Mercedes Morán: “Me da mucho miedo cualquier tipo de violencia, pero no me asusta la confrontación”
Por Ana Pérez Porcio
Recibí las noticias en tu email
La actriz tuvo sus dos primeras hijas siendo muy joven, a los 19 y 21 años y producto de la unión con el actor Oscar Martínez, llegó la tercera cuando ya tenía casi 40. Según ella misma ha relatado en diversas entrevistas ser madre tan joven hizo que prácticamente creciera junto a sus hijas y sin sentir la enorme responsabilidad que implicaba “ya que a esa edad uno se come el mundo, estaba muy cercana a ellas y no tenía miedos”, pero al llegar la madurez y pensar de otra manera entendió el enorme compromiso. Tuvo sus miedos pero los superó. Mercedes también tiene una nieta a la que disfruta mucho y asegura que la ha “energizado y rejuvenecido”, disfrutando de todos los roles, el de hija, madre, esposa y abuela.
Mercedes fue Roxy en “Gasoleros”, Chechu en “Culpables” y Tali en “La Ciénaga”, la película de Lucrecia Martel que protagonizó junto a Graciela Borges. Y volvió a la tele de la mano de Juan José Campanella para protagonizar a Gloria junto a Francella y Brandoni “El hombre de tu vida”, tuvo una participación en “Graduados” y ahora es la heroína de “Vetaba”, filme que se estrenará el próximo año.
-Dos SONES a la mejor actriz de la década en ambas oportunidades, cinco Martín Fierro, premios Centinela, Clarín entre otros galardones es algo muy fuerte
-Sí, con eso y el reconocimiento (del Tandil Cine) uno no puede negar que los años están pasando (risas), no se puede eludir el tema. Pero la verdad es que me encanta y me resulta conmovedor ser partícipe de festivales de cine porque, ya sea grande o pequeño, en cada lugar del mundo tienen un denominador común que es un espíritu de amor al cine. Eso que hace que un grupo de gente se ponga a trabajar tenazmente y hay algo en eso que es muy conmovedor. Lo he vivido en cada lugar que he estado y es lo que se respira en Tandil.
-Señala que la gente del cine es empecinada ¿de eso se trata al volver a la pantalla grande con “Betibú”?
-Sí porque nosotros tenemos una industria del cine muy pequeña en el país y que le cuesta mucho competir con todas las películas que se estrenan y es un tema la distribución, las salas, la cantidad de copias que se pueden hacer y como competir con la promoción. He tenido la posibilidad de hacer cine con distintos formatos: más independiente y más artístico, pasando por mucha ópera primista que también es una experiencia especial y también de haber participado de algunas películas como “Betibú” que es como de la gran industria del cine con una distribuidora internacional como es Warner, una coproducción con España; de modo que tengo todas mis expectativas puestas en ella porque tiene como cosa original que siendo una película de género policial, que tiene leyes muy rígidas, en este caso la protagonistas es una mujer y creo que es algo que le dio el éxito editorial a la novela de Claudia Piñeyro, porque ha sido siempre un tabú que los policiales sean protagonizados por mujeres, hasta se ha llegado a decir que es de mala suerte. Acá la protagonista femenina que no es una investigadora sino una escritora de ficción policial y que por diversas circunstancias se ve en el medio de la investigación de un crimen, le ha servido a ella para alimentar su prosa pero no con espíritu investigador y sobre todo como toda mujer está atravesada por sus cuestiones personales y su intuición es la mayor brújula que tiene. Conforma un trío para investigar el caso con un viejo periodista de policiales formado en la universidad de la calle que a su vez confronta con el nuevo, un chico joven egresado de sus estudios académicos. Al principio compiten y en el medio de ellos está esta mujer escritora y se encuentran en la investigación con un sistema de corrupción muy grande que está por encima de los periódicos, gobiernos y de alguna manera es una hermosa metáfora de esa forma de luchar contra el mal portando como único objetivo la verdad.
-¿Cuándo se la verá?
-En febrero del año que viene. Es la misma distribuidora de “Séptimo” y con esa proyección comienza el lanzamiento de la promoción de “Betibú”.
-Este año se ha dedicado al cine por completo.
-Cuando aparece más de un proyecto en una fecha, intento no comprometerme con teatro y televisión porque el cine requiere mucho tiempo, es un proceso previo, el rodaje, después acompañar las películas y me cuesta mucho hacer dos cosas a la vez. Entonces terminé el año pasado con todo un año y medio de teatro y me puse a rodar “Betibú”. En el medio hice una pequeña participación en “Terapia”, porque es un ciclo que me interesaba y ya me habían invitado anteriormente y no había podido participar por razones de trabajo y como era un personaje de tres semanas, entre el teatro y la película hice esa participación… y si se concretan, porque el cine tiene eso, este año voy a hacer un par de películas más.
-¿Habrá una nueva temporada de “El hombre de tu vida?”
-Pienso que no, aunque la verdad es que no sé porque no es un proyecto que me pertenezca, pero cuando hicimos la primera temporada fue un suceso tal que se nos pidió una segunda y pudimos hacerla porque la realizamos ese mismo año extendiendo el compromiso de trabajo por tres meses más y en un mismo año hicimos dos temporadas porque todos los que participábamos teníamos compromisos para el año siguiente.
-¿Qué le dejó “Gloria”, ese personaje tan entrañable?
-Son esos roles que se ganan la simpatía de la gente de manera extraordinaria como casi todos los que tuve la suerte de hacer que dirigió o escribió Campanella, que es un gran guionista además de un gran director. Todos los personajes son políticamente incorrectos, perdedores que permiten un grado de identificación no con una suerte de heroína sino todo lo contrario, tienen toda la riqueza de las antiheroínas, llenas de imperfecciones lo que las hace muy humanas.
-Tuvo dos grandes roles masivos en televisión “Roxi” y “Gloria”, ¿temió que la encasillaran?
-Sí lo sufrí más con “Gasoleros”, fueron dos años y diario, de modo que la penetración y popularidad en ese caso no me lo dio ningún otro papel. Era yo mucho más joven y fue un acontecimiento bastante extraordinario y temí eso. Cuando terminé de hacer la tira tomé mis recaudos y decidí como una estrategia en mi carrera irme de la televisión y me fui a Salta a hacer “La Ciénga”, un proyecto totalmente independiente ya que Lucrecia Martell no era la cineasta conocida de ahora. Me descolgué de esa estructura televisiva y de tanta popularidad a rodar una película de una ópera prima que me pareció fascinante pero que no sabía qué iba a pasar. Mucho tiempo después cuando pudimos salir con sus dos películas “La ciénaga” y “La niña Santa” y recorrer los festivales y muchos lugares importantes del mundo y confrontar con cineastas admirados por nosotros como Roman Polanski y veía que morían a los pies de Lucrecia reconociendo en ella una directora formidable, inusual, tomamos dimensión de lo que habíamos hecho y de lo que estábamos trabajando. Siempre supimos que era una artista importantísima, pero nos pasa a todos, relativizamos lo que tenemos cerca y hasta que no hay una mirada de afuera que la dimensione…
Pero volviendo a aquel momento en que no quise quedarme pegada al personaje, salté de la tele para hacer un tipo de cine que fue un camino genial, de modo que agradezco a ese miedo que me dio alguna vez porque fue el que me guió para otro lado.
-¿Cómo ve la confrontación entre los actores teniendo como eje a la política del país?
-No me da miedo la confrontación me parece que es enriquecedora, creo que hay que aprender a confrontar, respetando las diferencias del otro. Hay muchos países donde esto existe y es así y es una opinión política y una mirada del mundo que se comparte o no con otra gente, con compañeros de profesión y esto no genera miedo. Creo que lo que nos exacerba en la pelea y lo que nos asusta, probablemente, es que arrastramos un miedo muy grande del pasado y que a pesar de que hace muchos años todavía en términos históricos somos una democracia muy joven.
Me da mucho miedo cualquier tipo de violencia, pero no me asusta la confrontación. Vengo de una familia donde se hablaba de política y discutía con mi padre, si bien los dos teníamos un pensamiento parecido éramos de diferentes generaciones pero eso nunca significó un problema, ningún riesgo de que se rompiera una amistad. Y para levar el tema al cine, la primera vez que estuve en el Festival de Cannes con oportunidad de hablar con directores importantes que habían estado en ediciones anteriores, decían que extrañaban mucho la confrontación, la polémica y discusión artística que era como el fuego que alimentaba el Festival. Hay documentales, me mostraron algunos, donde discutían apasionadamente por arte, ni siquiera por política y ahora está todo como muy light, ha dejado de ser un lugar de intercambio de ideas apasionadas para pasar a ser un lugar glamoroso de desembarco de las grandes producciones norteamericanas donde cada tanto aparece una película que seguramente es premiada. Pero todo lo demás se pasteurizó y los grandes artistas extrañan esa confrontación, no le teman, les parece enriquecedora y a mi, siempre que sea respetuosa y no agresiva me alimenta.
(Agradecemos la colaboración de Carola Núñez)
Perfil de artista
Mercedes Beatriz Morán nació en Concarán, San Luis el 21 de septiembre de 1955 y es actriz de cine, teatro y televisión. Se casó muy joven, a los 17 años y con la desaprobación de sus padres. Por aquel entonces, el teatro no figuraba en su lista de proyectos y sí, en cambio, la sociología. “Llegué a la actuación de una manera muy casual, aunque no creo en las casualidades. Yo cursaba sociología y los militares dejaron sin efecto mi carrera.” Para no perder el año, Mercedes se anotó en un taller de actuación con el actor Lito Cruz. Su carrera como actriz comenzaba a esbozarse.
Tiene tres hijas: Mercedes y María –de su primer matrimonio– y Manuela, fruto de una larga relación con el actor Oscar Martínez, de quien se divorcia en el año 2000.
Luego de finalizar “Gasoleros”, allá por el 2000, decidió dejar descansar el personaje y salirse de la pantalla chica por un tiempo, darse un tiempo para ella y su familia. En el año 2001 vuelve a la TV con Culpables, unitario ganador del Martín Fierro de Oro.
Desde 2011 actúa en el unitario “El hombre de tu vida”, con el personaje de Gloria Pinotti, prima de Hugo Bermúdez, éste interpretado a su vez por Guillermo Francella, con el cual ganó el Martín Fierro a mejor actriz de unitario.
Recientemente terminó de filmar “Betyboo” que se verá en febrero de 2014.
En el Festival Tandil Cine fue homenajeada por su trayectoria actoral.
Este contenido no está abierto a comentarios