Necrológicas
V NORMA BEATRIZ PIÑERO VIUDA DE LEIBOFF
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Nacida en Ayacucho en 1929 vivió toda su vida en la ciudad de La Plata, fue docente, educadora sanitaria, fonoaudióloga y escritora, abrazó todas sus profesiones con mucha pasión y dedicación. Lo que le granjeó una gran cantidad de amigos y el respeto, admiración y afecto de cada uno de ellos y de todos sus familiares, hermana, cuñados, sobrinos, etc.
Sin embargo, su pasión principal fue su familia: su esposo “Edy” y sus dos hijas Lucy y Martita y luego su yerno Juan, sus tres nietas Vero, Daia y Samy y su bisnieto Lucas, que era su mayor orgullo y ya quería mucho a su nueva bisnieta Luisina.
Falleció el 31 de enero de 2017 a los 87 años en la ciudad de Tandil, donde estaba radicada desde fines de 2015 por problemas de salud. Fue sepultada en el cementerio de la ciudad de La Plata junto a sus seres más queridos.
Dedicatoria
“Ma, abu, bisabú, nos dejaste sólo físicamente, ya deseabas dormir eternamente y encontrarte con tus amados esposo e hija menor. Nos quedan tu ejemplo, tu integridad, tu infaltable coquetería, tu infinito cariño. Seguirás siempre presente en nuestros corazones guiándonos y cuidándonos durante todas nuestras vidas”.
ALBERTO FERNANDEZ
El pasado 26 de enero, a los 70 años de edad falleció Alberto Fernández. Estaba casado con Hilda Ardito con quien tuvo dos hijos: Nancy y Carlos Alberto, los cuales le dieron siete nietos y dos bisnietas.
Querido papito se te extraña mucho, fuiste una persona tan inteligente, tranquilo, detallista, todo tenía que salir perfecto para que saliera bien. Desde muy joven trabajó de albañil y también comerciante. Era un hombre muy querido por todos en su juventud, le gustaba jugar al fútbol y a las bochas disciplina en donde se desempeñaba muy bien. También disfrutaba de ir a pescar, partiendo de este mundo justo el día del pescador.
Viejito querido estarás siempre en nuestros corazones, te recordaremos con amor tus hijos, hija política, nietos, bisnietas, hermana, demás familiares y yo tu esposa, tu compañera de toda la vida. Te extrañamos mucho y te voy a extrañar hasta el fin de mis días. Un beso y un abrazo enorme. Te amo.
MARIA ESTHER RODRIGUEZ
Nació en la ciudad de Chacabuco, el 4 de enero de 1944. Allí nacieron sus cuatro hijos María, Bibiana, Mabel y Gabriel. Contrajo matrimonio con Emilio José Palomo (fallecido). Su vida transcurrió trabajando a la par de su esposo para construir su casa, aquí en Tandil, hace 40 años.
A la memoria de nuestra abuela María
No recuerdo tarde de nuestra infancia, en la que mamá no nos llevara a la casa de la abuela: siempre había leche y galletitas. No podíamos tocar los adornos, y debíamos jugar a la pelota con cuidado para no romper sus amadas flores y plantas… en ese momento no entendíamos el porqué, hoy; sentados en su patio vemos lo precioso y admirable de este jardín y comprendemos porque lo resguardaba tanto.
Quedará en nuestra memoria su colección de platos en la pared, los paseos de domingo, tantas Navidades y cumpleaños. Verla baldear la vereda a la mañana temprano cuando íbamos a la escuela, y el olorcito a puchero del medio día. Las anécdotas de su difícil infancia, y del amor y la sencillez con la que se casó con nuestro abuelo.
Su hija Bibiana se despide diciendo: “Mamá voy a extrañar los viajes y vacaciones que pasamos juntas, de cómo nos reíamos de tus ‘metidas de pata’ de las que después no te hacías cargo; y te reías como nunca. También escuchar tu voz todos los días a la 5 de la tarde, cuando te llamaba y me decías: ‘Qué novedades hay’. Te amo por siempre viejita; y quiero que sepas que te volvería a elegir como madre una y mil veces, porque fuiste una luchadora y diste todo por nosotros. Te pido que entres en mis sueños y me hagas saber cómo estás… hasta algún día MAMÁ”.
María la conmemora con el mensaje: “Gracias por ser una madre fuerte de cara a la adversidad, que ante todo se ocupó de sus hijos para salir adelante; trabajando sin cesar para brindarnos lo mejor. Fuiste una madre que nos dio el ejemplo de mujer, madre, esposa y abuela, por eso te llevaremos en nuestro corazón por siempre”.
Nos dio una madre (Mabel) como pocas, que la recuerda con estas palabras: “Mamá que difícil se me hace no verte, ni escucharte. Fuiste la mejor mamá del mundo, lo único que puedo decir es GRACIAS, mil veces gracias por haber sido mi MAMITA (así te decía). Voy a extrañar las charlas, los mates, las idas al dique los domingos, los paseos que hacíamos juntas, tus risas (a pesar de tu enfermedad). Le pusiste muchas garras, la luchaste hasta el final mamá. Jamás te vamos a olvidar y te llevaremos en nuestros corazones, en la mente y en el alma. Te amamos MA… hasta pronto”.
“De día viviré pensando en tus sonrisas;
de noche las estrellas me acompañarán.
Serás como una luz que alumbre mi camino…
Al partir un beso y una flor, un te quiero, una caricia y un adiós”
Te amamos por siempre, tus hijos, nietos y bisnietos.
PEDRO ULRICO KNAUT
El pasado miércoles 25 de enero 2017 en Trelew dejó de existir Pedro Ulrico Knaut (Piter). Hijo de Doña Catalina Margarita Ferris (Ketty) y Don Ernesto Joaquín Knaut (el alemán de Santamarina 8).
Nació en Tandil el 29 de Junio de 1955, era el segundo de tres hermanos: Roberto (Robbie), Ernesto Knaut (f) y Patricia (Patty), Jane Knaut de Vaccaroni.
Estudió en el Colegio San José y en la Escuela 1.
A muy temprana edad comenzó a sentir el amor por el oficio de su vida: chofer.
Vivió algunos años junto a su tía Jeanie en Gobernador Gregores. A su regreso a Tandil conoció a quién se convertiría en su novia, Sonia Nuevo, tras cuatro años de noviazgo se casaron el 22 de febrero 1978 en la Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días. Tuvieron dos hijos Yael y Juan Carlos.
En el transcurso de su vida se desempeñó en diferentes tareas y trabajó en muchas empresas y transportes, donde forjó amistades maravillosas y se convirtió (como lo llamaban sus compañeros de trabajo) en un “caballero del camino”.
Fue un trabajador incansable y se fue en su ley, ya que se encontraba en viaje cuando su corazón se silenció, acompañado por su pareja Susana.
Querido por todos los que tuvieron la oportunidad de conocerlo.
Hoy nos duele tu partida al finalizar tu último viaje, te recordaremos siempre: tus hijos, familiares, amigos y demás allegados.
ISABEL BEATRIZ MORAZZO
El pasado 31 de enero se produjo el deceso a la edad de 83 años de Isabel Beatriz Morazzo, viuda de Miguel A. Cattáneo. Isabel había nacido el 8 de abril de 1933 en Tandil, trabajando durante su juventud en la recordada empresa BIMA (Bariffi Industria Metalúrgica Argentina), de los hermanos Francisco, José y Donato Bariffi. Posteriormente, el 28 de marzo de 1956, contrajo matrimonio con Miguel dedicándose de lleno, a partir de ese momento, a las tareas de ama de casa.
Fruto de ese amor nacieron Carlos Daniel y Graciela Beatriz, llegando con el tiempo sus hijos políticos Patricia Ugalde y Roberto Del Carlo y luego los nietos Matías y Martina Cattáneo, Nicolás Del Carlo, la nieta política Marcela Mancini y su bisnieto Lautaro Del Carlo.
Hermanos, hermanos políticos, resto de la familia y también Alicia Astudillo quien fue la cuidadora, compañera y amiga en el último tiempo, lamentan la partida de Isabel, una mujer íntegra. Pese a que algunas personas queridas parten antes de este mundo terrenal, no por ello son olvidadas, ya que siempre estarán presentes los corazones y las mentes de quienes la amaron.
NORMA MABEL TISERA DE PEUSCOVICH
Norma Peuscovich como ella se reconocía. Esposa, madre, hermana, abuela, amiga, vecina, todo eso era Norma. Casada con Daniel Peuscovich, hace 50 años, fueron compañeros de todo tipo de aventuras. Muchas buenas, que los hicieron los mejores compañeros, cómplices, amigos y pareja, supieron construir una base tan sólida de matrimonio que les permitió transitar el peor golpe que la vida puede dar: la muerte de su primera hija, María Celia, a los 6 años de vida.
Con mucho dolor, que supieron transformar ese golpe en esperanza. Norma fue el motor de la familia para salir adelante, y así, con esa fuerza y amor vinimos sus otros tres hijos: Daniel, Cata y María Laura. Ella nos enseñó lo que era importante en la vida, y de que cosas había que reírse.
Con la fortaleza que la caracterizaba, supo superar también un cáncer que decían era terminal, y la muerte de su compañero de vida, un golpe que le dejó el corazón triste, y medio vacío. Lo extrañó todos los días, hasta hoy.
Nos cuidó y acompañó como toda madre lo hace, pero para nosotros, fue la mejor del mundo. Cariñosa, afectiva, alegre, cómplice, compañera, formadora, muy pedagógica (con sus propios métodos!), comprensiva, respetuosa, siempre nos promovió ser independientes y nos acompañó en todo el camino.
Esa era, es y será por siempre nuestra mama.
Nos dejó infinitas anécdotas, muchas recetas, muchos consejos, pero sobre todo, el mejor regalo que nos queda en el corazón por siempre: Haber tenido la suerte de ser sus hijos, de recibir tanto amor, y de saber y sentir que tuvimos la mejor mama del mundo.
NORMA EDITH SORDELLI
A los 80 años, el pasado 2 de febrero, dejó de existir la señora Norma Edith Sordelli, conocida por todos como “Pirucha”.
La “tía Pirucha” nació el 25 de agosto de 1936 en la vecina localidad de Benito Juárez y junto a Mirna Eva y Rodolfo Gabriel, era la mayor de los tres hermanos.
Años más tarde sus padres se trasladaron a Mendoza por razones laborales y finalmente cuando contaba con 10 años se radicaron en nuestra ciudad, donde vivió hasta su deceso.
De joven y durante toda su vida fue gustosa de las actividades manuales, fue así que durante muchos años realizó diferentes cursos de modista, pantalonera, bordado, tejido y crochet.
Amaba el folklore y por tal motivo participó de diversas peñas donde practicó nuestras danzas folklóricas. También participó durante muchísimos años de las estampas de la Redención; donde tenía una destacada actuación en las mujeres de Jerusalén.
Peronista e hincha de Boca hasta la médula, defendía sus ideales con convicción y todo el corazón.
Querida tía, que Dios te bendiga y que descanses en paz. Que Dios tenga guardado en el cielo ese lugar especial para vos que tanto te mereces, siempre te vamos a recordar con mucho amor y una sonrisa en los labios. Te queremos mucho y extrañamos!!!. Tus hermanos, cuñada Norma, tus sobrinos Karina, Marcio, María y sobrinos nietos Ramiro, Moriana, Juan, Pedro y María Paz.
JUANA ELSA IPARRAGUIRRE DE CANTON
El pasado martes 7 de febrero partió hacia la casa del Señor nuestra madre Juana Elsa Iparraguirre de Cantón. Había nacido el 22 de enero del año 1922 en la ciudad de Las Flores, su vida transcurrió con toda felicidad en el campo con sus padres y hermanos compartiendo una vida de alegría, trabajo y aprendizaje. En 1950 te casaste con nuestro padre, Ernesto Cantón, un decidido y emprendedor muchacho que venía de Dolores buscando un mejor futuro.
Unos pocos años más tarde se animaron a la gran aventura de buscar mejores tierras para el cultivo y cría de animales y llegaron llenos de ilusiones a San Manuel, partido de Lobería donde desarrollaron ambos su proyecto de vida con sacrificio, dedicación, afán de superación, buscando un promisorio futuro para su familia. Años más tarde, en 1964, priorizaron la educación de sus hijos, Roberto, Jorge y Mónica, y resolvieron vivir en Tandil.
En ese hermoso tiempo viste crecer y tuviste la posibilidad de disfrutar de tus nietos, Juliana, Martina, Candela y Lucila; tus bisnietos, Jano, Simona y Franca y amigas, hasta el día de tu partida.
Mama, no podríamos enumerar tus virtudes, porque son muchas, nos has dejado un legado de valores incomparables de trabajo, responsabilidad, esfuerzo, alegría, solidaridad, compromiso con los proyectos personales haciendo un culto del vínculo con la familia y las amistades.
Construiste con nuestro padre una hermosa familia y no renunciaste a ningún esfuerzo para progresar y darnos las mejores oportunidades para nuestras vidas.
En tus charlas eras un libro de historia viviente tan pronto podías describir con exactitud cómo se construyó la ruta 3 que pasaba cerca de tu casa como hablarnos de lo que te contaban los abuelos acerca de la distinguida presidencia de Alvear, la llegada del diario al campo de los abuelos, o la de escuchar el sonido de las primeras radios.
Compartiste inolvidables momentos con tus amigas en las anuales vacaciones en Mar del Plata donde no se perdían de disfrutar de las principales obras de teatro, pasear o ir a la playa. ,
Tenemos el orgullo de expresar que honraste la vida que Dios te regaló, fuiste una buena persona con todo lo que eso significa, te dedicaste apasionadamente a tu familia y amigas, disfrutaste de cada instante de tu existencia y nos regalaste una herencia que no se puede medir, con valores que deberían perdurar en nuestra sociedad.
Te amamos y te recordaremos siempre con tu hermosa sonrisa, tus palabras apropiadas para cada ocasión y tus ganas incomparables de vivir hasta el último día. Hasta siempre madre adorada.
CESAR NICANOR GONZALEZ
César Nicanor González, “Pocholo”, como te apodaron tus hermanas y como te conocían los más allegados, “papá” para nosotros. Te fuiste en un sueño el pasado 29 de enero, sabemos que ya no te tendremos físicamente pero queda en nosotros tu recuerdo, tus anécdotas, tus valores y tu ejemplo. Naciste un 19 de agosto1933 en la Estación de la Canal, como el menor de 10 hermanos, y allí pasaste parte de tu infancia y recogiste la mayor parte de tus anécdotas que amenizaban las reuniones familiares y de amigos. Luego te mudaste con tu familia, frente al Colegio San José, colegio en el que cursaste tus estudios, como estudiante destacado, figurando en el cuadro de honor.
Enrolado en el cooperativismo desde muy temprana edad, a los 19 años gracias a tus méritos conseguiste comenzar a trabajar en la Cooperativa de San Manuel, como empleado administrativo hasta llegar a la gerencia de la Cooperativa Agrícola Ganadera de Tandil. Apreciado y respetado por todos, siempre contemplaste las necesidades de los otros, al punto de poner en riesgo tu muy buena reputación.
No sólo te destacaste en la escuela y el trabajo, sino también en cada espacio en el que te desempeñaste. Formaste parte de algunas bandas, tocando el bandoneón, que te regalo tu hermano cuando eras muy chico. En el Club Boca jugaste al básquet y hasta llegaste a pertenecer a la Comisión Directiva. Siempre curioso y activo, hasta llegaste a ser miembro y desfilar con tu Torino junto a otros miembros del Club del Torino. Más recientemente, también cosechaste amigos en el gimnasio adonde ibas… una hora antes para cebar mate y conversar con compañeros y profesores o en el grupo de los asados, en el que eras el más “veterano” de todos.
Te casaste con mamá muy joven y aunque la vida te separó muy temprano de ella, la adoraste hasta tus últimos días, pero tuviste la dicha de que llegaran tus tres nietos a los cuales no llegaste a disfrutar por completo, pero eran tu impulso diario.
Bastó ver cuántos se acercaron a acompañarte a tu última morada para darse cuenta de cómo te querían y te respetaban, tus sobrinos, tus amigos, tu familia.
Siempre te recordaremos, cuídanos desde el cielo Gonzalito!!!.
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