Más de 20 muertos a bordo de submarino nuclear ruso
“Durante una prueba de un submarino nuclear, el sistema anti-incendios tuvo un fallo y 20 personas perdieron la vida, entre militares y obreros”, anunció a la AFP un responsable de la Marina rusa, Igor Dygalo. Un total de 208 personas se encontraban a bordo, entre ellos 81 militares y empleados de un astillero, añadió.
No se facilitó ninguna precisión sobre el tipo de submarino y la eventual presencia de misiles a bordo. “El submarino no resultó dañado, su reactor funciona normalmente y los niveles de radiación registrados a bordo del submarino son normales”, añadió Dygalo.
El submarino, que se encontraba en el Pacífico, recibió orden inmediata de suspender su ejercicio y regresar a puerto, agregó Dygalo sin más precisiones geográficas. Los 21 heridos fueron evacuados, en estados de gravedad variables, al buque de lucha antisubmarina “Amiral Tribouts”, que este domingo acompañaba al submarino junto con el buque de apoyo “Saiany” rumbo a la costa rusa. Las circunstancias exactas del accidente sigue siendo muy confusas.
Según un experto militar citado por las agencias rusas, el sistema anti-incendio se activó por unos “errores técnicos” cometidos por el personal de los astilleros que estaba haciendo las pruebas a bordo. El fallo del sistema anti-incendio se produjo como mucho en uno o dos compartimentos del submarino, al igual que los compartimentos adyacentes, añadió el experto.
El ministro ruso de Defensa, Anatoly Serdyukov, informó sobre el incidente al presidente Dmitri Medvedev, quien ordenó una investigación “completa y meticulosa” y “toda la ayuda y apoyo posible a las familias de las víctimas”. Rusia guarda un recuerdo doloroso de otro accidente de submarino nuclear, el naufragio del “Kursk” el 2000, que costó la vida a a 118 marineros a 109 metros de profundidad. El “Kursk”, florón de la flora rusa, se había hundido durante unas maniobras en el mar de Barents (noroeste de Rusia) el 12 de agosto del 2000.
El drama fue provocado por la explosión de un torpedo. Las autoridades rusas tardaron en aceptar la idea extranjera para salvar a eventuales sobrevivientes. Esta actitud valió fuertes críticas a Vladimir Putin, elegido unos meses antes, acusado de haber sacrificado a los marinos en nombre del secreto militar.
Mientras el país vivía en directo el drama del “Kursk”, Vladimir Putin continuó sus vacaciones a orillas del mar Negro y tardó cuatro días en intervenir para decir que la situación era “crítico” pero Rusia disponía de “todo lo necesario” para el rescate. En agosto de 2005, siete marinos rusos atrapados en su batiscafo a la altura de la península de Kamtchatka (extremo oriente ruso) fueron socorridos gracias a un robot submarino británico que había liberado el submarino de los cables que lo fijaban al fondo del océano Pacífico.
El batiscafo AS-28 “Priz” permaneció bloqueado más de tres días a 190 metros de profundidad en una bahía de Kamtchatka. La Marina rusa reconoció entonces que estuvo a punto de producirse una catástrofe.
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