“Maquínicas”, una propuesta de la artista Marta Pérez Temperley, grabadora de trayectoria internacional
-¿Cómo son las máquinas que crea la artista?
-Estas máquinas adquieren protagonismo absoluto, ocupando la totalidad de la estampa. La impresión que excede el fondo se acentúa por las grandes dimensiones, más inusuales en las obras de los grabadores, dato que señala el dominio del oficio.
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-¿Adónde nos llevan sus imágenes?
-Un mundo de engranajes da cuenta de que alguna vez representaron el progreso del siglo XIX. A la distancia, ya más añosos en lo funcional admiten la metáfora que representa la grabadora apelando a la fuerza y énfasis de su diseño industrial, con sus desgastes producto del uso, pero con la potencia de lo resignificado que obtura cualquier duda sobre su existencia o utilidad.
-¿Qué particularidad tiene su técnica?
-A la sugestión de la propuesta estética corresponde la destreza del oficio que la consuma. La artista sabe cómo y por qué se materializa la imagen, elige las técnicas de la aguatinta, el aguafuerte, la sutileza del trazo, la atenta graduación del claroscuro que el ácido hace indeleble en la plancha de metal. Transcurrido más de un siglo y medio de aquella irrupción del ferrocarril, los grabados de Marta Pérez Temperley nos obligan a detenernos en el deterioro de las viejas locomotoras afectadas por la corrosión; nos permiten intuir una lectura existencial donde los ocres y marrones, los colores del otoño, se apoderan de los hierros envejecidos de las máquinas, todo ello representado en la elección de sus climas de color y tintas.
-¿Qué nos sobrepone con el tema?
-Generalmente usamos deliberadamente dos acepciones de la palabra estación. La más común hace referencia al lugar o al edificio donde se detiene habitualmente un tren para recoger y dejar a los viajeros; pero también como significado de la permanencia de una cosa en un determinado lugar. La obra de la artista nos invita a detenernos, a permanecer, a contemplar la belleza de sus imágenes y a reflexionar sobre el tiempo que, en su inexorable transcurrir, transforma inevitablemente lo que un día fue moderna tecnología en mera nostalgia.
Sobre el espíritu de “Maquínicas”
Comenta su directora artística, la profesora Indiana Gnocchini: “La obra de Marta nos demuestra una absoluta autoridad en la técnica del grabado y una sensibilidad versátil en relación a sus temáticas. A mediados del siglo XVIII, se concibió una suerte de vehículo impulsado por un sistema similar al de los mecanismos de relojería. Las máquinas de la autora, con sus detalles de engranajes, rodillos y tórculos, en primer plano, buscan analogía con ese complicado artefacto a vapor destinado a correr sobre rieles, más tarde denominado locomotora.
Pero más allá de su cuidadosa descripción en vistas de aguafuerte y aguatinta, nos transporta metafóricamente a transitar sueños, acortar distancias y facilitar encuentros. Se mezclan las historias de la revolución industrial, la mirada de los futuristas como Umberto Boccioni o Giacomo Balla que centraban su interés en la dinámica y continua evolución propia del mundo contemporáneo arrastrado a la caótica realidad cotidiana”.
-¿Y los clásicos de la literatura, no influyen también?
-Sí, claro, como el de León Tolstoi, adaptado al cine. Así el literato ruso quiere afrontar un tema como el de Anna Karenina, en pleno siglo XIX, y con Europa convulsionada, donde el ferrocarril es el elemento que permite a los protagonistas de esta historia los desplazamientos entre Moscú, San Petersburgo y la campiña rusa. La acción y el reencuentro en la “parada y fonda” del tren en la que el príncipe declara su amor a la bella aristócrata, son solo algunos pasajes o recuerdos que se mixturan con la expresión y creatividad de esas vigorosas imágenes de Marta, que se materializan con la impronta del trazo y la graduación del claroscuro en la plancha de metal en cada estampa.
Agrega la curadora de la muestra: “Pero esa ductilidad también la transporta y nos trae a otros escenarios, donde esa fauna: máquina-humanidad se inunda de enigma en las imágenes de la astrología poética donde dragones, cabras, caballos y serpientes, se conjugan con mundos esotéricos e idílicos. El color y las texturas entonces juegan en los gestos del grabado un rol pregnante”.
-Qué curioso, ¿animales?
-Sí, realmente inquietantes y enigmáticos son los grabados de cada uno de los animales del zodíaco Chino, tal es así que han ilustrado uno de los famosos libros de Ludovica Squirru, y sus originales estarán para ser apreciados en la muestra.
-Sin duda un perfil lleno de sorpresas y búsquedas
-Efectivamente, en su taller, en constante investigación, la artista logra una suerte de artillería donde conjuga con honestidad conceptual y riqueza compositiva la excelencia en el planteo de sus obras, como bien demuestra en “Maquínicas” propuesta en sala de Galería Artemio, que podrá ser visitada con entrada libre y gratuita durante un mes.
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