremio, sino que no queríamos estar en Solma. Como marca la Constitución, queríamos libertad.
-Respecto al Solma, ¿estarían dispuestos a volver a afiliarse, si es que eso ayuda a destrabar el conflicto?
Espíndola: -No. Solma nunca nos representó. La empresa tiene todas las ventajas con ese sindicato. Cuando hay despidos, ellos (Solma) hacen oídos sordos y se quedan en Buenos Aires.
Algañaraz: -Le agrego algo: Tenemos un solo delegado, cuando nos corresponden tres, y tiene 72 años. Saque sus conclusiones.
Los despidos
-¿Cómo fue el tema de los despidos? Porque las cifras circulantes se fueron incrementando paulatinamente.
Goñi: -En principio fueron siete efectivos y nueve de la consultora (contratados).
Espíndola: -Cuando comenzamos el paro, entrábamos, fichábamos y nos quedábamos al lado de la barrera. Un jueves, el tercer día de paro, llegó el dueño de la empresa, Juan Loitegui, y no nos dejaron fichar. Trataron de enfrentarnos, salió el jefe de personal y señaló a los que podían entrar y a los que no. ?El que quiera trabajar puede entrar?, dijo. Ahí echaron a siete maquinistas. Como decidimos no entrar, al mediodía echaron a 25 más. Así fue que se aumentó el número, hasta 48.
-¿En esa jornada es en la que surgió la acusación de ?actitudes patoteriles? de parte de ustedes?
Algañaraz: -Lo único que hicimos fue prender gomas en el frente de la fábrica, no en la puerta. Llegó el dueño y se bajó del auto casi loco. Pero en ningún momento hubo agresiones físicas.
Goñi: -Lo que sí habría que decir es que ellos mandaron gente de afuera de la empresa para que fuera agredida. Nosotros nos apartamos para no pasar de algo pacífico a algo violento.
Algañaraz: -Si nos acusan de patoterismo, que presenten pruebas. Nosotros no le hemos pegado a nadie, ni nada por el estilo.
La crisis, un argumento
-La empresa sigue argumentando que los despidos son producto de la crisis imperante. Ustedes rechazaron de plano ese fundamento y contraatacaron denunciando un intento de vaciamiento. ¿Es así?
Goñi: -Totalmente.
Espíndola: -El señor Guillermo Edo dijo algo de vaciamiento de maquinaria. Nosotros en ningún momento hablamos de eso. Nosotros nos referíamos a ladrillos, pisos y tejas. A los equipos cargados que salen a diario.
Algañaraz: -Hasta el momento del conflicto, se venía trabajando con normalidad, con un agrande de la planta. Ahora, la empresa paró todo, dejó de agrandarse.
Espíndola: -Su pregunta se la podemos contestar así. La empresa habla de que no hay vaciamiento, pero hay crisis. El (por Edo), sabe bien que cuando iniciamos el paro estaban entrando entre 15 y 20 equipos por día, y hoy están saliendo 40. Si no hay vaciamiento, no hay crisis, por qué están saliendo 40 camiones. Y si hay crisis, hay vaciamiento. Esto es así. O se duplicó la venta, o en realidad están haciendo vaciamiento, no hay que darle mucha vuelta.
Algañaraz: -Con darse una vuelta por la playa, la van a encontrar vacía.
-Un fuerte rumor, que se convirtió en otra denuncia de los trabajadores, apunta que los materiales están siendo llevados a un corralón de Tandil…
-Es así, los están llevando a un corralón muy conocido. También sabemos de los rumores de cierre, pero preferimos esperar.
-Terminada la conciliación, el próximo viernes, ¿cómo imaginan el panorama?
Goñi: -Pensamos que los empresarios son personas que no se bajan del caballo, y no van a hacer caso a lo que nosotros pedimos. Y es probable que los que hemos llevado todo esto adelante, el 21 estemos nuevamente afuera.
-En ese caso, ¿qué piensan hacer?
Goñi: -Ir hasta el final. Si hay despidos, hay paro.
Algañaraz: -Y esto va a trascender Tandil, si es necesario. Sabemos cómo hacerlo. No somos ignorantes, como ellos creen.
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