Murió Eva Lischner de Ejdin, primera presidenta de la Fundación del Hospital de Niños
Eva Amalia Lischner de Ejdin falleció ayer por la mañana, en Buenos Aires, a los 72 años. La noticia inundó de tristeza a buena parte de la comunidad que conocía su colaboración desinteresada con el Hospital de Niños, como una de las impulsoras de la fundación.
Docente de vocación y de formación académica, dedicó gran parte de su vida a la educación, en la zona rural y en la ciudad. Llegó a ser directora de la Escuela 53 del barrio Falucho, donde ya se desempeñaba como maestra.
Eva era una mujer de fuertes principios, “alfonsinista” de corazón y con una gran pasión por su partido, la Unión Cívica Radical, donde militó incluso cooperando con la ayuda escolar a cientos de niños de diferentes barrios de Tandil.
Y si bien dar clases a los chicos era algo que le entusiasmaba muchísimo, un día tomó la decisión irrevocable de dejar su cargo por no coincidir su pensamiento político con los de los nuevos gobiernos provincial y nacional.
No le costó tomar la decisión, ya que Eva era una mujer de fuertes convicciones. Pero sí le arrancó más de una lágrima dejar a sus alumnos, a la escuela, a sus compañeras de ruta en el camino de la educación.
Entre tantas actividades del quehacer social fue presidenta de la Sala Abierta de Lectura, creadora de la reconocida tarjeta local Fedil, presidenta de la asociación coperadora de la Escuela Nacional de Comercio, titular de la Farmacia del Pueblo y una de las primeras socias que estuvo desde el nacimiento de la Fundación del Hospital de Niños.
Su vida desde siempre tuvo como destino la tarea social, tanto desde su rol docente como el de empresaria y, desde luego, por el infinito amor que le despertaba la niñez.
Hace unos años le habían diagnosticado un cáncer contra el que peleó como la luchadora que era, ganándole varias batallas. Sin embargo, la enfermedad la obligó a dejar la presidencia de la Fundación del Hospital de Niños “Debilio Blanco Villegas”, espacio en el que había trabajado arduamente, incluso con procesos innovadores como el programa de reciclado PET.
Sus restos, que fueron trasladaron a Tandil, son velados en Casa Crespo Iacaruso y Santillán, y hoy a las 11 serán sepultados en el cementerio parque Pradera de Paz.
Su esposo, hijas y nietos que siempre estuvieron orgullosos de sus principios y su cultura del trabajo sienten hoy el vacío que deja esa mujer de gran personalidad.
Tanto la comunidad en general como el Hospital de Niños y la Fundación, lamentan la gran pérdida de una luchadora que tanto hizo por los niños, las familias y los profesionales médicos.
Qué descanse en paz.
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