No se queje si no se queja
Gabriela Vila vive en la zona aledaña a la rotonda de La Pulpería, cerca de El Centinela, y camino al Lago. Contó que se “mudó a un complejo de cabañas llamado La Herradura hace alrededor de cinco meses. Desde entonces nadie viene a hacer el mantenimiento de la única calle de acceso. No solo nos encontramos con que el camino está cada vez peor, desparejo, y cada vez que llueve las piedras quedan cada vez más a la vista, sino que la tierra esta tan compacta que cuando llueve no pasa el agua y se forma un barrial”.
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Como comentó anteriormente, “este camino es el único acceso a un mínimo de 4 complejos turísticos y el camino cada día se cierra más y más. Para los que tienen auto se complica cuando se encuentran de frente porque no tienen espacio, y para los que caminamos, si viene un auto no tenemos donde corrernos por los arbustos”.
La lectora adjuntó unas fotos para que vean el estado del camino, acotando que la Municipalidad corta el pasto pero sobre la ruta.
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