Más testigos refirieron a una relación consentida
Como viene ocurriendo desde anoticiado el suceso del presunto abuso, alertado por un médico del Hospital de Niños, los dichos y convicciones de familiares, allegados y el abogado de la víctima corren por una vía, y lo que hasta aquí obra en el expediente habla de otra realidad. Solo el tiempo, el correr de las horas y, fundamentalmente, el propio testimonio de la menor víctima, ante la Cámara Gesell, traerá claridad.
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Por lo pronto, por estas horas, el delicado caso sigue ganando la atención mediática y su opinión publica a partir de manifestaciones y declaraciones crudas que ponen en crisis lo que hasta aquí avanzó la instrucción.
Como se detalla en párrafos anteriores, la mamá de la menor junto a su abogado Maximiliano Orsini insistieron en el delito de violación sufrida por la joven internada en Mar del Plata, quien -al decir ahora también de la mamá- cuando despertó habló de los abusos sufridos.
Distante, lejos de la grave denuncia mediática, en la sede fiscal se recibieron más testimonios. Más precisamente cuatro jóvenes que fueron citados para que aportaran lo que sabían de lo sucedido aquella noche de sábado, madrugada de domingo.
Al decir del expediente, lo volcado allí redunda en la decena de testimonios ya transcriptos que aducen a que no vieron ningún acto violento. Ninguna relación forzada entre alguno de los componentes de la fiesta y la menor que luego fuera atropellada en la Ruta 226.
Relaciones consentidas
De los cuatro testigos, tres respondieron que no vieron nada anormal y que a la joven se la vio disfrutando como una más de los que allí participaron.
Sí uno de los declarantes coincidió con lo que ya había manifestado otro joven. Dijo haber visto a la menor junto a un joven teniendo relaciones sexuales en la habitación de la planta alta de la casaquinta.
Sin entrar en detalles sobre dicha relación que supo describir el testigo, a grandes rasgos contó que vio a la pareja con los pantalones bajos y el joven encima de la menor manteniendo sexo. Que en ningún momento escuchó ni vio algo que permitiera sospechar que se trataba de una situación violenta o forzada.
Así las cosas y al aguardo de más testigos que aporten hacia una u otra hipótesis de una pesquisa que permanece abierta y lejos está de arribar a una conclusión, la causa avanza al aguardo de la mejoría de la menor, como de resultados de análisis que se le practicaron.
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