Misión cumplida en Tandil
Atractivo trámite de las categorías menores del sudeste en el remozado circuito La Cascada del Tandil Auto Club. La 850 y la Monomarca 1100 conformaron un espectáculo con algunos destellos, y en ese contexto tuvo mayor movilidad y brillo la Promocional, que destiló competitividad en el terreno de avanzada. Los intentos en la zona roja fueron varios, pero en el grupo de guerra emergieron duelos cerrados y con muchos condimentos. Gisler, siempre fue vertical, propuso un trámite rápido y sin especulaciones. Con la punta de los dedos llevó el ?600? para no enredarse con quienes dirimían territorio. Los movimientos de Novillo, Gutiérrez a su turno, y Gustavo Gelso, le caía de perillas al olavarriense, que afirmaba sus pretensiones. Román, el ?Rafa? Straquadaini y Mario Morey, un ?triunvirato? para tener en cuenta, mostrando actitud, lucidas maniobras y alta temperatura al show de la categoría escuela.
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El llanero solitario
El volumen que sigue mostrando Laborda es difícil de neutralizar en la Monomarca. Hoy por hoy es comprometido para cualquier estructura, equiparar o encontrar un camino aproximado, en la lucha directa por los sitiales de avanzada. El líder del campeonato, su ?incansable? motorista Juanjo Cassou, y el 128, han ?aceitado? una sociedad casi inexpugnable. Oficio, trabajo y presupuesto conforman variables insoslayables para encarar un ejercicio con pretensiones. En La Cascada, Daniel Crevatin, duró muy poco para saborizar algunas acciones, o pergeñar alguna maniobra con el aspirante concreto de la fiesta. El segundo grupo tuvo dinamismo, sangre caliente, y buenas acciones de algunos retadores que entregaron lo suyo, Borgnis, Oscar Fornes y Cristian Lombardo, hasta el despiste. Para remarcar el consistente trabajo de César Mordenti, y un premio a la constancia, logrando un meritorio cuarto lugar, dejando a ?soldados? de muchas batallas detrás, como Valisi, Raúl Cobos, Coria y Pablo Acevedo.
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