Necrológicas
MARIA LUISA CIANCILLA de CINALLI
Cuando contaba con 89 años de edad, el pasado lunes 29 de septiembre falleció María Luisa Ciancilla de Cinalli, causando dolor y angustia entre sus seres queridos.
María Luisa había nacido en San Miguel del Monte el 29 de junio de 1920 y vivió mucho tiempo en Gorchs, donde en su juventud contrajo matrimonio con Osvaldo José Cinalli, de cuya unión nacieron sus dos hijos.
Desde 1966 estaba radicada en esta ciudad, debido al traslado de su esposo que trabajaba en Gas del Estado, viviendo en el barrio de calle Roca.
Sus restos, previo velatorio, recibieron inhumación en el Cementerio Municipal.
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HUGO ALFREDO SERBINO
El pasado martes 30 de septiembre, dejó de existir Hugo Alfredo Serbino, que contaba con 63 años de edad.
Hugo había nacido en Rauch, pero gran parte de su vida transcurrió en estación De la Canal, junto a sus padres y hermanas, siendo el segundo hijo de cuatro hermanos.
Cursó sus estudios primarios en la Escuela 15; luego continuó sus conocimientos en una prestigiosa academia de Tandil, obteniendo el título de Perito Mercantil. Además, se capacitó en la Junta Nacional de Granos, desempañando su actividad laboral como Perito Calificador de Cereales y Oleaginosos.
Desde muy pequeño cosechó excelentes amigos, dejando en ellos muy gratos recuerdos.
Dedicó su vida al trabajo, haciéndolo de muy joven primero en al almacén de ramos generales de Lasarte Hermanos y más tarde en Macaya SA de De la Canal, como empleado administrativo, actividad que desarrolló por espacio de veinte años.
Radicado en esta ciudad, trabajó en Macaya y Asociados y, posteriormente, en la Cooperativa Agropecuaria de Tandil y Vela Limitada, como jefe de la sección Hacienda.
En su tiempo libre, disfrutó del deporte, jugando al fútbol en el torneo Agrario, logrando muchas satisfacciones; después practicó pelota a paleta y padel, con su grupo de amigos.
Así, como en todas las facetas de su vida, dejó traslucir su hombría de bien, generosidad, sensibilidad y amor al prójimo.
Hace algunos años, conoció y compartió su vida con una gran mujer: Lidia, a quien amó profundamente, siendo ella la que lo acompañó, protegió y cuidó hasta sus últimos días.
Una larga y penosa enfermedad fue apagando sus ganas de vivir, al verse limitado físicamente. Este sufrimiento no le impidió proyectar nuevas actividades, siempre relacionadas con el sector agropecuario, que significó una verdadera pasión para él. Lamentablemente, al agudizarse cada día más su dolencia, no pudo concretar muchos de sus sueños.
?¡Que lástima, Hugo! Te adelantaste mucho en dejarnos. Acá quedamos con gran tristeza y dolor los que tanto te quisimos, pero… ¡ya nos volveremos a encontrar!?.
Sus restos, previo velatorio, descansan en el Cementerio Municipal.
MIGUEL GILABERT RIVA
A la edad de 85 años, el pasado martes 30 de septiembre se produjo el fallecimiento de Miguel Gilabert Riva, causando dolor y pesar entre sus familiares y amistades.
Miguel había nacido en esta ciudad el 6 de febrero de 1923. Dedicó su actividad laboral a la agricultura y ganadería, trabajando mucho y con gran esmero hasta que su salud se lo permitió.
En 1949 se casó con Elvira Rivas, de cuya unión nacieron sus tres hijos que lo llenaron de felicidad, conformando una gran familia, a la que luego se sumaron sus hijos políticos, nietos y bisnietos.
Asimismo, era un apasionado de la pesca, que la practicaba regularmente acompañado de su nieto y amigos.
Sus restos, previo velatorio, se efectuaron en el Cementerio Municipal.
GLORIA ALICIA LIRA de CUETO
El pasado viernes 3 de octubre, y tras soportar los procesos de una prolongada dolencia, se apagó la vida de Gloria Alicia Lira de Cueto, una querido y estimada mujer que contaba con 47 años de edad.
Alicia había nacido en Córdoba el 2 de enero de 1961, pero desde hacía veinte años vivía en esta ciudad, en el barrio de Villa Aguirre.
Su partida de este mundo es lamentada profundamente por su compañero Manuel Andrés Cueto, con quien compartió 30 años de su vida; sus hijos Liliana, Vanesa, Mónica, Eduardo y Yoana; sus hijos políticos Isaac Ibarra, Mariano Cornejo y Germán Molina; sus queridos nietos Yanina, Franco, Ximena, Ezequiel y Yazmín; al igual que su madre Agustina Molina y sus hermanos Domingo, Julio, Oscar, Luis, Gladis, César, Miguel y Liliana, quienes la recuerdan así:
?Mamita del alma: Hoy nos dejás el dolor y la tristeza de tu partida, pero nos dejás los más lindos recuerdos y enseñanzas; hoy duele saber que ya no estás junto a nosotros, pero sabemos que junto a Dios descansás en paz, mirando desde arriba a toda la familia, supiste amarnos y mostrarnos el buen camino, a luchar y salir adelante. Nos diste tu buen ejemplo de esposa, madre, abuela y amiga.
Toda tu familia te recuerda, te llevás un pedacito de nuestro corazón pero nos dejás ese amor. No te decimos adiós, sino ¡hasta siempre!?.
Sus restos, previo velatorio, descansan en el Cementerio Municipal.
MAURO BARTOLI
Hondo pesar ha causado la noticia del fallecimiento de Mauro Bártoli, un conocido y respetado hombre del quehacer comercial tandilense que contaba con 81 años de edad.
Mauro había nacido en Pistoria (Italia) el 10 de marzo de 1927. Se casó con Mirna Colman y ambos llegaron a la Argentina en 1949.
Se radicó en La Plata por poco tiempo donde trabajó en una empresa metalúrgica; años después vino a Tandil y junto a su esposa ?Coqui?, abrió varios negocios de ropa sport, regalos y bijouterie y cuando obtuvo el permiso para ser la primera agencia oficial de Quiniela en Tandil, comenzó su tarea en el local de la galería de Rodríguez y San Martín.
Fue un hombre derecho, alegre, luchador, trabajador, alejado ahora de su actividad diaria en la Agencia, lo hacía en su casa, controlando el trabajo para hacer.
La muerte lo sorprendió en su casa, causando dolor y tristeza entre sus familiares y amigos, quienes elevan una plegaria por el eterno descanso de su alma.
Sus restos, previo velatorio, recibieron inhumación en el cementerio parque Pradera de Paz.
MARIA DEL CARMEN FERNANDEZ
El viernes 3 de octubre, falleció María del Carmen Fernández.
?Su pérdida nos provoca muchísima tristeza, porque fue siempre y para todos una hermosa e irremplazable persona. Sabía escuchar como nadie, y por eso todos la querían y estaba rodeada de gente que disfrutaba de su compañía. Era divertida y disparatada, se reía mucho de sí misma, y sabía cómo hacer para ponerle alegría al día. Comprensiva y compañera cuando las cosas no andaban bien. Creativa y muy habilidosa para decorar la casa, para coser, para tejer, para dar ideas. Amaba lo que hacía: su trabajo, su jardín, todo. Nos enseñó sobre la responsabilidad, la humildad y la capacidad de lucha. Y nos llenó de amor.
Deseamos que esté bien, rodeada de todas las personas que ella quería y que también nos han abandonado. Y sobre todas las cosas, deseamos poder ser parecidos a ella, aunque sea un poquito. La tendremos siempre, siempre, en nuestro corazón. Gracias por ser una mamá ejemplar?.
Diego, Josefina y Agustina.
IRMA SUSANA ALVAREZ de DENICOLAY
Dedicatoria
?Gordita: Te fuiste tan joven, qué vacío tan grande, qué tristes estamos en cada uno de nuestros hogares. Dejaste un hermoso recuerdo, no va ser fácil acostumbrarnos a que ya no estás.
Esa maldita enfermedad, que te hizo sufrir tanto, ahora estarás con Nico. Acá para todos parece un sueño. En tan poco tiempo ya no están. ¡Hasta siempre amiga!?.
Familia Rupell, Alí, Benecia e Irureta.
Dedicatoria
?Amiga, hermana, compañera, todo. La pucha que es difícil escribirte algo, vos que me decías que yo escribía tan lindo. Ahora para vos estoy trabada.
Con tan sólo 54 años nos dejaste, esa maldita enfermedad que te hizo sufrir tanto. Estoy tan perdida, ando en el aire. Pero ya estaré mejor, vos me vas a dar fuerzas, porque vos sí que eras fuerte.
La última noche me decías: ?Ahora, ¿qué hago?. Y eso me pregunto yo: ahora, ¿qué hago? Fueron 43 años de amistad y hermandad. Te extraño tanto; jamás te irás de mi mente y mi corazón.
Te digo como nos decíamos en los mensajitos: ?Chauchis? Hasta siempre?.
Tu amiga: María Martiarena de Ruppel.
AMALIA GRACIELA VALENZUELA de CORA
Tristeza y dolor ha provocado la noticia del fallecimiento de Amalia Graciela Valenzuela de Cora, cuyo deceso ocurrió el pasado lunes 6 del corriente a la edad de 66 años.
?Toty? Cora había nacido en esta ciudad el 25 de julio de 1942; era hija de María Fuentes y Bernardo Valenzuela (f).
Muy joven se casó con Juan Cora, de cuya unión nació su única hija: Marina. Desempeñó su actividad laboral como peluquera, modista, tejedora, cocinera; trabajó muchos años en el buffet del club Español y también en el Casino, de la mano de Horacio Levy.
Su partida de este mundo, también es lamentada por su hermano Miguel Valenzuela; su hijo político Roberto Escribano; sus nietos Soledad, Roberto, Martín, Guillermo y Facundo; además de sus sobrinos Pablo, Mariana, Bernardo e Ian; sus hermana política Mable González; sus nietos políticos Eliana Fraile, Maximiliano Agüera y Natalia Othax; sus sobrinos políticos Mariana y José; su nieta del corazón Samantha y sus bisnietos Felipe, Federico y Valentina.
Sus restos, previo velatorio, recibieron inhumación en el Cementerio Municipal.
Dedicatoria
?Siempre estarás
Cuando vea una flor. Te veré a vos.
Cuando vea una planta. Te veré a vos.
Cuando vea el Sol. Te veré a vos.
Es que vos estás aquí, mamá,
no te has ido. Te siento a mi lado.
Y a mi lado estás.
Vas a estar en mi corazón,
infinitamente, como prendida
para no caerte.
Cuando sienta el viento
sentiré que sos vos
que me acariciás.
Estará en mí como si estuvieras
Adentro de mí.
No hay tiempo en el amor.
No hay horas, no hay minutos.
No existe el tiempo,
el tiempo es infinito,
como infinito es nuestra relación
que supera el mismo tiempo y espacio.
Estás acá y estás a mi lado.
Cuando vea una flor
voy a sonreír porque sé
que vos estás allí?.
Marina
CARLOS ALBERTO CHIFFLET
A la edad de 70 años, el pasado sábado 27 de septiembre se produjo el fallecimiento de Carlos Alberto Chifflet, causando dolor y tristeza entre sus seres queridos.
Carlos había nacido en Ayacucho el 14 de septiembre de 1938, y muy joven conformó su familia junto a su esposa María Morel y sus siete hijos: Carlos, Gladys, Graciela, Mirta, Alicia, Carmen, Walter y sus cuatro hijos del corazón: Felipe, Julio, Mercedes y Raúl, que con el paso del tiempo sumaron a sus hijos políticos, nietos y un bisnieto.
Sus restos, previo velatorio, recibieron inhumación en el Cementerio Municipal.
INES ANGELA SANCHEZ
El pasado domingo 5 del corriente se apagó la vida de Inés Angela Sánchez, y su hijo Javier la recuerda así:
?Querida mamá: En este momento debo escribir algunas palabras sobre tu vida. En primer lugar, quiero decirte que no bastan las frases que pueda citar para poder traducir todo el amor que siento por vos; pues creo que no es el motivo de la presente.
Me solicitaron que escriba algo sobre ti… tarea fácil (por lo mucho que puedo decir) y en parte dolorosa, pues no esperaba este momento aún. Viviste la vida con amor, fe, esfuerzo, pasión, nobleza, hidalguía y sinceridad.
En todo momento luchaste por tus ideales. Te brindaste por completo a tu madre, esposo, hijos, nietos, bisnietos, hermanos, sobrinos y amigos. Viviste para atendernos, cuidarnos, mimarnos y, por sobre todo, transmitirnos para siempre tu forma de encarar la vida, de la única manera que supiste hacerlo vos: con tesón, alegría, inocencia y amor.
Ni siquiera en el momento de cerrar los ojos bajaste los brazos.
Fuiste una heroína, realmente. En este momento debo contener la lágrimas que de la emoción me brotan al recordar que los médicos me decían: ?Tu vieja es una leona, siempre nos da buenas sorpresas, la verdad es que no nos podemos explicar…?.
Por mi parte, en mi interior sabía que siempre tenían más guardado, y que Dios en todo momento te estaba iluminando. Así fue que hace más de un año atrás, con la gracia de Jesús, de nuestro Creador, la ayuda de los médicos, familiares y amigos, lograste salir adelante una vez más, para enseñarnos nuevamente con el ejemplo que la vida es aquello que nosotros queremos que sea, que no debemos achicarnos en la mala, que hay que luchar, que debemos pelear como un noble guerrero, con entereza, honor y fe.
Tu vida fue feliz, se notaba en cada palabra, en cada gesto. Eras de la zona del estadio Municipal. Fuiste a la Escuela 1, y antes de entrar a clase ibas a la iglesia. Trabajaste, y mucho. A los doce años te fuiste al campo. Después a Mar del Plata. Volviste a Tandil, trabajaste veinte años en el lugar que siempre anhelaste, aquella joyería llamada La Nueva Confianza. Cuando tuviste que colaborar con tu esposo elegiste trabajar como empleada doméstica. Sé que también podrías haber sido cualquier cosa que te hubieras propuesto. Elegiste siempre la familia. Siempre elegante, jovial, con clase, supiste ser la anfitriona en cada evento familiar.
Hoy estás con Dios, te esperaban tu viejo Alfredo, y Mauricio, tu bebé. Siempre te llevaremos en el corazón, y jamás te olvidaremos. El amor no muere, mamita, como tampoco desaparece tu esencia, tu ser, que está a nuestro lado en cada acto. Chau, campeona de la vida y gracias por habernos dado tanto y personalmente por haberme traído a este mundo tan cerca de ti?.
Con amor, Javier.
JUAN RICARDO MAUHOURAT
A la edad de 88 años, el pasado miércoles 1 del corriente dejó de existir Juan Ricardo Mauhourat, causando dolor y pesar entres sus familiares y amistades.
Juan había nacido el 20 de noviembre de 1919 en esta ciudad, dedicando su actividad a las labores agropecuarias, hasta la década del ´60, en que pasó a ser camionero.
Vivió en Gardey en una familia de ocho hermanos. Al perder a sus padres a edad temprana, se convirtió en el referente de sus hermanos.
Luego se instaló en la ciudad, viviendo en calle Pellegrini al 1200 durante toda su vida.
Siempre aficionado a la actividad deportiva, practicó el fútbol en su Gardey natal y la pelota a paleta, pasión que mantuvo hasta ya entrado en los 80 años.
Casado con Victoria Fernández (f), tuvo dos hijos: Ana María y Ricardo, quienes sumaron a su familia a sus hijos políticos Jorge Antonio Rodríguez y Liliana M. Milne y los nietos Juan Manuel, Ana Paula, Jorge Tomás, Ana Victoria y Alex Jorge, y Florencia, Magdalena y Alex Mauhourat.
Sus restos fueron despedidos en el cementerio parque El Paraíso.
RUBEN MIGUEL FERRARI
El pasado jueves 2 del corriente falleció Rubén Miguel Ferrari, y su hija Mónica escribió este recuerdo:
?Querido viejo: Gracias a Dios este cimbronazo que nos da a veces la vida me llegó en un momento en que estoy tan fortalecida espiritualmente que mi tristeza por tu desaparición física no es más grande que la alegría de saber que estás junto a tus seres queridos, junto a tu adorado Negro y sé que ahora en más voy a tener tres ángeles protectores que guiarán mis pasos hasta el final de mis días.
Le doy gracias a Dios por haber tenido un papá como vos y como dice San Agustín: ?Nos volveremos a ver en transfiguración avanzando por los senderos nuevos de la vida, bebiendo a los pies de Dios, un néctar del cual nadie se saciará jamás??.
Sus restos recibieron cremación en el Cementerio de Necochea.
MERCEDES ADELA PENOUCOS de ISLAS
El pasado jueves 2 del corriente se apagó la vida de Mercedes Penoucos de Islas, una extraordinaria mujer de 96 años que llenó de alegría y entusiasmo a toda su familia.
Nacida en 1912, creció en un hogar de inmigrantes españoles que supo inculcarle valores fuertes en lo que respecta a Dios y a la familia. Siendo joven conoció a David Islas y tiempo después comenzaron a forjar su propia historia. Beatriz, Adela, Alicia, Sarita, David y Stella llegaron a su vida y le dieron forma a los preceptos arraigados desde su niñez. No fue una tarea sencilla. Sin embargo, nunca perdió la esperanza y mucho menos la fe.
Madre, esposa, maestra de bordado, ama de casa, cocinera, trabajadora incansable, fue el pilar sobre el que se asentaron su esposo, sus hijos, hermanos y sobrinos. ?Tía Mercedes? acompañó con singular maestría las idas y venidas del tiempo, recibiendo en su casa a ?todos?, alimentándolos en todos los sentidos y sin tener en cuenta el trabajo que ello significaba.
Con el tiempo llegaron los nietos. Abuela como pocas, supo entregarse en cada gesto y no sólo fue compañera sino también maestra. Los juegos de los chicos y las risas de cada uno se grababan en su alma al igual que la música que la acompañó en cada instante de su vida.
En sus últimos años llegó a tener seis bisnietos y la llegada de cada uno era festejada como si fuera el primero, con asombro y una sonrisa, porque la alegría estaba en su espíritu y cada niñito era recibido como un regalo del Cielo.
Hoy toda su familia la recuerda con inmenso cariño y ternura, hallando la paz en el hecho de saber que partió con la serenidad que sólo alcanzan las almas nobles y sabiendo que morir es un nuevo nacimiento a la vida eterna del Padre.
Querida abuela Mercedes, es hora de descansar.
?Al que ha vivido intensamente el día, la noche lo encuentra lleno de luz… y de todos los recuerdos, que ya no están como objetos fuera de uno mismo, sino que se los trae formando parte del propio ser??. (Mamerto Menapace)
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