Necrológicas
SARA ITALIA CUCCI
A los 90 años de edad, el pasado miércoles 21 de agosto se apagó la vida de Sara Italia Cucci, causando dolor y tristeza entre sus familiares y amistades.
Sara se casó en primera nupcias con José J. Alperte, tuvieron ocho hijos, a los que crió con mucho trabajo y sacrificio, fue una maestra de la vida.
Siempre dando buenos ejemplos para la familia, ayudando a todos, hasta sus últimos días de su vida; se casó en segundas nupcias con Miguel Tornini, que fue su compañero de la vejez.
Sus compañeros de las cartas la quisieron muchísimo, se han quedado sin “Sarita”, como le decían, habiendo jugado a las cartas no menos de diez años juntos. Ahora se terminaron las tortas de manzanas y comidas que hacías riquísimas para tus hijos, nietos y bisnietos.
“Te queremos mucho y te extrañamos, nos quedó un silencio en la casa que no sabemos qué hacer, desde que partiste con el Señor. Tus hijos, hijos políticos, nietos y bisnietos ¡Grande Sarita! Fue una leyenda en la vida nuestra”.
Sus restos, previo velatorio, recibieron cremación en el cementerio Las Acacias de Necochea.
ANTONIO ROQUE GASPAROTTI
En la ciudad de Mar del Plata, el pasado miércoles 21 de agosto se produjo el fallecimiento de Antonio Roque Gasparotti, nacido en Morón (provincia de Buenos Aires) el 14 de enero de 1949.
Excelente hijo, amoroso esposo, se casó con Dora Mercedes Ponce en la catedral de Morón. El 26 y 27 de enero de 1979 pasaron su luna de miel en Tandil, donde en 1985 compraron su terreno, hicieron su casa y regresaban todos los años para Semana Santa, hasta que en 2005 se radicó definitivamente. Su esposa ruega una plegaria por su alma.
Sus restos descansan en la catedral de Morón.
ELVA ESTHER DI FONZO de CORTES
El pasado sábado 10 de agosto falleció Elva Esther Di Fonzo de Cortes, una querida mujer que contaba con 74 años de edad.
“Cachi llegó a este mundo el 21 de abril de 1939, transcurrió toda su niñez y adolescencia en María Ignacia (Vela). Se casó con Valentín Antonio Cortes (f) y se radicaron en la localidad de Villa Cacique, allí tuvieron y criaron a sus cuatro hijos: Carlos, Liliana, Susana y Gustavo, viviendo en ese lugar hasta la jubilación de su padre en Loma Negra, para luego afincarse en esta ciudad.
Ella siempre fue el centro de la familia, la que estaba para ayudar a cada uno de sus hijos y de sus nietos (Fernanda, Eugenia, Paula, Agustina, Nicolás, Mauricio, Federico, María Paz, Sabrina y Valentina), llegando a disfrutar de sus dos bisnietas (Bianca y Aixa).
Fue una excelente esposa, madre, abuela, bisabuela y ama de casa, dejando una huella en todos nosotros que nunca se borrará. Siempre estaba haciendo algo, dedicándose a sus plantas, sus perros, o haciendo cursos para aprender nuevas cosas y cada domingo al mediodía nos agasajaba a todos los que fuéramos a su casa con sus comidas sencillas, pero con ese gusto a hogar.
¡Se te extraña mucho Viejita!, pero sabemos que te fuiste a cuidar al Viejo y a preparar el hogar en el Cielo para cuando nos toque reunirnos allá y seguro que desde ahí estarás viendo y preocupándote por cada uno de nosotros, pero quedate tranquila, que si hay algo que supieron hacer con Papi, fue criar buenas personas a pesar de nuestros defectos y nos enseñaron a mirar hacia adelante”. Tus hijos, nietos y bisnietas.
Sus restos, previo velatorio, recibieron inhumación en el cementerio parque Pradera de Paz.
ERNESTO ALFREDO GALLO
Cuando contaba con 62 años de edad, el pasado viernes 23 de agosto dejó de existir Ernesto Alfredo Gallo, causando dolor y pesar entre sus familiares y amistades.
Ernesto nació en Capital Federal el 29 de septiembre de 1951 y había conformado su hogar junto a su esposa Elba; sus hijos Mariela y Mauro; sus hijos políticos Fernando y María José; sus nietos Julieta, Valentina y Leandro, quienes lamentan profundamente su partida, al igual que su madre Elena y sus hermanas Elena, Graciela y Sandra, junto a sus amigos de la Peña de calle Chacabuco 1042.
“Tu luz se apagó, pero tu recuerdo vivirá por siempre en nuestro corazón”.
Sus restos, previo velatorio, recibieron inhumación en el Cementerio Municipal.
MARIA TERESA LEON de CASAS
“Mami: hoy te tocó partir a aquel lugar donde dicen que no se sufre más. Le doy gracias a Dios por haber podido disfrutarte como abuela y me quedan los mejores momentos de mi infancia junto a vos, mis hermanos Leandro y Carola nunca vamos a olvidarte, ni tus muñequitos de papel, tus risas, cada florcita de no me olvides que nos pegabas en la ropa cada vez que te íbamos a visitar.
También le agradezco a Dios haberte acompañado en todo este tiempo junto con Carola que nunca me dejó sola en las incansables idas y venidas al Hospital y el último tiempo en tu casa, te vamos a extrañar mucho.
Has sido una abuela excepcional y los calificativos para con vos son muchos, tus besos van a quedar en mis mejillas guardados por siempre”.
Norma Heredia.
Sus restos, previo velatorio, recibieron inhumación en el Cementerio Municipal.
MARIA ANGELICA OYHAMBURU de OLIVER
El pasado martes 13 de agosto se apagó la vida de María Angélica Oyhamburu de Oliver, una querida y apreciada mujer que contaba con 93 años de edad.
“Chola” nació en esta ciudad el 24 de abril de 1920; fue alumna de la Escuela N° 11 y en su juventud se casó con Jorge Oliver, siendo excepcional compañera.
De una memoria increíble recordaba episodios y compañeros de esa etapa de su vida. Dedicó su existencia a su hogar y al cuidado de la familia. Ello no le impedía estar en contacto con los acontecimientos del país y del exterior.
Leía los diarios, escuchaba radio y veía televisión y al que llegaba a la casa le transmitía todas las noticias que había leído, escuchado o visto en la TV.
Firme en sus decisiones, eligió partir un martes 13, tal vez para desafiar las supersticiones populares sobre esa fecha.
Mantuvo hasta últimos momento su lucidez y en un breve sueño dejó este mundo para reunirse con sus seres queridos que la habían precedido en la partida.
Sus restos, previo velatorio, recibieron inhumación en el Cementerio Municipal.
ROBUSTIANA GOÑI de LESCANO
Tras soportar los procesos de una breve dolencia, el pasado lunes 15 de julio se produjo el fallecimiento de Robustiana Goñi de Lescano, una querida y estimada mujer que contaba con 92 años de edad.
“Tana” Lescano nació en España el 12 de octubre 1910 y cuando tenía un año su familia se trasladó a la Argentina; en su juventud trabajó como empleada de la Sociedad Española y en 1950 contrajo matrimonio con Pedro Lescano (f), con quien tuvo un hijo: Pedro Ramón.
Se destacó por ser una eficiente y laboriosa ama de casa, le gustaba cocinar, cuidar de sus mascotas los gatos y de sus plantas.
Fue una apasionada por el cine, conociendo a grandes figuras de la época, como Hugo Del Carril y Guillermo Battaglia.
Sus seres queridos agradecen a su hermano Matías Goñi y al geriátrico de Pellegrini y Colón por las atenciones y amor brindado durante su estadía en ese lugar.
Sus restos, previo velatorio, recibieron inhumación en el cementerio parque Pradera de Paz.
MARIA ROSA FERRAGGINE
“María Rosa, te fuiste un helado día de invierno, quizás para equilibrar la calidez de tu generoso corazón.
Quién no ha de recordar el paciente entusiasmo con que compartías tus conocimientos de matemáticas, si media ciudad pasó por tus aulas.
Quién no ha de rememorar el compromiso con que asumías la docencia, usando también ese medio tan noble para cimentar vínculos estrechos y profundos con muchos de tus alumnos.
Demostraste con tu vida los más altos valores que adornaron tu alma, esa alma que supo cantar loas al Creador a cada paso que dabas.
Ahora, del otro lado del velo, seguramente tu voz se unirá al coro de ángeles que acompaña a los justos.
Simplemente María, ha sido un privilegio tenerte en nuestra familia”.
Carlos y Nora, Ethel, Mónica y María del Carmen Ferragine
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A María Rosa Ferragine :
“Seguramente una de las noticias más tristes que recibimos al comenzar la semana, fue el habernos enterado de tu partida.
El tiempo, tu paciencia y comprensión fueron ejes fundamentales en las trayectorias escolares de varias generaciones, así, el planteo de problemas, el debate y la construcción del conocimiento de manera colectiva invitaba a cada alumno a embarcarse en la aventura de pensar y a disfrutar del aprendizaje incorporando de igual a igual tus enseñanzas.
Tu presencia no pasaba inadvertida, tenías una luz especial que acompañaba tus acciones diarias, así eras, con los profesores de Matemática, con el personal, con tus amigos, con tus alumnos.
María descansa en paz, para nosotros serás guía y referente que seguirá acompañando nuestra diaria tarea. Hoy en los pasillos y aulas de tu escuela queda tu dulzura, tus enseñanzas, tu inagotable entrega. Muchas gracias”.
Equipo directivo, docentes, alumnos, comunidad educativa de EEM N°8, ESB N°2 y ESB N°3.
HECTOR DANIEL AVILA
“En el seno de una humilde y trabajadora, el 3 de marzo de 1971 nació Héctor Daniel Avila, hijo de Teresita Elina Bernaola y Daniel Avila.
Desde muy joven comenzó a trabajar en Bicicletería Montoya para poder hacer realidad el sueño de dedicarse a lo que más le gustaba: el ciclismo. Con gran esfuerzo armó su primera bicicleta y así comenzó a darle rienda suelta a su pasión. Trabajaba y en sus momentos libres entrenaba con esmero y dedicación. Participó de muchísimas carreras en las cuales tuvo triunfos y sin sabores pero lo disfrutó siempre.
En una de esas tantas carreras de bicicleta, en Benito Juárez, a los 18 años conoció a María Isla, su esposa de toda la vida, gracias a quien sería su cuñado, Julio, que lo llevó a almorzar a su casa para que no esté solo.
Cuando cumplió 21 años tuvo a Araceli, su primera hija y un año después a Marcelo, su segundo hijo. Para ese entonces vivían en Benito Juárez, pero tratando de buscar un futuro mejor volvió a Tandil, donde emprendió su propio negocio, con la ayuda de Juan Montoya.
A lo largo de su vida, Dani logró afianzar grandes amistades, llenándose de amigos que lo acompañaron hasta último momento y lo llevarán siempre en su recuerdo.
En octubre de 2012, volviendo del velódromo de Mar del Plata se descompuso, y así comenzó su lucha contra una terrible enfermedad con la que mantuvo una durísima batalla en la cual nunca se dio por vencido.
El domingo 4 de agosto, a las 3,20 de la madrugada se fue en paz… como en un sueño. Dejó muchas enseñanzas por su temperamento tranquilo, callado, observador y por sobre todo honesto y solidario. Excelente hijo, hermano, marido, padre, tío, cuñado, amigo, en pocas palabras: una excelente persona”.
Sus restos, previo velatorio, recibieron cremación en el crematorio de Dolores.
OSCAR ROBERTO MONSERRATE
A los 80 años de edad, el pasado sábado 24 de agosto se produjo el fallecimiento de Oscar Roberto Monserrate, causando dolor y tristeza entre sus familiares y amistades.
Oscar era el menor de nueve hermanos, trabajó y vivió junto a ellos en el campo. Sufrió mucho la muerte de sus hermanos, al quedar solo buscó compañía en casa de su sobrina Elsa y sobrinos nietos.
Disfrutó del cariño que le brindaban sus queridos sobrinos Gerardo y Juan; además iba al campo, a remates de haciendas y concurría a distintos almuerzos en cabañas de toros.
Le gustaba pasear, las carreras de Turismo Carretera y el fútbol. Era hincha de Ford y de Banfield. Era fiel a sus amigos y tenía una linda frase: conocidos hay muchos, amigos pocos.
“Tío te vamos a extrañar mucho. Te pido que nos cuides desde el Cielo. Gracias por todo, hasta que nos volvamos a ver”. Elsa e Hijos y nietos.
FERNANDO MARCELINO LABORDA
“En un frío miércoles 21 de agosto se apagó la vida de Fernando Marcelino Laborda. Se fue en silencio a los 74 años, como siempre marchó por la vida, al lado de su madre que hoy no tiene consuelo.
Marcelino había nacido en Rauch el 2 de junio de 1939; era hijo de Fernando Laborda, a quien no conoció pues su padre falleció antes de nacer él, y su madre Sofía Ondicol, que siempre estuvo a su lado.
Se crió con sus abuelos maternos, tíos y primos, quienes siempre supieron darle amor desde niño hasta su último día. Fue una persona extraordinaria, nunca tuvo un problema con nadie, desde joven trabajó en Metalúrgica Tandil, Buxton, Industrias Lácteas Cruz del Sur, cosechando en todas esas actividades, amigos y más amigos. Hace veinte años, en su último trabajo, tuvo un accidente que le impidió trabajar más en la empresa Magnanelli, al frente de Guillermo Bianco, su patrón y gran amigo. Cosechó lo que sembró durante toda su vida. Amor y paz.
La gran alegría de sus últimos años, fueron su prima Amalia, junto a sus hijas Virginia y Mariana, Sofía su ahijada, fueron sus ojos, los crió y los guió en la vida con amor y ejemplos, hoy nos dejó, pero seguiremos su vida en silencio como él quería”.
Sus restos, previo velatorio, recibieron inhumación en el cementerio parque Pradera de Paz.
CORNELIA EVARISTA CASADO de PENDAS
El pasado viernes 23 de agosto, cuando contaba con 86 años falleció Cornelia Evarista Casado de Pendás, dejando en sus seres queridos un dolor y angustia enorme.
Nació el 6 de septiembre de 1926: en su juventud contrajo matrimonio con Adolfo Manuel Pendás (f), después fueron llegando sus diez hijos, a los cuales crió y cuidó con el amor que solo ella sabía dar. Más tarde se fueron sumando yernos, nueras, nietos y bisnietos, de quienes disfrutó hasta sus últimos momentos.
“Has dejado un vacío inmenso, pero siempre vas a estar en nuestro corazón, siempre vas a ser la abuela Negra !Te recordaremos con mucho amor!”.
Sus restos, previo velatorio, recibieron inhumación en el Cementerio Municipal.
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