“No vemos que el gobierno quiera salvaguardar las industrias que están trabajando”
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El dirigente explicó que el sector maderero está sufriendo hace más de un año las decisiones desacertadas en el rubro de la construcción, “lamentablemente vamos retrocediendo”, opinó. También señaló que la industria de la madera se ha visto afectada por varios factores, aunque el de mayor impacto fue la política de importaciones. Ello es visible también en las fábricas de aberturas y las de amoblamientos, y la realidad se refleja en la disminución de afiliados al sindicato. “El cambio no llega nunca”, lamentó.
En este sentido, mencionó que actualmente varias empresas de la ciudad se encuentran considerando la suspensión de algunos de sus trabajadores porque la situación no se revierte y resulta agobiante. Ello se acentúa a causa de la llegada del invierno, donde los servicios que se abonan ascienden al doble del valor habitual y la ausencia de una proyección a futuro no garantiza un panorama alentador.
Asimismo, lamentó la falta de ayuda y apoyo por parte del gobierno comunal: “No vemos de parte del gobierno que ponga en la mesa un programa de proyección para poder salvaguardar las industrias que están trabajando”. La industria maderera se encuentra directamente ligada a la industria de la construcción, por lo que si esta mejorara serían afectados de forma positiva, aunque se mostró escéptico respecto a una posible reactivación. Incluso, comentó que la empresa maderera más importante de la ciudad sufrió una baja importante en los últimos tres meses y teme no poder mantener las fuentes de trabajo que tiene hasta el momento.
El problema principal se presenta frente a las importaciones, donde los muebles importados de Brasil y China no permiten que el trabajo local sea competitivo, debido a los costos y, en el caso de que estos se redujeran, significaría también hacerlo directamente en el salario de los trabajadores. Es por ello que no se considera una opción viable. Por último, señaló que la gravedad de la situación se observa desde abril de 2016, cuando cerró la primera empresa maderera de Tandil y teme que esta decisión se expanda a otras.
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