Los vecinos de Urquiza y Bereterbide reclaman por una calle que rompió la Usina hace un mes
Los contribuyentes de la zona de Urquiza y Bereterbide se comunicaron con esta Redacción para plantear que la Usina de Tandil perforó el asfalto hace un mes y aún no lo reparó. La obra demorada les ocasiona trastornos para circular, pero además representa un peligro para el intenso tránsito que registra ese cruce. Sumado a esto, pidieron al Municipio que nivele los pozos en Urquiza al 900, repavimentada hace solo cuatro años.
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Yésica Arias, frentista de la barriada, explicó que la empresa de economía mixta rompió el pavimento de hormigón por Bereterbide hace varias semanas y “así lo dejaron”. Las piedras y tarimas con que taparon un gran pozo ocupan la mitad de la trocha de la calzada.
En cuanto al tránsito, describió que un vecino de Bereterbide estaciona su camión cerca, entonces “no deja mucha visión, tapa con el transporte todo lo que está roto. El que no sabe, se encuentra con que está todo roto y un día de estos se va a caer alguien ahí”.
La vecina indicó que la perforación tenía un vallado realizado con maderas, pero vándalos lo rompieron y quedó el arreglo sin terminar al descubierto. Luego, colocaron unas chapas que también fueron derribadas y están desparramadas por la zona.
“Dejamos pasar el tiempo porque pensamos que lo iban a venir a arreglar. Después, el clima estuvo feo. La cuestión es que justo es en la entrada de la casa de una vecina a la que le rompieron la vereda y la dejaron mal”, describió Yésica Arias.
Cuadra nueva,
problema viejo
Por otro lado, reclamaron por el estado de Urquiza al 900, cuadra que fue repavimentada en 2012, tras siete años de pedidos de la barriada que sufría por gran cantidad de pozos, el estancamiento de agua y el tránsito. Un mes después de haber estrenado la mejora, el asfalto comenzó a cuartearse y exigieron garantías de que el pavimento iba a durar.
La vecina lamentó que el Municipio hiciera arreglos con brea, ya que pasan muchos camiones cargados y dos líneas de colectivos, uno que circula hacia el barrio Arco Iris y otro al centro. “Ya se está rajando. Hace un año tuvieron que hacer un parche porque había un agujero tremendo. Segundo, no sé si es por el peso de los camiones y de los colectivos que se rompe la cañería de abajo, entonces se destruye la calle”, describió.
Los parches que están hace un año ya se hundieron, por eso solicitaron que arreglen. Es que el asfalto se deteriora a gran velocidad, sobre todo por la circulación de vehículos de gran porte por la zona.
“Por acá pasan dos colectivos y los camiones. Y encima, es zona de camioneros. Tenemos como cinco o seis camioneros en poquito, entonces por más que no quieran que pasen, circulan igual porque viven acá, ¿les vamos a impedir la entrada?”, cuestionó.
El antecedente
En 2012, cuando el Municipio anunció la repavimentación de Urquiza al 900, los vecinos pedían que se hiciera de hormigón, como la cuadra de Urquiza al 1000 que se asfaltó durante el gobierno de Julio Zanatelli.
Un mes después de que se terminara la obra, ya observaron signos de deterioro en el pavimento. En ese momento, los vecinos describían que el agua de las lluvia lavaba el material y dejaba las piedras a la vista. Entonces, ante las filtraciones, era inminente la aparición de nuevos pozos.
En ese momento, Yésica Arias contó que llamó al entonces secretario de Obras Públicas Mario Civalleri, quien le dijo: “No te hagás problema, tenés cinco años de garantía”. Como pasaron solo cuatro años, ahora los contribuyentes esperan que la comuna reclame y la empresa vuelva a arreglar la cuadra.
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