Luego de una campaña sin agua, las recientes lluvias trajeron alivio a los campos de la zona
Aunque un poco más tarde de lo que el productor agropecuario necesitaba, el paliativo del agua contra la sequía finalmente llegó. Si bien las producciones a esta altura ya están complicadas, andará bien para las pasturas y para los que no han podido sembrar avena o algún verdeo. El alivio se siente sobre todo para la siembra del trigo, que es lo que se aproxima.
Recibí las noticias en tu email
Cabe destacar que en los meses de enero, febrero y marzo normalmente suele alcanzarse un promedio de 300 milímetros caídos, sin embargo este año ni siquiera se logró alcanzar la mitad de esa medida, de hecho en algunos lugares la medida llegó a penas a los 100 milímetros.
El presidente de la Sociedad Rural de esta ciudad, Angel Redolatti, habló con El Eco Multimedios y dijo que al no contar con esas lluvias, principalmente hacia fin de año, se vieron perjudicados principalmente los maíces que florecen entre noviembre y diciembre. La escasez de agua hizo que no se formara bien el grano, que los marlos quedaran pequeños y los que estaban destinados a ser picados para silo salieron con muy poca materia seca (menos de la mitad del promedio).
Lo mismo se repitió en las pasturas, que al no tener lluvias en febrero, “que es principalmente cuando más necesita la soja”, los rindes de los lotes que se estaban recién comenzando a cosechar fueron muy por debajo de lo normal.
Más allá de que toda la región estuvo afectada por el fenómeno, Redolatti destacó que “cada productor es un mundo aparte y vive una situación distinta de acuerdo a la cantidad de precipitaciones recibidas y las fechas que ha utilizado para sembrar su cultivo”. Esto se da porque las variaciones en los milímetros con apenas pocos kilómetros de diferencia fue notable, de hecho hay lugares que han recibido alguna lluvia de verano y otros que no. Asimismo lo demuestran estos últimos tres días de inclemencia donde en un extremo la localidad de María Ignacia registró 41 milímetros y en el otro De La Canal informó 76, con una diferencia de más de 30 milímetros, que resulta significativo para cualquier explotación.
La incidencia en el rendimiento de los cultivos es inevitable. Sin ir más lejos las estadísticas nacionales ya vienen demostrando que la cosecha de soja, por ejemplo, en volumen de tonelada normalmente se encontraba por arriba de cincuenta millones cuando ahora se está hablando de cuarenta, y puntualmente las últimas mediciones marcaron cerca de 36 millones de toneladas.
Emergencia
Hace algunos años que el término “emergencia agropecuaria” se va repitiendo cada vez más para las distintas provincias y regiones del país. Vale recordar que en Tandil puntualmente el año pasado se había pedido esta salvación por inundación, que no tuvo acatamiento ni respuesta desde la Comisión de Emergencia y Desastre Agropecuario de Buenos Aires (Cedaba).
En contraposición y paradójicamente, el presidente de la Sociedad Rural informó que a fines de marzo se solicitó la emergencia pero esta vez por sequía para la zona. Hasta el momento no se ha reunido la Cedaba para tratar el tema.
El otorgamiento de un plan de ayuda se da en dos casos. Cuando al menos el 50 por ciento de la producción o de la capacidad productiva se encuentre afectada, la empresa obtendrá un certificado individual declarándola en estado de “emergencia agropecuaria”. Pero, si este porcentaje es mayor y alcanza un 80 por ciento de afección, se la declara en zona de “desastre agropecuario”.
“En general cuando la provincia reúne a la comisión va tratando todos los pedidos, y cuando saca alguna resolución indican el período de fecha que abarca, entonces el productor que tiene sus plazos dentro de esos días se ve beneficiado”, explicó Redolatti. También distinguió: “algunas veces sucede que, si se ha pagado algún impuesto provincial que tenía su vencimiento dentro del lapso remarcado, puede ser compensando con otro posterior”. Con el mismo fin, vale recordar que siempre hay disponible beneficios con créditos por parte de los bancos.
Según el especialista, de acá en adelante lo que hay que ver es como está cada productor castigado hasta ahora. Aunque con estas lluvias la situación se alivió un poco, remarcó que “hay que tener en cuenta que no es pasto lo que cae del cielo y los animales no van a tener para comer de un día a otro”. “Eso va a demorar y además hay que tener en cuenta que ahora se viene un período que ya no tiene altas temperaturas lo que influye en el retraso del crecimiento del cultivo”, indicó.
Índice de precipitaciones
Desde el lunes y hasta la tarde de ayer, las distintas áreas del Partido de Tandil registraron mediciones variadas en los pluviómetros
De la Canal 76
María Ignacia 41
Gardey 52
Base Aérea 62
Centro de la ciudad 45
Este contenido no está abierto a comentarios