Osvaldo ?Pocho? Islas, el deportista, profesor, dirigente
“Pocho” tenía todas las condiciones para ser un deportista sobresaliente; en nuestra ciudad vistió las camisetas de Independiente y Ferrocarril Sud, en la disciplina de fútbol y posteriormente lo hizo en Estudiantes de La Plata, en aquellos años que no eran fáciles para un deportista del interior del país llegar para compartir la tercera división de la entidad “Arbitro – ja” en la era de Osvaldo Zubeldía.
Cursó estudios en la Escuela Normal de nuestra ciudad, recibiendo de sus padres una educación y un sentido de familia que lo marcaría en el resto de su vida; conformó su hogar con su esposa Mari Galufa y sus hijos Guillermo y Bernardo, que en el deporte los tuvo como protagonistas en la Escuela Técnica y fueron integrantes de esa legión de jugadores de handball que le dieron a la “Felipe Senillosa” a través de ese inolvidable binomio de “profes” Osvaldo Islas y Alberto Alvarez, cuya labor encomiable tuvo como premio el dos veces campeones nacionales intercolegiales, cuyo desarrollo se realizó en Embalse, Pcia. de Córdoba.
“Pocho” fue el recambio de una generación de profesores, tales como: Oscar Garaguso, Alberto Otermin, Rodolfo Alcorta, Ruperto Techeiro, Juan C. Yotti; compartiendo con algunos de ellos los últimos años de actuación. No hay mejor excusa que citar el recuerdo, la admiración y la amistad que generó ese grupo de docentes capacitando y formando a futuras generaciones de tandilenses.
El colegio San José y las escuelas Técnica “Felipe Senillosa”, Martín Rodríguez, Comercio y el CEF 42, fueron las entidades educacionales que tuvieron de protagonista al profesor Osvaldo Islas, y “Pocho” recogió lo bueno de aquellos visionarios de la educación física para sumar a sus condiciones de educador. Al menos nos queda el consuelo de poder decírselo a los amigos que hoy se reúnen alrededor de su recuerdo; a su familia, que lo vio luchar denodadamente durante nueve años ante un mal difícil de combatir; pero él lo hizo con el mismo convencimiento solidario para enseñar.
Qué mejor “Pocho”, para decirse adiós, que citemos a aquellos, tus alumnos de handball que fueron campeones de una disciplina casi desconocida en esos momentos en nuestra ciudad; sin clubes que lo hicieran y menos con asociación. Ese binomio de “profes” logró con una camada de jóvenes despertar a un deporte que hoy está en pleno auge en nuestro país, pero también adelantarse en algunos aspectos organizativos en lo que hoy el deportista dice con orgullo: yo entro a la cancha a jugar; lo demás lo hace el club.
Walter Sisa, Guillermo Keegan, Francisco Barbano, Omar Villabona, Orlando Rodríguez, Marcelo Liggerini, Aldo Iriart, Osvaldo Bonavento, Jorge Procopio, Javier Abraham, Christian Hoffman, Sergio Farah, Oscar Emme, Santiago Allende, Guillermo Islas, Miguel Símaro, Raúl Ferragine, Néstor González, Mauricio González, Diego Islas, Fabián Iglesias, Jorge Tidoni, Gustavo Costanzo, Fernando Montenegro. “Cuando el sol del saber nos ilumina, cuando marchemos de la gloria en pos, cuando alcancemos en el deporte un lauro, nuestro recuerdo volará hacia vos”. Adiós “Pocho”.
Eduardo A. Aldasoro. Profesor en educación física.
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