Lunghi presentó la recuperación de Villa Onena y destacó el espíritu progresista que tuvo la zona
Y finalmente los nubarrones grises se corrieron y le dieron lugar a los tímidos rayos del sol, marco de otro corte de cintas de la gestión de Miguel Lunghi. Al pediatra se le atribuye la magia de manejar el clima a su antojo y ayer volvió a lograr su cometido, inaugurando el edificio recuperado de Villa Onena, ubicado frente al Parque de la Industria y el Comercio, contra cualquier pronóstico.
Más de un centenar de tandilenses, en un clima netamente familiar, le dio marco al acto, en el que el jefe de Gabinete, Carlos Fernández, y el Intendente descubrieron una placa colocada sobre la histórica casona.
Luego, el director de Servicios, Lino Fernández; su par de Parques y Paseos, Alejandro Bonadeo, y la propietaria del lugar, María Elisa Bedascarrasbure, cortaron las cintas.
En la reciclada casona, cedida en comodato al Municipio, funcionará un centro de información turística, una ventaja para los visitantes que recorren los paseos de la ciudad. Además, reservará espacio para muestras culturales y referencias a la historia de esa zona de la ciudad.
La jornada también incluyó las palabras de la directora de Patrimonio Cultural, Magdalena Conti, y del jefe comunal; además de la entrega de una foto de la villa a la señora Bedascarrasbure y la actuación de Roberto Fernández, Norberto Matti, Argentino Urrutia y Aurora Verón, y el grupo New Sensation.
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?Corazón del trabajo
y el progreso?
Tras agradecer a los funcionarios que trabajaron en la recuperación de la casona, desde el contrato de comodato hasta la restauración, el Intendente señaló que en Villa Onena ?se respira historia? y repasó el sello de los pioneros que enfrentaron momentos ?plenos de sacrificios, de pérdidas, de responsabilidad para con el vecino, de pasión por lo nuestro, de trabajo arduo en la naciente comunidad tandilense del siglo XIX?.
Continuando con la lectura de su discurso, Lunghi expresó que ?desde nuestra gestión de gobierno hemos querido recuperar su historia y su espíritu, para que aquella Villa Onena se comparta en la actualidad de la memoria viva de Tandil?.
Y agregó que ?para nosotros la mejor manera de volver al pasado es sentarnos en el devenir del presente?, con el objetivo de utilizarlo como ?un espejo donde podamos mirarnos?.
También llamó a ?acompañar? la energía de los primeros hacedores que se plasma ?en hechos concretos y sencillos?, que puedan convertirse en parte de la identidad tandilense.
Así, dijo que con Villa Onena, situada ?en el corazón del trabajo y el progreso?, habrá un centro de información turística.
?Con la consigna de que recuperar el pasado es proyectarnos hacia el futuro, es así como seguiremos trabajando, como siempre?, cerró.
Sabiduría y esfuerzo
?Villa Onena, una casa con historia e histórica?, definió la directora de Patrimonio Cultural, Magdalena Conti, valuarte de la gestión en los últimos paseos recuperados para la ciudad.
La funcionaria fue invitada a subirse al estrado y desde allí realizó una recorrida por el último siglo, deteniéndose en los cambios que ha sufrido la zona del Lago del Fuerte en el devenir de las décadas.
En su relato, destacó que Tandil siempre atrajo a inmigrantes y trabajadores, con Juan Fugl, desde su molino, como promotor del desarrollo del Dique, quien supo descubrir su atractivo especial. Justamente en el predio que se presentó ayer, el pionero dinamarqués tuvo su primera casa de barro, que se diluyó en el tiempo por la escasa durabilidad de sus materiales.
Constituido en un sector con perfil industrial, primero se estableció una industria jabonera y luego, en la década del ?40, alojó a la curtiembre Onena, emprendimiento de tres vascos, uno de ellos de apellido Bedascarrasbure.
Aquella industria empleó a 50 personas, con una inversión inicial de 60 mil pesos, además de traer tecnología para la ciudad.
En el repaso, Magdalena Conti destacó que ?la belleza es producto de la sabiduría y del esfuerzo?. La sabiduría quedó en manos de aquellos vascos que pusieron su fábrica en una zona que creció y el esfuerzo de todos aquellos que trabajaron con constancia por la ciudad.
Sobre el final, la profesora puso en valor a quienes trabajan ?con constancia, esfuerzo y sobre todo con sabiduría, para poder dejarle la mejor herencia a todos aquellos que nos van a suceder?.*
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